Goral (גורל)

Capítulo seis

Remiel y Azrael se encontraban en el plano terrenal, para ser más precisos en North Vancouver, justamente en la azotea del edifico donde vivía el joven Nahúm Faith, desde que Satanás había mostrado su interés en el humano como su Goral, lo tenían en extrema vigilancia.

-Padre debe intervenir- siseó Remiel

-No, Él ha dicho que sólo observemos. Necesita una idea clara de todo antes de tomar una decisión- susurró Azrael con calma

-Es evidente que el caído tiene poderes que desconocíamos- gruñó

-No estoy tan seguro acerca de eso...

-¡Tú tienes un Goral!- exclamó interrumpiéndole- ¿Te atreves a faltar al respeto a lo que sientes por Miguel dándole siquiera el beneficio de la duda a Satanás?

-"Todas las criaturas del señor serán amadas, tendrán un Goral que será completa e irremediablemente suyo y estarán juntos hasta el fin de los tiempos"- citó el ángel de la muerte

-No tienes que citar la ley universal...

-"Todas las criaturas"- le interrumpió- Nos guste o no querido Remiel, él también tiene tal derecho. Tú mejor que nadie sabe de la crueldad del Cosmos...

-No te atrevas- siseó con furia

-Tú también tienes un Goral, pero te niegas a aceptarlo- susurró con calma

-Es un caído, y eligió seguir a su comandante que obedecer a Padre. En ese momento murió para mí- susurró con furia helada en la voz

-Hermano...

-No, no te atrevas porque no es lo mismo. Él y yo lo supimos siempre y él me abandono por perseguir pasiones carnales que no debía tener- gruñó- Lo que sucede con Satanás no es lo mismo.

-¿Y cómo excusarías esta situación entonces?

-Murió alguien que no debía- sentenció

-Eso sucede más de lo que nos gustaría admitir, más con demonios de por medio- susurró Azrael

-Sí, pero sus libros no son borrados...

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, en cuanto ese idiota demonio tocó el alma de aquel humano la consumió el fuego y su libro ardió con él. Eso nunca había sucedido

-Remiel ¿Por qué no lo dijiste antes?

-Tengo una teoría, pero aun no la puedo confirmar.

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Un mes más ha avanzado, Nahúm camina desde el hospital hacía el seabus para llegar a casa, muere por ver a Lucifer, por supuesto que nada ha sido fácil, aún tiene sentimientos encontrados en su interior con respecto a Renato y es muy difícil recordarse a cada instante que no puede hablar de su pareja, fue muy complicado no poder contar nada sobre su Goral/demonio a su familia en la pasadas vacaciones y mencionar siquiera algo con su psiquiatra estaba prohibido por lo que tenía que lidia con esas cosa por su cuenta.

-Hay cosas que simplemente son- susurró un hombre de piel negra pasando a su lado

-Y otras que no deben- dijo otro hombre de piel cremosa y ojos y cabello color miel

Sin entender, Nahúm caminó lejos de ambos hombres intentando llegar a la estación, sin embargo tarde se dio cuenta que se estaba desviando, el pánico le entró cuando noto que ambos hombres eran los que sutilmente le habían hecho tomar dicho camino.

-Si tan sólo Padre no lo prohibiera...- susurró el hombre de ojos miel acercándose depredadoramente haciéndole sentir miedo de verdad

-¿Cómo puedes desear de esa manera a un ser infernal?- siseó el otro