~Primer beso~

100 11 1
                                    

-Yugi...- Por fin logré alcanzarlo, él se había agotado de tanto correr, me acerqué a él y pude notar su expresión tan lamentable... -Debes amarla mucho- Le dije y él levantó su mirada -¿D-De qué hablas? Yo simplemente me fui de ese lugar...- 

-Yugi no necesitas esconderme nada... sé que te gusta mucho Tea- Yugi simplemente no pudo responderme y yo le sonreí con suavidad -¿Quieres hablar sobre eso?- Luego de unos minutos de pensarlo, asintió y ambos nos fuimos a una cafetería para poder charlar con calma...

-Es algo complicado ¿sabes?- Me dijo mientras tomaba un poco de té caliente, yo había pedido un café caliente –El amor suele ser complicado, sin embargo... también es algo hermoso- Le respondí y un gran suspiro de desánimo se dejó escuchar de su parte –Sí, sólo cuando eres correspondido, pero yo no lo soy...- Volvió a decir, luego de eso giré mi mirada hacia la ventana de aquel lugar y suspiré –Yugi ¿Cómo sabes que no eres correspondido? Nunca le has dicho lo que sientes...-

-¿Acaso no fue obvio lo que sucedió? Ella besó a Atem... es demasiado evidente que no soy correspondido- Dijo un poco molesto.

-Sí, se perfectamente lo que vi... pero quizás ella sólo está confundida... pienso que no debes rendirte aún- Le respondí y Yugi suspiró nuevamente, dirigí mi mirada hacia él –Intenta decirle cómo te sientes, no te quedes con eso en tu corazón- Luego de decir aquello, los dos nos quedamos en silencio mientras bebíamos lo que habíamos pedido, no sé cuánto tiempo estuvimos en aquella cafetería, pero fueron muchas horas, porque de la nada el hermoso atardecer empezó a hacerse notar, pintando el cielo de un tono anaranjado, ambos salimos de aquel lugar, al parecer Yugi ya se había calmado.

-Gracias por acompañarme el día de hoy... realmente me sentía muy mal- Me dijo mientras caminábamos por aquellas calles, yo sonreí con suavidad –No debes agradecer, sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo pero...realmente disfruto mucho pasar tiempo con ustedes y siento que un lazo especial me ha unido a todos ustedes...-  Yugi levantó su mirada y yo le sonreí –Me alegra escuchar eso ¿sabes? No me rendiré con Tea... a pesar de lo que he visto el día de hoy, intentaré hacer todo lo posible y así no tendré arrepentimientos- Me alegró mucho escuchar eso de Yugi y mientras anochecía, por fin empezábamos a ver la tienda del abuelito de Yugi, fuera estaba Atem quien se veía bastante inquieto.

-¡Yugi, Hayami!- Exclamó bastante preocupado y se acercó a nosotros, Yugi por su parte desvió su mirada y yo me limité a bajar la mirada -¿Qué pasa?- Pregunté y luego levanté mi rostro con una sonrisa un poco falsa... -¿Qué pasa? ¡¡¡¿Qué pasa?!!!!!- Estaba bastante alterado... y tanto Yugi como yo nos vimos sin entender el motivo de su reacción.

-¿Qué sucede contigo Atem?- Le preguntó Yugi, pero se notaba bastante molesto –Sé que estuvieron espiando junto con Joey y Tristán ¡Por eso, estoy preocupado!- Exclamó nuevamente, yo presioné mis labios pues sabía que ambos tenían que hablar –Yo... creo que ambos tienen que hablar, me retiraré a mi habitación- Intenté marcharme pero Yugi me sujetó de la mano y me detuvo –Yugi...- Murmuré –Yo no tengo nada que hablar con el faraón-

"¿Acaso dijo...faraón?" Pensé un poco confundida –Y tú tampoco- Dijo después Yugi y esquivó a Atem y me jaló de la mano para entrar a la casa –Yugi... ¿estás seguro? Creo que deberían de hablar...- Yugi entró sin decir una palabra y cerró con fuerza la puerta, era normal que estuviera molesto... pero creo que Atem no tenía la culpa de lo que sucedía o quizás... ¿sí?

Fui directo a mi habitación y me recosté en la cama, me quedé pensando en muchas cosas, una de ellas era lo extraña que me sentía por lo que había sucedido en la tarde, otra de las cosas que me inquietaban mucho era el hecho de que Yugi haya llamado a Atem "faraón" ¿Acaso era un apodo? No lo sabía....

Había pasado como dos horas desde que habíamos llegado a casa... me levanté y bajé a tomar un vaso de agua, pero cuando llegué a la cocina, Atem estaba ahí sentado con una mirada bastante perdida.

-¿Atem?- Me acerqué a él -¿Estás bien?- Le pregunté nuevamente...

-No, no estoy bien- Me respondió mientras se ponía de pie –Iré a caminar un rato...- Se giró y se fue directo a la calle... sabía que se sentía mal por lo que había ocurrido, así que decidí seguirlo.

-¿Qué haces?- Me preguntó mientras caminaba por la calle, estaba yendo al parque... que estaba cerca de ahí.

-Bueno... creo que tú tampoco estás muy bien, me refiero... a lo que sucedió hoy- Me limité a responder y él siguió caminando –No creas que Yugi te odia... sólo está un poco enojado- Volví a decir cuando noté que se estaba adelantando, de pronto se detuvo y yo me golpeé con su espalda.

-¿Y tú... me odias?- Me preguntó y yo di unos pasos hacia atrás -¿Qué...?- Levanté la mirada y él se había girado a mí, su mirada estaba un poco extraña, como perdida... -Así es...Zahra... ¿Tú me odias?- Había dicho nuevamente ese nombre... -¿Q-Qué estás diciendo?- Le pregunté un poco confundida, de pronto él me sostuvo de los hombros con un poco de fuerza -¡Responde! ¿Me odias?- Su mirada seguía perdida –N-No te odio...- Me limité a responder...

-Menos mal- Sonrió con suavidad, al parecer seguía fuera de sí mismo, quizás ¿había tomado? No, eso era imposible... de pronto pude sentir como su rostro se estaba acercando al mío y mi corazón se empezó a acelerar – ¿A-Atem?- Tartamudeé mientras sentía su respiración "¿Acaso él va a...?" Pensé... de pronto mi pensamiento fue cierto, sus cálidos labios estaban sobre los míos y yo no sabía cómo reaccionar, cerré mis ojos y me dejé llevar, pero al hacerlo sentí como una corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo y de pronto... todo se había vuelto oscuro....

~Sueño~

-¿Dónde estoy?- Me puse de pie, estaba en un extraño lugar y vestía una ropa muy extraña, empecé a recorrer aquellos pasillos bastante asustada.

-¡Princesa, deje de correr!- Escuché a alguien decir, me detuve y una chica morena de cabello corto y ojos color cafés, se dirigía hacia mí, era bastante hermosa, yo estaba temblando sin entender que sucedía...

-Por favor, el faraón la está esperando, debe terminar de arreglarse-

-¿Faraón?- Murmuré mientras ella empezaba a dirigirme hacia otro lugar, al llegar me sentaron sobre una pequeña banca frente a un tocador bastante hermoso y otra joven empezaba a cepillar mi cabello, me observé en el espejo y pude notar que mi cabello era mucho más largo... pero realmente era yo quien estaba frente al espejo, aunque con algunas facciones diferentes... ¿Qué es lo que estaba pasando?

Continuará...

La flor blanca de EgiptoWhere stories live. Discover now