3. Insinuación

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Cuando Emily recibió el mensaje de Ben con su dirección estuvo gratamente sorprendida. El lugar no quedaba tan lejos como para tener que tomar el bus. Quedaba a unos veinte minutos a pie desde su casa y a ella le encantaba caminar por la ciudad. Así que a las dos treinta de la tarde del día domingo, ella salió de su casa para ir a la Ben. No sabía que estaba haciendo, pero sabía que al menos la tarde del domingo sería más divertida con él.

Era mediado de abril en NY y ya comenzaba a aparecer el calor característico de la ciudad. Camino con paso tranquilo, en una mano sosteniendo el estuche de la guitarra que llevaba. Había decidido llevar la eléctrica, se notaba que Ben no era un chico de guitarra acústica. Volvió a recordar la performance de Dazed and Confused e hizo una nota mental para tocarla hoy.

Pensaba atacar a Ben con preguntas. Ciertamente ella había visto su película, gracias a que Alice la había obligado a verla diez veces. Si, diez. Así que primero quería ver su habilidad con la batería y después atacarlo a preguntas. Ya lo había hecho con Joe y ahora podía hacerlo con Ben. Era muy probable que él fuera mucho mejor que ella en batería. No mentía cuando decía que en realidad lo que sabía era muy básico. Ni siquiera podía componer la batería de una canción, solo podía imaginar el sonido y le decía a sus compañeros que lo tradujeran a música real.

Cuando llego fuera del edificio donde vivía Ben, le mando un mensaje diciendo que iba a subir. El respondió rápidamente, muy rápido, que solo subiera, que la estaría esperando. Ella rió un poco y negó con la cabeza guardando su celular.

Entro al edificio, se registró con el conserje y fue al ascensor. Marcó el número del piso al cual se dirigía y esperó. Sintió un cosquilleo de anticipación y una risa nerviosa salió de ella antes de que el ascensor parara. Salió y camino a la puerta 613. Tocó el timbre y esperó.

Ante el sonido del timbre, Ben corrió a abrir la puerta. Sonrió mirando a Emily del otro lado. Sin decir nada, la dejo pasar. Ella entro, dándole una sonrisa. Ben cerró la puerta suavemente y se giró para verla. Ella estaba sacándose la mochila y dejando la guitarra en el suelo. A Ben le gustaba lo que veía. Pelo corto, castaño – no negro –, top rojo, pantalones anchos de igual color, zapatillas con plataformas.

Em se sentía observada, ciertamente. Dejo sus cosas en el sueño y se agacho para comenzar a sacar todo sin decir ni una palabra.

- Cómo estás? – Ben fue el primero en hablar. Camino y se puso delante de ella. Ella alzo la mirada.

- Bien, un poco cansada. Me vine caminando desde mi casa – se encogió de hombros.

- Muy lejos? –

- Un poco, unos veinte minutos caminando. Pero estoy bien, no te preocupes... ¿y tú, Ben? ¿Pudiste cambiar el parche?

- Si, está como nueva... ¿quieres venir? – ella asintió y tomó el estuche con la guitarra, el amplificador de mano y el pedal. Ben la ayudo con el pedal.

- Hey, esto pesa... -

- Sí, es verdad – rió un poco – pero estoy acostumbrada. Siempre lo llevo a todas partes –

Ben la llevo a la habitación donde tenía su kit y la dejo pasar primero a ella. Em sonrió al ver la batería y pasó los dedos por el Hit Hat. Suave, buena calidad. Exquisito.

- Una muy buena batería, Ben – le dijo sonriendo. Él se limitó a asentir. Se acercó a ella para dejar el pedal en el suelo y camino a la batería.

- No quieres algo de beber? Tengo agua, gaseosa, cerveza...

- Una cerveza estaría bien, gracias –

Green Eyes | Ben HardyWhere stories live. Discover now