I like you ; 10

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- ¿Tenemos una pijamada? -preguntó este adentrándose a mi habitación y yo lo miré confundida.

¿Pijamada? ¿Con Chan? ¿En casa?, no me huele bien.

- Tienes pijama?... -pregunté y este negó- ¿preguntaste a tu madre si podías quedarte?... -volvió a negar- llámala, yo podría prestarte una pijama de mi padre.

Este se tiró en mi cama.

- Bien, gracias Hyo. -sonrió y tomó su teléfono del bolsillo de su pantalón.
Yo me dispuse a salir de la habitación en busca de la pijama.
La verdad no tenía ni idea de dónde las esconde papá, a él no le gustaban las pijamas porque lo hacían ver "tonto" y las escondió.
Tal vez Sungsoo sepa en donde, siempre es muy unido con él.

- Sungsoo... -entré a su habitación y no estaba- ¿Sungsoo? -toqué la puerta de su baño y la abrí, tampoco estaba allí.

¿Dónde diablos se metió?, al llegar fue directo a su habitación, incluso, lo escuché cerrar su puerta con seguro.

Hice un pequeño tour por la casa, en busca de mi hermano, pero no aparecía por ningún lado.
Fuí al último lugar que me quedaba por revisar: la sala. Sí no estaba allí ya era seguro de que escapó de casa, además de que nos matarían a Chan y a mí por perderlo.

- ¿Sung... -paré- ah, allí estás.
Estaba sentado en el sería comiendo helado, y no cualquier helado, el de mamá.
Morirá, eso es seguro. No iba a decirle nada, este se daría cuenta por si solo -tarde-.

- ¿Dónde están las pijamas de papá? -pregunté y este giró su cabeza para observarme con pesadez.

- Abajo de la cama, en un maletín. -dijo y metió una cucharada de helado de menta y chocolate a la boca.
Sí, estará muerto cuando mamá llegue.

Fuí rápidamente hacia donde dijo, sin agradecerle ya que por su rostro se notaba que no quería que interrumpiera su película.

Efectivamente estaban donde dijo Sungsoo, tomé la primera que ví y la sacudí ya que estaba polvorienta. Al sacudirla no surgió ningún cambio, igualmente estaba polvorienta. El único efecto que hizo fue que estornudara al sacudirla.

Volví a la habitación y Chan estaba en la misma posición. Estaba acostado boca arriba, pero esta vez sus ojos estaban cerrados y supuse que se había dormido.

Sonreí y coloqué la pijama en mi tocador sin hacer ruido.
Me acerqué a Chan silenciosamente y me coloqué encima de este sin aplastarlo, sólo quería verlo.
Sólo quería examinar su hermoso rostro.

Su rostro angelical tan pacíficamente relajado, sus ojos cerrados, su respiración lenta, sus pestañas largas y sus labios, sus labios rosas.
Chan era una obra de arte ante mis ojos.
Curvee tontamente mis labios en una sonrisa estúpida.
Estuve a punto de alejarme pero unas manos se posicionaron en mi espalda baja, sentí todo mi aire irse y mis ojos se abrieron de golpe.
Las escurridizas manos hicieron que mi cuerpo se apegara al de Chan dejándome acostada encima de este.
Allí mi ritmo cardíaco se aceleró.

Estaba tan cerca de este, de su rostro, pero no estaba tranquila.
Observaba su rostro, relajado a diferencia de sus manos, las cuales tomaron caminos diferentes: la derecha se quedó en el lugar inicial, pero la izquierda se colocó en mi nuca.

- Channie... -susurre pero este hizo caso omiso- ¡Channie! -hablé un poco más fuerte y ví una sonrisa formarse en su rostro, luego abrió sus ojos y me observó.

- ¿Qué ocurre Hyo? -preguntó inocente- al parecer me dormí. -soltó una risa leve y yo me senté en su cadera deshaciéndome de sus manos.

Estaba nerviosa, había olvidado lo que se sentía tener tanta cercanía. Sentí mis mejillas arder ante su risa, había jugado conmigo.
Cubrí mi rostro con mis manos en un intento ridículo en ocultar mi sonrojo y mi vergüenza.

- Hyo... -este sonrió divertido y se sentó volviendo a encontrar la cercanía que se había perdido- Hyo... -tomó mis muñecas y las retiro.

No sabía cuán cerca estaba de mi.

- Allí está tu pijama. -dije suavemente y este asintió sin importancia.
Solo me observaba, su vista paseaba por mí rostro hasta concentrarse en mis labios.

- Bien. -dijo este con la vista fija en mis labios.
Sentí mis mejillas quemar y tragué en seco

Este se acercó hasta que nuestras respiraciones se combinaron y yo entré en pánico levantándome rápidamente de la cama.

- Toma... -agarré nerviosamente la pijama y se la di- vístete.
Este asintió sonriendo y se levantó de la cama para deshacerse de su suéter del instituto.
Luego empezó a desabotonar su camiseta y abrí los ojos rápidamente.

- ¡Aquí no!

No estoy lista para ver eso.

°.°

Ambos veíamos una película, eran las diez de la noche ya, Sungsoo ya debió de haberse dormido y eso era bueno. Esperaba que mamá llegara para que castigara a este por haberse comido su helado, pero mis esperanzas se fueron a la basura cuando mi madre llamó para decirnos que llegaría junto con papá tarde, ya que estaban en una fiesta.

La película no era de mi gusto, pero si el de Chan, ya que es fanático de Iron Man.
Mis ojos iban de la película hasta su rostro inconsciente, el cual se encontraba hipnotizado por la película. Su boca estaba entre abierta y sus ojos fijos en aquel televisor, parecía embobado.
Reí levemente por su rostro y me abracé a mi misma.
Ambos estábamos separados uno del otro, no quería tener aquella cercanía de hace un rato. Yo me encontraba en un extremo del sofá y esté en el otro extremo.
Me acurruque en mi sitio, tomando mis piernas junto a la fina sábana que me cubría -no demasiado, ya que me moría de frío- y coloqué mi cabeza hacia un lado hasta quedar pegada al respaldar del sofá.

- Hyo... -le escuché decir suavemente y voltee a verlo- ¿tienes frío?, puedes acurrucarte junto a mi. -yo negué curveando mis labios hacia arriba y este sonrió para volver a la película.
No más cercanía, no.
Pero quería abrazarlo.

Lo miré y este se abrazó a sí mismo aún con la mirada en la película.

Miré mis piernas, las cuales estaban cubiertas por la fina sábana de color rojo carmesí.
Tenía mucho frío y quería tener la cercanía de Chan para calentarme.

Volví a mirarlo y mordí mi labio inferior.
Al final me rendí.
Gatee hasta este con la cabeza baja, este pareció entender lo que quería y abrió sus piernas para encajar mi cuerpo allí, quedando acostada encima de este. Mi cabeza quedó en su pecho, podía escuchar sus latidos.
Observé cómo este me rodeaba con sus brazos y yo igualmente lo hice.

Ya todo estaba bien, ya no tenía tanto frío.
Me gusta la cercanía de Chan.
Me gusta sentir cerca de mi a Chan.
Me gusta Chan.

𝑂𝑢𝑟 𝑠𝑡𝑟𝑒𝑒𝑡 - 𝐵𝑎𝑛𝑔 𝐶ℎ𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora