Final.

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Balanceaba de lado a lado, teniendo equilibrio en su mano derecha y la suficiente valentía para sostener el arma entre sus dedos y disparar sin titubear.

—Hijo. —soltó con suavidad mientras despacio intentaba acercarse a él.

—No me toques. —sus mirada estaba endurecida y sus ojos rojos delataban el llanto que había tenido momentos atrás. Se sentía traicionado, utilizado y manipulado.— Ya no más por favor.

Kyungsoo tomó a JongIn del brazo y lo empujó hacia atrás, dándose paso libre frente a su supuesto mejor amigo.
¿Qué podría decir él para calmarlo y evitar que cometa un error que traería consigo muchas malas consecuencias?

—Hablemos, por favor.

— ¿Hablar? —se tiró una carcajada mientras negó con la cabeza—. ¿Ahora si tienes tiempo para mí no es así? Al parecer solo de esta forma puedo llamar tu atención.

—No es así.

Ji Seo levantó el arma apuntándole justamente al centro de la cabeza, JongIn se apresuró en acercarse pero Kyungsoo se lo impidió.

— ¿Lo quieres tanto como para recibir una bala por él? —miró a su padre y con una sonrisa en el rostro bajó el arma— Estoy seguro que no harías lo mismo por mí.

—Por supuesto que lo haría. Eres mi hijo y te amo.

—No soy tu hijo, no lo soy. —una lágrima bajo por su mejilla— Deja de mentirme por una puta vez en la vida.

— ¿Cómo te enteraste? —su tono de voz se volvió tenso, pensó que se había encargado de eliminar cualquier rastro que pudiese ser encontrado.

—Sé que tienen muchas cosas por hablar pero por favor Seo, deja el arma a un lado. —suplicó Soo.

— ¡Definitivamente hay muchas cosas de que hablar! ¿Y sabes por qué cosa deberíamos empezar? —abrió los ojos por completo y se tiró una carcajada burlona—. Debemos hablar que tú y yo somos hermanos, ¡eres mi hermano!

Todos quedaron en silencio y en corto estado de shock que no duró mucho tiempo debido a los quejidos de Ji Seo mientras golpeaba su pecho porque le dolía con fuerza.

Sí, hermanos, y de alguna extraña forma se reunieron otra vez. Podría ser casualidad o una estúpida broma del destino, una muy cruel y perversa broma.

—No, eso no puede ser, no es posible. Mi padre... —tragó saliva y miró a JongIn con el ceño fruncido.

—No sé si eres estúpido o solo finges serlo, así como fingiste ser mi amigo solo para acercarte a JongIn, mi padrastro. Déjame darte un pequeño adelanto de toda esta retorcida historia mi amigo. —dispuesto en hacer las cosas con más prisa después de ver la hora en el reloj de su muñeca, guardó el arma detrás de la camiseta en su espalda, haciendo que JongIn y Kyungsoo se tranquilizaran—. Tú padre biológico es mi padre biológico y el muy maldito está de regreso. Supongo que lo sabías sino, ahora lo sabes, el muy hijo de puta mató a mi madre. ¿Y sabes por qué lo hizo?

Kyungsoo tenía los ojos llenos de lágrimas, negó con la cabeza.

— ¡Por qué mi madre escapó de él y se negó a prostituirme! —elevó la voz un poco— Por qué mi mamá no permitió que hicieran conmigo lo que hicieron contigo.

Ese momento en el que tal devastadoras palabras brotaron de la boca de Seo, todo cobró sentido, las pesadillas, las marcas, los recuerdos difusos. Todo, ahora estaba más que claro.

La abuela de Soo soltó a llorar mientras se apoyaba en el pecho de su esposo.

—Por más que me duela justo al fondo de mi corazón, voy a terminar toda esta espantosa situación por mi cuenta. Cueste lo que cueste, empezando por...

El papá de mi mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora