IV

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¿Podría ser esta su oportunidad? ¿Debería aprovecharla? ¿Sería lo ideal?

Por más que quisiera apresurar las cosas, sabía muy bien que todo juego debía tener sus estrategias y tener siempre algo bajo la manga. Y era algo que seguramente podría necesitar después, así que lo guardaría.

—Tiene suerte. No guardo resentimientos, iré sin condición alguna, me conformo con la disculpa sincera que me ofrece. —sonrió y se acercó un poco más a él— Es un gusto saber que tengo un vecino tan educado y responsable.

JongIn sonrió un poco incómodo por la cercanía y asintió levemente.

—De nada supongo... —no pudo terminar de decir la palabra cuando se percató de que el chico estaba aferrado a él, dándole un fuerte abrazo mientras enrollaba sus brazos sobre su cintura.

—Nos vemos más noche. —dijo en voz baja mientras al mismo tiempo intentaba terminar con el abrazo, pero no pudo librarse— ¿Q-qué estás haciendo?

—Lo siento, mi cadena se atoró en los botones de su camisa. No se mueva por favor, intentaré removerlo con calma, ¿de acuerdo?

—De acuerdo hazlo rápido.

Kyungsoo sonrió con su cabeza gacha y subió sus dedos despacio por el pecho de JongIn hasta llegar al primer botón.

—Tan cómodo. —susurró el joven.

— ¿Qué dijiste?

—Tan incómodo.

—Mucho. —elevó la mirada intentando concentrarse en otra cosa que no fuese el tacto del chico sobre su pecho— ¿Te falta mucho para terminar?

—No. Solamente deme unos segundos más y... ¡listo! —jaló bruscamente la cadena haciendo que la camisa de su vecino se rasgara por completo de la parte delantera— Oh por Dios.

JongIn se quedó congelado con una expresión de asombro y vergüenza, el menor había logrado lo que quería, la cadena no se había enredado, él lo fingió con el único propósito de ver ese torso al desnudo; y vaya que había valido la pena.

—¡Oye!—dijo en tono molesto.

—Lo siento muchísimo. ¿Era cara? —frunció sus cejas con falsa preocupación y llevó sus manos al pecho de JongIn intentando juntar las piezas rotas de la camisa— ¡P-puedo pagarla!

JongIn lo miró y agachó su mirada al instante, observando la posición de las manos del menor justo en su pecho, las quitó de inmediato.

—Descuida. —bajó el tono de voz y suspiró profundo— Todo está bien.

Se dio la vuelta y como pudo cruzó sus brazos para disimular su pecho al desnudo hasta llegar a su casa, Kyungsoo se paró de puntillas hasta ver cómo su amor platónico entraba con el gesto serio a través de la puerta principal de su casa, mordió su labio ligeramente contiendo una risa traviesa.

Oh señor JongIn, este calvario estaría a punto de solamente dar su comienzo.

—Mamá ya te dije, no quiero que me acompañes.

—Iras a dormir a otra casa, tengo que asegurarme te van a tratar bien.

Ojalá y más que bien. —pensó el chico mientras elegía la ropa que llevaría puesta.

—No es para tanto, el verano pasado me quedé en la casa de Seung Hwa y no dijiste nada. —comentó molesto.

Su madre rodeó los ojos. — ¡Era un caso completamente diferente!

Ah sí, muy diferente. Diferente porqué en esta ocasión quería quedarse con el padre atractivo y soltero de la vecindad, pero su madre no contaba con el hecho de que él ya había puesto los ojos en ese hombre primero.

El papá de mi mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora