A los doce años Chan empezó a estar más tiempo en casa, las visitas eran constantes, además de molestarme aún más.
— Hyo. —me sacudió— Hyo, Hyo ya despierta... —volvió a sacudirme pero está vez más fuerte logrando que me quejara y me volteara a una posición más cómoda— ¡Choi Hyo!
Abrí uno de mis ojos y lo observé.
Estaba vestido y olía a jabón.
Volví a cerrar mis ojos y me abracé a mi almohada.— ¡Hyo!, ¡Ya basta! —tomó mi sábana y yo volví a quejarme.
— ¡¿Qué quieres?! —le tiré mi almohada en la cara y este la tomó y la colocó en su lugar.
— ¡Ya levántate!, ¡llegaremos tarde a clases! —dijo tomándome de las muñecas y sacudiéndome.
¿Clases?, ¡Ah!, ¡Clases!
— ¡Chan por qué no me dijiste antes! —dije levantándome.
Corrí hasta la estación del metro jalando del brazo a Chan, pero este caminaba muy lento.
— ¡¿Chan no ves que vamos tarde?! —grité y este rió.
— No, no lo hacemos... —lo miré frunciendo el entre cejo— te levanté más temprano, son las seis en punto. —sonrió y yo abrí mis ojos como platos.
Me había engañado.— ¡Eres un mentiroso! —acusé con mi dedo y su sonrisa se ensanchó más.
Chan solía engañarme más seguido de lo normal, una vez me dijo que Han Jisung —el chico que me gusta— me había escrito una carta y que quería verme para dármela. Todo fue una cruel mentira, el quería mis apuntes de química y sólo dijo aquéllo para que soltara el cuaderno.
— Así me quieres. —habló con una sonrisa, me quejé y me senté en un lugar libre del tren.
— ¿Te he dicho que eres muy molesto? —pregunté y este rió levemente.
— Todo el tiempo... —habló sentándose a mi lado— pero ya no me afecta, más bien me motiva a seguir... —sonrió y yo bufé— ¿Ya está mejor?
— ¿Qué cosa? —pregunté y este tomó mi mano— oh, eso, sí, está mejor.
Una herida que me había hecho ayer por su culpa, yo estaba cortando una manzana y Chan me estaba hablando –pobre, como no habla él en todo el día, nótese el sarcasmo–. El punto fue que él se acercó para tomar un trozo y logró que el cuchillo se moviera haciendo una pequeña herida en mi mano. El chico entró en pánico. A Chan no le gusta verme heridas, que alguien me golpee –así no fuera intencionalmente o así sea el mismo quién lo hizo– o verme enferma, entra en pánico.
La semana pasada tenía fiebre a temperatura muy alta, mi mamá –por supuesto– me atendió pero él estaba atento a cada movimiento que yo hacía o qué ella hacía que ya la tenía harta –a mí también–.— ¿Ya está bien? —preguntó, mi mamá me colocó un pañuelo mojado.
— Ha bajado la fiebre, pero no del todo. —respondió ella.
— ¿Cómo que no del todo?... —mi mamá lo observó con el celo fruncido— ¡tiene que hacer algo!, ¡los pañuelos húmedos no están funcionando!, ¡necesita otra cosa!.
— Chan. —dije como pude.
— ¿si? —se acercó con su rostro de preocupación. Miraba atentamente esperando mis palabras como si fueran las últimas.
— Sal de aquí.
No es divertido enfermarme por ello.
— Eres muy desordenada. —dijo mirando el interior de mi casillero.
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𝑂𝑢𝑟 𝑠𝑡𝑟𝑒𝑒𝑡 - 𝐵𝑎𝑛𝑔 𝐶ℎ𝑎𝑛
Фанфик¡Deja de mentirte de una vez, Christopher! •adaptación de _jisungummy •heterosexual. •inicio: 10 de junio de 2019. •49 capítulos.