𝑂𝑢𝑟 𝑠𝑡𝑟𝑒𝑒𝑡 - 𝐵𝑎𝑛𝑔 𝐶ℎ𝑎𝑛

Do you miss me? ; 11

Abrí mis ojos con pesadez, despertando de mi sueño.
Levanté mi cabeza lentamente y me quejé al sentir una pequeña punzada en mi cuello, no fue bueno dormir en aquella posición.
Mis ojos encontraron el rostro relajado de Chan, estaba dormido.

Tomé mi teléfono, el cual había puesto en la mesa de café. Mis ojos se encogieron con la luz de mi celular impactar en mi rostro, ¿por qué tenía tanto brillo?

Dos de la mañana.

Lentamente me senté en el sofá sin despertar a Chan y lo observé.
Sería mejor despertarlo, el sofá no es un buen lugar para dormir, podría despertarse dolorido como me ocurrió.

- Channie... -susurre acercándome a este otra vez, no despertó- Channie... -con mi dedo toqué su mejilla levemente y este giró su cabeza hacia el otro lado aún dormido.

Suspiré.

No sería fácil.

Me levanté de este y coloqué la sábana sobre él para irme hacia mí habitación, pero una mano tomó mi pierna parandome.

Abrí mis ojos como platos y voltee.

- ¿A dónde crees que vas? -dijo este gravemente observandome, yo reí levemente.

Así que así se despierta, ya tengo la táctica.

- Vamos a dormir. -extendí mi mano esperando que este la tomara. Se sentó, se estiró y se levantó para caminar adormilado en un acto que me enterneció.

- ¿Dónde dormiré Hyo? -preguntó y yo paré mi caminata.

No había pensado en eso.
La habitación que este usaba antes ahora la utiliza mamá cómo gimnasio.

Mordí mi labio inferior y este paró también, dándose vuelta.
Ojos entre cerrados y su cabello revuelto, se ve muy lindo, quisiera verlo siempre así.
Sonreí al verlo rascar su ojo derecho con su puño como un niño de cinco años.

- ¿Podría dormir contigo? -preguntó y yo quedé congelada en mi lugar.

- Bien.

Dos de la mañana aún y ambos teníamos una pelea de miradas ya que no podíamos dormir.
Mis padres ya habían llegado, pero cuando estaba dormida, según Chan.

Este iba a soplar mis ojos pero me alejé rápidamente al ver su intención.
Estaba haciendo trampa.

- Haría esto todo el día.

- Dirás la noche. -reí y este lo hizo también, pero ninguno pestañó.

¿Quién ganaría?, no se sabía.
Yo soy muy torpe, así que en cualquier momento podría olvidar que jugamos y pestañearía, eso era seguro.
- Yo ganaré Hyo. -habló y yo negué.

- No... -dije y me crucé de brazos- yo lo haré.

Sonrió. No podía descifrar su sonrisa, parecía malévola y al mismo tiempo pícara.
Esto no olía bien, ¿por qué lo hacía?

Chan se acercó a mí rostro y cuando sentí nuestras respiraciones tan cercanas ocurrió lo que yo espe9.
Cerré los ojos. Los apreté, lo empujé y corrí hasta mi cama para taparme con mis cobijas. Escuché a Chan reír y acercarse.

- ¡Te dije que ganaría! -le escuché decir y luego sentí la cama undirse a mi lado.

- ¡No eres justo conmigo! -dije y este rió nuevamente.. Luego se formó un silencio, el cuál era tranquilizante, ya que al menos no vendría mi madre -otra vez- a decir que nos callaramos.

- Hyo. -le escuché decir y yo quité la sábana de mi rostro para observarlo.
Aunque técnicamente no lo observaba claramente, ya que la habitación estaba oscura, este había apagado la luz.

- ¿Sí?
Este aún me observaba sin decir nada.

Tomó un extremo de mi sábana y se adentró a ella.

- No sabes cuánto te extrañé... -dijo suavemente sin quitarme la mirada- extrañaba estar contigo. -me voltee completamente para observarlo mejor.

Aquello que decía sonaba tan sincero, pero si tanto me extrañaba... ¿por qué me evitaba?
Allí dejé de escucharlo y me centré en mis pensamientos.

¿Por qué no me escribía algún mensaje en ese entonces?, ¿por qué nunca me dijo que se iría a mudar?, tantas preguntas que rondaban en mi cabeza mientras observaba como los labios de Chan se movían al decirme palabras. Palabras a las cuales no prestaba atención.
Por un lado lo detestaba por nunca más contactarse conmigo, pero por
otro lado, me hacia feliz el que haya regresado y que todo sea como
antes.

- Hyo, ¿tú me extrañaste?

°•°

Esperaba sentada en la azotea a la bibliotecaria Minji para tener mi primer dia como su ayudante.
Esta tardaba mucho, no me molestaba, en realidad no me importaba si esta no llegaba. Seria una hora libre para mi y podia irme a casa, ya
que todas mis clases ya habían acabado.

- Qué haces aqui sola? -escuché una voz masculina y levanté mi rostro encontrando a Minho el cual me sonrió.

Vaya, ahora es que se digna a aparecer.

- Estaba descansando y esperando a Minji. -expliqué y este rio para sentarse frente a mi.

- ¿Sabes?, vi a la bibliotecaria irse hace como una hora antes de venir hacia aqui... -explica ahora está jugando con mi cabello- al parecer le ocurrió algo importante.
Abrí mis ojos como platos.

-¡Minho!, ¡¿y por qué no me dijiste?! -grité y este sólo sonrio.

Pude haber abandonado este sitio y en este momento estaría en mi casa. Hogar dulce hogar.

Trate de pararme pero este me tomo de la muñeca.

- Lo siento, sólo queria pasar un rato contigo.

Ya no hablamos como antes, asi que seria un bueno pasar un rato con el. Mi mejor amigo el cual se ha alejado de mi por ambos no tener suficiente tiempo.

- Tal vez podriamos salir, no lo sé, cuando quieras y puedas. -su rostro pareció iluminarse y abrio sus ojos como platos.-

Al parecer le agrado la idea.

- ¿En serio? -asentí- ¿Te parece mañana?, por ahora ¿quieres que te acompañe a casa? -preguntó.

- Claro, vamos. -Me levante con su ayuda. Fuí en busca de mi bolso y mis pertenencias

Tuve la mala suerte de encontrarme a Chan en el camino.

- ¡Hyo! -corrió hacia mi y me detuve- lo siento, estuve hablando con mis
amigos... -Se acercó sonriente- quieres que te acompañe a casa? -tomó mi bolso.

- Oh, pues... rasqué mi nuca- Minho ya se encargará de eso... -tome mi bolso de su mano- ¿Te parece mañana?

Allí recordé que saldria con Minho mañana.
Ah.

- Está bien... -lo interrumpí.

- ¡No!.. -quise golpearme por haberle gritado- lo siento, mañana saldré con él.

Este asintió.
Soy una torpe, soy una idiota.

- Adiós.