~Presentación~

195 17 0
                                    

Zahra

Hace mucho tiempo, yo había tenido la ilusión de poder conocer el hermoso palacio del faraón, pues desde el río Nilo, aquel lugar se observaba siempre tan majestuoso y a veces sentía que me llamaba...

Flash back

-Se dice que el faraón es un chico muy atractivo, me encantaría tanto conocerlo- Aquellos murmullos de las jóvenes que vivían en aquel pequeño pueblo solían llamar mucho mi atención, pero claro... yo las escuchaba desde lo lejos mientras lavaba la ropa a la orilla del río Nilo, de la nada, aquellas miradas se dirigían hacia mí y dejaban de hablar para marcharse, sin embargo, a mi ya no me importaba que me ignoraran de esa forma, así que me limitaba a  observar el hermoso palacio y una extraña sensación me inundaba, cómo si algo me estuviera llamando dentro de aquel lugar ¿Qué era?... a veces, incluso escuchaba una voz que solía decir mi nombre, yo... tenía la sospecha que me llamaban desde aquel lugar, no solía temer, pues la voz era muy dulce y agradable...

Fin del flash back

Asomé levemente mi cabeza por aquella ventana, muchos mercaderes se encontraban en aquel ingreso, las cosas que vendían se miraban realmente maravillosas, este lugar estaba lleno de personas y más adelante se encontraba la entrada al palacio, se miraba realmente majestuoso... de la nada el miedo empezó a inundarme ¿Por qué estaba yo en este lugar?... un mal presentimiento hizo que mi corazón doliera, pues me habían separado de mi querida madre, mi única familia... ¿qué sería de mí ahora? ¿Podré volver algún día?...  de la nada aquel carruaje donde yo iba se detuvo y escuché una voz -Puedes bajar- Un joven moreno, quien me observaba realmente "estupefacto" había abierto la puerta de aquel carruaje, asentí, mientras bajaba y de la nada mis piernas empezaron a temblar... con algo de dificultad empecé a caminar mientras era escoltada por algunos jóvenes y al ingresar habían muchas personas que iban de un lado para otro, algunos se detenían para observarme y murmurar, sin embargo, mi atención se desvió al hermoso palacio, era realmente impresionante e indescriptible, aquellas gigantes estatuas que seguramente eran de oro y hermosas flores que estaban colocadas en gigantes jarrones iluminaron mi vista, jamás había visto algo como esto... por un momento se me había olvidado lo que me había ocurrido momentos atrás, estaba realmente maravillada, de pronto mi atención se desvió cuando escuché nuevamente un comentario "¿Esa mujer tan extraña que hace aquí? mira esas ropas tan sucias..." supongo que en este lugar me tratarán de esa forma también, pero  no importaba, al final, yo ya me encontraba acostumbrada a ese tipo de comentarios...

Flash back

-Querida madre ¿por qué las personas me ven de esa manera? – Mi madre en aquel entonces, cuando era pequeña se limitó a sonreír, no quiso responder a mi pregunta, conforme iba creciendo los murmullos me dieron a entender que el motivo era por mi piel, cabello y color de ojos... pues nos encontrábamos en Egipto y yo era diferente a esas personas... mi madre no me quiso decir el motivo por el cual había nacido con características tan extrañas, pues mi piel es extremadamente blanca, al inicio las cosas fueron difíciles para mi querida madre, pues las personas nos apartaban ya que solían decir que yo era una especie de demonio... fue entonces cuando la enfermedad recayó sobre mi querida madre, así que yo tenía que ver la forma de poder ayudarla, logré encontrar una forma en que las personas no se enfocaran tanto en mi color de piel y fue mancharme de barro, aquella suciedad que solía mantener, ocultaba un poco aquel blanquecino color de piel, así que solía mantenerme de esta forma...siempre.

Fin del flash back

-Por favor, espere en este lugar- Me dijo aquel caballero, estaba frente al trono del faraón, aquel hombre que había ido a traerme también se encontraba a un lado y varios ancianos y unas personas realmente jóvenes se encontraban por aquel lugar, de pronto hicieron el anuncio "El faraón hará su entrada"

En ese instante todos se inclinaron, estaba confundida, pero debía darle respeto al faraón, así que hice lo mismo, justo en ese instante mis piernas empezaron a temblar ¿Por qué me habían traído frente al faraón? Quizás... ¿había hecho algo malo? Fue lo primero que pensé, fue cuando escuché los pasos del faraón en aquel lugar e hizo que los pensamientos que inundaban mi mente desaparecieran... pude notar que varios deshicieron aquella reverencia, yo por mi parte, decidí no hacerlo...

Narradora

-Jovencita, levántate- Dijo aquel anciano, la peli plateada se puso rápidamente de pie mientras no se atrevía a observar al faraón, pues un miedo inmenso la había inundado, sus manos temblaban y sus piernas también.

-Mi querido nieto, por fin, nuestra búsqueda ha terminado- Empezó a hablar aquel anciano, el faraón se limitó a observar a su abuelo un poco confundido -Le presento a su futura esposa-

Al escuchar aquellas palabras la joven se quedó helada "¿Acaso dijo... "futura esposa?" fue uno de los pensamientos de la joven ¿A qué se refería con eso? ¿Por qué habían elegido a una chica de un pueblo casi olvidado? ella no tenía nada en especial, o al menos eso pensaba en aquel instante la peliplateada.

- ¿Qué es lo que acabas de decir? – El faraón se puso de pie mientras dirigía su mirada a aquella jovencita quien estaba viendo hacia el suelo, la impresión de aquella noticia lo había dejado también estupefacto.

-Así es, ella se llama Zahra, de ahora en adelante será considerada una princesa, pasando a ser su reina cuando contraiga nupcias con usted mi señor- Mahad se encontraba arrodillado frente a Atem mientras decía aquellas palabras, aquel joven de cabellos castaños estaba consciente de que a su querido amigo le agradaba aquella otra jovencita de cabello castaño, sin embargo, por el bienestar del reino, aquella relación debía terminar, así que tuvieron que tomar aquella decisión.

-Así es, mi querido faraón, un soberano necesita de alguien a su lado para poder gobernar, estuvimos buscando por todos los rincones de Egipto para encontrar a aquella que es digna para el título de reina, hasta que por fin lo logramos, esta jovencita es la indicada para cumplir ese papel-

Atem se limitó a suspirar, pues sabía que no podía contradecir a su abuelo, después de todo le debía respeto, pues antes que él, también había gobernado en su tiempo, pero decidió dejar el cargo para entregárselo a su querido padre.

-Ahora por favor, señoritas, acompañen a quien ahora será la futura reina y alístenla para la cena con su majestad- La voz del agradable abuelo del faraón había cambiado a una más fuerte y dura, aquellas damas se acercaron y se llevaron a la joven, cuyo cabello era extremadamente largo y platinado, su piel era extremadamente blanca y sus ojos color rojizos hacían que la belleza de la joven fuera incomparable, aunque claro, el faraón no se había percatado de aquello en ese instante pues ésta nunca le dio la cara, Atem únicamente se limitó a observar como el agraciado cabello de la joven ondeaba con cada paso que ella daba, al final se resignó a aceptar lo que su abuelo había decidido, sí era lo mejor para su pueblo, pues no tenía opción.

Continuará...

La flor blanca de EgiptoWhere stories live. Discover now