Liora Bennett podía presumir de tener una vida perfecta, un gran trabajo, gran casa, gran esposo... Claro todo ello antes del desastroso diagnóstico, aun podía recordar con suma claridad la maraña de emociones que le inundaron cuando el médico se lo notificó: Adenocarcinoma Mamario Grado III, ese día pensó que si vida terminaría en ese mismo instante y de no haber sido por su leal y amado Lucifer probablemente así habría sido, pues no habría encontrada la fortaleza para seguir adelante, gracias a él había logrado superar la esperanza de vida de 5 años que le habían dado y aquí se encontraba casi diez años después, todo habría sido perfecto para ellos sino se hubiesen confiado y hubieran detectado la metástasis a tiempo.
-¿En qué estás pensando querida?- susurró sentado en la silla junto a su cama
-Pensaba en la maravillosa vida que tuvimos- le contestó con una suave sonrisa y acariciando su mejilla
-¿Te arrepientes de algo?- cuestionó tomando la mano que le acariciaba para besar sus nudillos
-Sí, de no haberte besado en el momento que te conocí- se rieron quedamente antes de que ella sufriera un acceso de tos, haciendo que su compañero tomara su bastón y se pusiera de pie a su lado
-Respira con calma, profundo y con calma- le consoló acomodándole las puntas nasales que le administraban oxígeno y esperó a que se recuperara- Yo no me arrepiento de nada, me has hecho el ser más feliz del universo y te sigo amando tanto como el primer día- susurró mirándola con entera devoción
-Nunca....- respiró profundo- nunca entendí como alguien tan guapo como tú se fijó en mí, aún con todas esas arrugas eres perfecto
-Es que tú me ves con ojos de amor- se burló levemente- Además soy yo el que no merece el amor de un alma tan bella como la tuya
-Lu...- murmuró poniéndose seria
-No lo digas- contestó él tomando su mano y jugueteando con su alianza dorada
-Amor, hemos estado juntos los últimos sesenta años, me da miedo dejarte sólo- le dijo son pesar
-No seas tonta- le dijo restándole importancia- tendré a nuestros adorado perros, a tus hermanas y nuestros ahijados
-¿Nunca me odiaste por no poder darte hijos?- sollozó la mujer con pesar, dejando salir un antiguo miedo
-Jamás- tomó su rostro y pegó sus frentes-No hay nada en este universo que pudiera hacer que te odiara
-Prométeme que vivirás- susurró con suaves lágrimas corriendo por sus mejillas
-No puedo hacer eso, soy mayor que tú querida...
-Sabes de lo que hablo, promete que no harás nada estúpido cuando ya no esté- exigió
-Lo prometo, ahora hazme espacio- Lucifer se movió con lentitud para recostarse junto a su esposa y abrazarla contra su pecho.
Esa misma noche Liora Bennett falleció a los 86 años de edad tras una larga lucha contra el cáncer, su esposo Lucifer Morgenstern cuatro años mayor le sobrevivió apenas dos meses más antes de morir pacíficamente mientras dormía.
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NEW YORK, ESTADOS UNIDOS. AÑO 2334
Era una ventosa tarde de octubre junto al río Hudson cuando lo vio, era un hombre de unos treinta años, 1.70 m de estatura, piel bronceada, cuerpo musculoso y en forma, cabello y barba café cobrizo, simplemente no podía quitarle la mirada de encima y sentía al alma atrapada en su interior palpitar en su dirección, su interés era tan evidente que él y sus compañeros se dieron cuenta.
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Goral (גורל)
Roman pour AdolescentsHace mucho tiempo, en épocas en las que el hombre no era siquiera vestigios de lo que es ahora, Yahveh, padre y creador de todo, decidió terminar con la solitaria existencia de sus amadas creaciones. Él comandó al cosmos diciendo que todos sus hi...
