Muerto y Enterrado

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—No te enamores... en una ocasión yo lo hice, abrí mi corazón a una mujer. Creía que no había nadie en el mundo igual a ella, no podía entender cómo se las arreglaba para amar a un individuo tan espantoso como yo.

Llegó el punto en que no podía enfrentar la vida sin su luz.

Este mundo es horrible, corrompe a las personas que amas; las destruye, hace que te apuñalen por la espalda, que te culpen por traer a los demonios que ellos mismos crean.

-Jack

.......

El Dominio

La dificultad para conciliar el sueño era cada vez mayor. Christopher llevaba más de dos semanas con insomnio, esto desde de la muerte de Chico, la ironía radicaba en el hecho de que su problema no tenía mucho que ver con el violento asesinato.

Alessandra y Angelique Nero, eran las protagonistas de su preocupación y nerviosismo casi paranoico. Desde hace varios días recibía extrañas cartas de amor con amenazas de muerte y encontraba cadáveres de ratas despellejadas en su casillero. La letra en todas las cartas era igual, escritas con sangre y repletas de poemas que denotaban una obsesión enfermiza y aberrante.

En una ocasión atrapó a Angelique espiando; cuando la descubrió intentó explicar el extraño plan de Alessandra para volverla loca, por desgracia ella ya estaba demasiado lejos de su propia cordura, acusando al muchacho de haberla engañado y atacando con una navaja, que por fortuna no dió en el objetivo, su actitud hacia él era una mezcla de resentimiento, amor y odio que sólo se encuentra en las relaciones más tóxicas y perniciosas, pero Chris no tenía ninguna relación con ella, lo cual volvía las cosas aún más inquietantes.

Los días pasaron, cada uno más difícil que el anterior; la noticia de la desaparición de Chico empeoró un escenario ya de por sí peligroso, todos en la escuela murmuraban, preguntándose cuál sería la reacción del cartel y del maestro Lin.

Marcus y María iniciaron una relación, lo cual se traducía en una bomba para todos los involucrados en la muerte de Chico. Saya, por otra parte se dió a la tarea de encontrar la guarida del tipo que robó el cuerpo, sin resultados importantes por el momento.

¡KNOCK, KNOCK!

—Abre la puerta, viejo.

Era Billie, solo Díos sabría que demonios necesitaba un viernes por la noche.

Suspirando y de mal humor, Christopher abrió encontrándose con Marcus y Billie.
—¿Que?....

Los chicos entraron al cuarto haciendo a su amigo a un lado.
—Hay una fiesta a unas calles de aquí, pensamos que necesitabas un descanso de tu acosadora italiana loca. —le dijo el punk.

El joven negó con la cabeza
—Lo lamento, no puedo ir; drogarse y beber no ayuda a resolver problemas...

Marcus encendió un cigarrillo
—Pero hace que sea más fácil sobrellevar toda la mierda. ¿Que es lo peor que podría pasar?, Ven y relájate un poco.

Al mirar a su alrededor Billie noto que Chris no tenía compañero de habitación, solo había algunos pósters de Black Sabbath, The Doors y los Rolling Stones en la pared.

Deadly Class: Niños Entre SerpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora