5. Intercedo por ella

370 35 12
                                    


Sabía que debía elegir desistir, era lo más sensato. Las cosas se iban a complicar a grados que ellos no podían alcanzar, el asunto se les había salido de las manos. Pero, no quería regresar, no podría soportar ser retenida, no de nuevo. Así que, con la cara bien dura, miró a su compañero. 


-Quiero seguir con esto, si tu quieres regresar, eres libre de hacerlo -. Dijo duramente sin dejar de penetrar con la mirada a Suigetsu.


-Es mi espada la que iremos a buscar, ¿lo recuerdas? -dijo con algo de mofa- No tienes que hacerlo, si sigues podrías morir y yo también. 


La actitud de Karin no cambió ni un ápice, siguió mirando fijamente al peli blanco con el ceño fruncido de determinación. 


-Me da igual -respondió y luego sonrió de lado con ironía- no voy a retroceder, no importa si lo hago sola.


 -No -espetó y ella lo miró con enojo, pero antes de que comenzara a replicar volvió hablar-, iré contigo, empezamos esto juntos y así lo terminaremos. 


La chica lo miró anonadada mientras él le sonreía mostrando sus afilados dientes, el color volvió a sus mejillas y le devolvió una cálida sonrisa, una que nunca antes le había dado a él, ni a nadie, ni siquiera a Sasuke. Si bien antes a la única persona que le dedicó sus sonrisas era al Uchiha, estas solo fueron coquetas y sin ninguna clase de alegría. En cambio, la que ahora veía, era radiante y sincera. Sintió algo extraño en sus mejillas... quizás, algún especie de rubor.


-Pero esto lo hago por mi espada -aclaró evadiendo su mirada, no quería que ella notara la vergüenza encender su rostro, seguramente se veía ridículo-, no creas que es por alguna clase de altruismo. 


-Lo sé -respondió la pelirroja riendo irónicamente-, somos tal para cual-. Cerró su boca en seguida y tal como él había hecho, volteó su rostro incómoda. Eso sí que había sonado raro. El chico también sintió esa incomodidad, con la mano le indico seguir su camino antes de que el ambiente se pusiera más tenso.  


Sin decir más, ambos continuaron con mayor prisa, seguramente el séptimo ya había mandado algún escuadrón en su búsqueda. 


*/*/*/*/*


"Así que te haz metido en problemas, en todo este tiempo no cambiaste en nada , ¿o sí Karin?"


-Uchiha-san -llamó un joven chunin de la hoja, sintió algo de extrañeza, aún no se acostumbraba a que el pueblo le llamase de ese modo-, Hokage-sama quiere hablar con usted. 


 Asintió y agradeció la información, sabía muy bien que es lo que le iba a decir Naruto, de hecho, quería hacerlo, escucharlo y enterarse que es lo que tenía planeado hacer con respecto a Karin y a su compañero Suigetsu.   


Se encaminó directo a la oficina del Hokage, sentía inquietud, solo esperaba que su amigo no haya recurrido a los ancianos consejeros, ellos pedirían el peor de los castigos si los llegasen a atrapar. No podía permitirlo, si podía interceder lo haría, se lo debía a Karin. Nuca antes había tenido la oportunidad de saldar su deuda, y le debía demasiado.

Juntos al país del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora