Capítulo 8

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Corrió y corrió, no sabía ni por cuál camino había salido corriendo pero no podía parar. No después de vivir tal escena. Una cosa era haber conocido y ser atacado por un vampiro pero lo que acababa de vivir era una locura.

Se preguntaba qué había hecho en su vida anterior para merecer tal vida. No era justa, nunca lo fue.

Vió un edificio a lo lejos, corrió hasta llegar a la parte del frente y vió que era un especie de centro comercial nuevo, pero seguía en construcción.

Cuando pudo encontrar un espacio para entrar se desplomó en el suelo. Jadeaba mucho, por la adrenalina del momento no notó que tenía un rasguño en el costado derecho del abdomen. Seguía tratando de regularizar su respiración, inhalaba y exhalaba. Puso su mano sobre la herida para hacer presión y así la sangre dejara de salir.

Por suerte, la sangre paró a los pocos minutos. Intentó levantarse pero la energía de su cuerpo había sido drenada por completo. Necesitaba moverse para poder tratar la herida. Ya tenía suficiente con el dolor de cabeza que aún seguía vigente.

No podía hacer más que esperar. Pero gritar no parecía una buena idea. No se le ocurría nada para salir de esa situación. Pensó en poner en práctica algo de su vida en el pasado pero no llevaba el equipo que acostumbraba llevar.

Decidió rasgar su camisa. Rasgó la mayor parte de abajo.

Con un trozo hizo de gasa y empezó a limpiar la mayor parte de sangre que le había quedado alrededor de la herida. Usó más de dos trozos para eso.

Dejó el más grueso para usarlo de vendaje. No era con lo que acostumbraba a trabajar pero era mejor que nada.

Una vez estuvo satisfecho con su vendaje improvisado reposó su cabeza en la pared que tenía detrás. Tenía que encontrar la manera de salir.

Pasaban los minutos y su cuerpo se sentía más y más fatigado. No podía mantener los ojos completamente abiertos. Ese momento de adrenalina lo había drenado por completo.

Lo que hizo a continuación fue arrastrarse lo más rápido que pudo en busca de un refugio mejor. Necesitaba buscar la manera de quedarse despierto. No podía dormir en un momento de vida o muerte.

Cuando al fin consiguió un almacén lejos de la entrada, verificó las ventanas pero todas estaban selladas, así que se fue gateando hasta llegar al rincón menos iluminado del almacén. A ese punto sus ojos se cerraban constantemente. Se puso la tarea de buscar algún tipo de objeto que pudiera usar como defensa, para su desgraciada el almacén estaba vacío.

Se estaba dando por vencido. El vendaje se estaba volviendo a poner rojo, eso quería decir que la herida volvía a sangrar. No podía seguir rasgando su camisa, no sabía por cuánto tiempo estaría en ese lugar.

Esperó al chico por una hora más pero este nunca llegó, sabía que no podía confiar en él. Decidió ceder ante el sueño.

- Despierta - en su sueño apareció un chico que corría hacia él - Oye, te estoy diciendo que despiertes - el chico le gritaba pero Jaebeom no hacía nada - ¿Acaso eres estúpido? Te digo que despiertes - y sintió una bofetada que lo hizo reaccionar al instante. Abrió los ojos de golpe y ahí estaba. El chico de sus pesadillas, teóricamente.

- ¿Jinyoung? - susurró mientras sus ojos se acostumbraban a la luz. Bueno, a la casi inexistente luz.

- ¿Quién más? ¿Acaso esperabas a Santa Claus? Pues déjame decirte que no soy panzón ni barbudo - Jinyoung se arrodilló para estar frente a frente a Jaebeom. - ¿Estás bien?

Jaebeom tenía la intención de asentir y decir que sí pero sus palabras solo eran susurros casi inaudibles.

- ¿Cómo dices? Sé que soy vampiro pero no tengo buen oído - Jinyoung se acercó más a la oreja del humano.

- Me...duele...la herida - Jaebeom susurraba en el oído del chico. - Se... está - y sus palabras fueron interrumpidas por una leve tos - ...abriendo. - Jinyoung bajó su vista a las vendas improvisadas que ya no eran blancas en lo más mínimo - Hospital... rápido - y con eso dicho tosió más fuerte haciendo que Jinyoung se asustara.

El chico vampiro entró en pánico al ver sudor correr por la frente del humano. Posó su mano y le sorprendió sentir la tan elevada temperatura que tenía. Jadeaba muy pesadamente. La herida también era un problema.

Como pudo quitó las vendas improvisadas que el humano había usado para reemplazarlas por una de las camisas que llevaba encima. Le hablaba constantemente a Jaebeom para que no durmiera. No era médico pero sabía que sí se quedaba dormido en esa situación sería algo peligroso.

Jaebeom solo respondía asintiendo o con monosílabos. Jinyoung uso su sudadero para envolver a Jaebeom, tenía que mantenerlo caliente. Cuando hubo terminado sus "primeros auxilios", lo cargó en su espalda y empezó a correr. No podía ir tan rápido por temor a que la herida se abriera más.

Al salir de la construcción se dió cuenta que nunca en su vida había ido a un hospital. Por lo tanto no sabía a dónde ir.

Entonces en su cabeza apareció el rostro de su amigo. Sabía que él le ayudaría, no importaba la situación.

Corrió lo más rápido que el cuerpo herido apoyado en su espalda le permitía. Llegó en menos de 20 minutos. Para estar casi al otro lado de la cuidad se había tardado mucho en llegar. Cargar a alguien no le gustaba porque hacía que su velocidad disminuyera.

Subió las escaleras del edificio un tanto descuidado. Llegó al piso correcto y tocó la puerta número 14D.

A los pocos segundos un chico un poco más bajo que Jinyoung, con el cabello teñido de rosa abrió la puerta. Lo vió de pies a cabeza para luego dejarlo pasar.

- Gracias, Kihyun. Me has salvado. - dejó a Jaebeom en el sofá lujoso que no encajaba para nada con el edificio, al igual que todo adentro del apartamento.

- Sabes que después de esto me deberás un favor. - Jinyoung sólo sonrió mirando al pelirosa - Mark está en la otra habitación, deja al humano junto al otro.

Jinyoung no se sorprendió en enterarse que Mark estaba en ese lugar. Siempre que ocurría algo sumamente grave acudían al renegado Kihyun, quien se había alejado del clan cuando su novio había aceptado ser un matón a sangre fría solo por recibir más dinero y sangre por parte del líder.

- Increíble, dos humanos en una noche. Uno con una contusión y el otro...- volteó a ver al pelinegro tendido junto al chino, caminó hasta llegar junto al cuerpo de Jaebeom y posó su mano en el pecho - con fiebre, una herida un poco profunda y dolor intenso de cabeza. Jinyoung, ¿qué le hiciste? - Kihyun apartó su mano de Jaebeom y vió al azabache con ojos curiosos.

- Oye, no le hice nada. Lo único que yo hice fue el dolor de cabeza. Estuvieron dentro de su mente muchas veces esta noche. - Jinyoung hizo un puchero con sus labios y se cruzó de brazos.

- Deja de comportarte como un infante y traeme mi botiquín. Necesito limpiar la herida antes de que sea grave. - el pelirosado sacó a Jinyoung de la habitación. Cuando los quejidos del azabache se fueron alejando más vió a Mark. - ¿Es este chico?

- Sí, y no es el único. Él - dijo señalando a Jackson - y otro más. El jefe los está buscando. Hará lo que sea para verlos muertos.

- Entonces...¿qué es lo que hará Jinyoung? - preguntó Kihyun viendo la respiración irregular del pelinegro - No puede protegerlo. No mientras su tío sea el jefe del clan.

The Vampire ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora