𝑂𝑢𝑟 𝑠𝑡𝑟𝑒𝑒𝑡 - 𝐵𝑎𝑛𝑔 𝐶ℎ𝑎𝑛

Gift for you ; 13

San Valentin.
Era San Valentin.
¿Hace cuanto aquélla fecha no significaba nada para mi?, no lo sé, pero con la llegada de Chan ahora se volvió importante.

En el trayecto hacia el instituto se podía observar las tiendas llenas de flores y obsequios para esta fecha tan especial. Todos eran tan cursis y bonitos. No me
gustaban mucho aquellos regalos, prefería una salida normal a comer cualquier cosa.
Pero si Chan me regalaba algo asi no me quejaría.

Recuerdo cuando me gustaba Hwang Hyunjin en secundaria, él estaba en preparatoria en
ese entonces y de seguro me veía como una niña con las hormonas a flor de piel.
Aquéllos San valentines los cuales escribia cartas para Hyunjin y se las entregaba a
Chan para que pudiera entregarselas, pero Hyunjin nunca respondia. Nunca se acercó a mi y nunca se fijó en mi, hasta tal punto en que este terminó el instituto.
Ahora mismo debe de estar en la universidad. ¿Se acordará de mi?

Sonreir al recordar lo loca que estaba por Hwang Hyunjin.
Hina me observaba con una mirada fulminante y paré de sonreir.

- ¿Qué pasa? -Pregunté quitándome los audifonos de mis oidos.
Ella me tendio una caja y yo frunci el entre cejo.
Allí decia "Para Hina" lo que me hizo abrir los ojos como platos.

- ¡Te regalaron algo! -grité y me levante de golpe de mi silla.
Me sentia feliz por alguna razón, Hina nunca había recibido un regalo en este dia.
Ella sonrió cabizbaja mientras la sacudia y la llenaba de preguntas.

Yo siempre recibía regalos -sólo uno por año-, pero por alguna razón los chicos de los cuales provenían esos regalos eran chicos con los cuales nunca he hablado o visto.
Incluso, el del año pasado fue un chico que nunca habia notado que estudiaba en mi
mismo salón. El pobre Lee Jooheon. Este me obsequió una carta, la cual recibí con mucha vergüenza ya que lo hizo en el salón frente a todos. Todo ese año me llamaron "Lee Hyo"

- Fue Lee Minhyuk de la clase de al lado... -habló esta- sabía que debia cruzar la puerta más rapido. -se dijo a si misma y reí.

- Bueno, al menos te dieron algo. -alenté y está me miró nada feliz.

Minhyuk era el chico molesto que siempre le insistia a salir, pero ella no quería nada con este.
Que triste.

- ¿Chan no te dará algo? -preguntó.

La verdad yo no lo sabia, tampoco esperaba algo. pero aquéllo sin duda me haría feliz. Además, yo debía darle mi regalo, uno el cuál compré camino hacía el instituto.

- La verdad no lo sé... -dije- igualmente no me importa mucho si lo hace o no... -esta me observa con una ceja alzada- ¿Qué? -negó.

La verdad lo único que me importa ahora es entregarle el regalo, pero no sabía como hacerlo.

Me avergonzaba hacerlo frente a todos y aun más frente a ti ya que no sabría tu reacción.

°•°

Esto es terrible.
No sé como entregarle el regalo.

Pero al parecer varias chicas si supieron como hacerlo, se ve tan fácil. Ellas sólo caminan hacia este, se lo entregan, él sólo sonrie amablemente y agradece.

- Hyo, no has comido nada. -dijo Minho a mi lado.
Cierto, aun mi comida está intacta y aun mis ojos están en Chan quien recibió otro regalo, el cual no es el mío.
Suspiré.

- No tengo hambre. -hablé colocando mi cabello hacia atrás y observandolo.
Minho frunció el entrecejo.

Debía intentar, intentar darle mi regalo, el cual no era nada parecido al que las chicas le daban. Era simple, una simple carta que habia escrito hace mucho, la cual agradecía nuestra amistad y le decía lo mucho que lo quería, sin hablar -claro- de que
este me gusta. Sólo quería hacerle saber lo especial que este era para mi.
Aparte, compré unos chocolates para él.

Es una bomba de tiempo y yo aun sigo observando, mientras que el tiempo se acaba.

- ¡Hyo! -en un abrir y cerrar de ojos, este ya se acercaba a mi sonriente. Minho se había ido y yo estaba sola en aquélla mesa.

¿En qué momento Minho se despidió de mi?

-¡Hola Hyo!... --se sento frente a mi- ¿Cómo has estado?
Coloqué mi mano en mi mochila, en el lugar donde estaba la carta.
Estaba tentada, era mi oportunidad.

- Estoy bien... -hablé y otra chica se acercó a dejarle un regalo, era un chocolate- Has recibido muchos regalos.
Este asintió.

- Sí,¿tú no? -preguntó curioso y se formo en sus labios una rara sonrisa pícara.

La verdad, Minho me había obsequiado algo al sentarse junto a mi anteriormente.

- No, nadie aún. -mentí y este me observó atentamente.

- No te desanimes... --buscó en su mochila y saco de allí una pequena caja, la cual me tendió- este es tu regalo. -sonrió.

Siento mis mejillas arder y supe que era mi momento, el momento de actuar.

- ¡Chan! -una chica lo llamo y este se levantó.

- ¡Channie! -tomé su mano y este me observó confundido.
Quise golpearme por haberlo hecho.
Sus ojos me pedían una respuesta por mi acción y observé a la chica, la cual tenía el regalo en sus manos. El regalo de esta para Chan.

Era mi oportunidad...

- Que tengas un buen día. -dije y sonreí torpemente.

Y no la aproveché.

¿Por qué no lo hice?, que idiota soy.
Observaba un punto fijo. mientras volvía a sumergirme en mi depresión por no haber aprovechado aquella oportunidad.

Desearía no ser tan cobarde.

-¡Hyo!

Desearia no ser tan insegura.

-¡Hyo! -salí de mis pensamientos gracias a Hina- ¡Ya vámonos!

¿Ya habíamos terminado? ¿Ya debía irme a casa?, estaba confundida.

- Debo irme, los chicos me están esperando... -tomó su bolso y yo me levanté de mi sitio- ¿Hyo?, ¿te sientes bien? -yo asentí.

- Ya vete. -sonreí y esta también lo hizo para correr hacía fuera.

Todo estaba obscuro, al parecer si iba a llover, pero sólo había la brisa fuerte.
Observé mis zapatos en busca de perder más tiempo y esperar a Chan, si es que este aún estaba aquí.
La brisa revolvió mi cabello y yo lo acomode. Mi vista localizó a un amigo de Chan, Changbin.

Me acerqué a este quién tomaba su bicicleta para irse.

- Changbin... -llamé y este me miró frunciendo el entrecejo- no nos conocemos... -dije y este asintio-eres amigo de Chan, ¿dónde está?
Este se acercó a mi junto con tu bicicleta.

- Se fue hace un minuto junto con Jisung y... -abrí los ojos y comencé a correr antes de que terminara la frase.

Corrí hasta la calle donde lo vi junto a sus amigos, los cuales cruzaban la calle hasta llegar al otro lado.

- ¡Channie! -grité y este paró.

- ¡¿Hyo?! -gritó este ahora.

- Quiero... --pasó un auto interrumpiendome.

Sí, tal vez debí cruzar la calle, aunque no fue necesario ya que este lo hizo dejándo a sus amigos.

- ¿Qué decías Hyo? -preguntó acercándose.

Si, tal vez aquélla oportunidad la desaproveché, pero esta no.
Esta vez si se la daré.