FLORAL VIBES © |1|

Capítulo 22

PARTE 1

El lobo amado

Capítulo 22 - ALIÉNOR

A la mañana siguiente me despierto antes de que saliera el sol, es sábado un día perfecto para descansar. No pensar en nada. Me levanto cuando oigo la bocina de un auto y veo luz en la habitación. Empapada en sudor y temblorosa por culpa de lo sucedido antier. Pienso en muchas cosas, más que todo en lo lindo de como actuó Iker antier, a pesar de que era el cumpleaños de su hermana menor. Me siento tonta, ligera y feliz al pensar en él.

Iker se ha quedado unos días en la casa, nos está acompañando al abuelo y a mí, incluyendo a la manada haciendo rondas y patrullaje.

Hoy es el día de cambiar de rutina. He estado en la cama toda la mañana. Al terminar de escoger la ropa que me voy a poner, siento la presencia de alguien, mis sentidos se agudizaron con la transformación, el sentido del olfato me índica un olor a cigarrillos y tierra creó qué es él, Iker.

—Pensaba despertarte.
—¿Quieres salir a caminar?
—Pero antes vamos a desayunar.
—Vamos.

Con estos dias tan intensos falte a clase. He enviado los correos correspondiente a los docentes por haber faltado a sus asignaturas, con eso listo volví a mi rutina. Al cabo de un rato estamos en una cafetería cerca de la universidad, algunos profesores nos acompañan y nos observan.

Acude a mi mente lo ocurrido ayer, el cumpleaños de Liubov y el mío, la transformación, todo. Estoy agotada. Apenas pude dormir. Cierro los ojos por un instante al abrirlos lo miro a él.

Él sonríe.

—Es como un poco temprano.
—Lo sé.
—Para mí es muy tempano.
—Dormilona —dice él— Aunque hoy fue una excepción.
—¡Correcto! —digo terminando mi café.

Iker me lleva a casa. Estoy en mi habitación, todo está como lo deje, salvo de la cama, está ordenada y yo la deje vuelta mierda.

—Ali —dice el abuelo entrando a mi recámara— puedo pasar.
—Claro —digo mientras me siento en la cama recién tendida.
—Me contó Nelsón que antier tuviste la transformación —dice sentándose a mi lado y agarra mi mano derecha —Por eso estabamos reunidos.

—¿Recuerdas algo con claridad de ese día?— pregunta.

—Si abu —y añado— ¿Quién es Nelsón? 

—Es el padre de Max —responde y añade — Nelsón es el alfa y se tiene que cumplir lo que él diga, pero algunas veces me pide consejos de varias cosas.
—Abu, antes de Nelsón ¿quién era el alfa? —Interrumpo al abuelo.
—Pues hace cinco décadas era yo, pero... —pausa mirando al suelo nostálgico y añade— Por las reglas de la manada tu padre iba a ser el alfa, como tu padre estaba dispuesto a irse decidió pasarle el mando a Nelsón, después de tres años tu padre se va del país.
—Él sabe que yo soy su hija —digo mirando al abuelo.
—No —responde y añade— Él piensa que su hija fue robada.
—¿Por qué él piensa eso? —preguntó, mi voz sale ronca y seria.
—Porqué tu madre te quería proteger, por eso vivías con los mejores amigos de tu madre, con humanos —responde mirándome a los ojos.

—Pero las cartas que resibo a mí nombre y el destinatario es él— digo

—Hace unos meses como a ti te ocurrio, yo le dije la verdad a él.

—Porque tanto misterio

—Como

Se crea un silencio incómodo que lo interrumpe un sonido que viene del piso de abajo, cómo sí estuvieran tocando la puerta. El abuelo se levanta y camina hacia la puerta de mi recámara.