Slowly Falling for the Camp Guy (TinCan)

🌿 (11) Pt.3

-¡Quítenme esta cosa de los ojos! .- exclamó Can una vez que despertó.

-¡Quítenle esa cosa de los ojos! .- exclamó ahora P’Lee.

-¡Aghhh, Thanat!.- dijo enojado Can.

Oh, oh, Can sólo decía el verdadero nombre del mayor cuando estaba muy enojado, y contando esta vez sólo habían sido dos veces.

-¡Lo siento, Can! Yo no les dije que hicieran eso, bueno en realidad no queríamos que supieras donde estabas así no ayudarías a los perde…- Can le otorgó una dura mirada como si le advirtiera no hablar de más.- a tus amigos.- Continuó mientras rascaba su nuca.

-Wa, el jefe de verdad le tiene miedo a este tipo.- comentó uno de los miembros de la pandilla de Lee.

-Está bien, pero ¿Es necesario que esté amarrado? .- preguntó Can frustrado.- No siento mis brazos.

-Eh, es necesario por si intentas huir.- Respondió Lee.

-P’Lee no voy a huir, sé lo que estoy haciendo aquí, tan sólo quiero sentir mis brazos, de-sá-ta-me .- pronunció Can enojado.

-Eh, hehe chicos desátenlo.- Pidió Lee, Sing tan sólo rodó sus ojos, su amigo era tan fácil con Can.

-Mire jefe un panal de abejas! Hay que derribarlo.- comentó uno de los chicos y tomó una piedra.

-NO LO HAGAS.- Gritó Can, pero fue muy tarde el tipo había derribado el panal con una roca causando el enojo de las abejas que había en éste y por ello todas salieron y comenzaron a atacarlos.

-P’ LEE AYUDAME! .- gritó Can sin poderse parar de la silla, aún no lo había desatado, Lee estaba en shock no sabía qué hacer ni cómo reaccionar, vio a las abejas rodear a Can y entró en más pánico, se acercó lo suficiente intentando distraer a los pequeños antófilos pero era inútil, al menos dos habían picado a Can ya, las abejas hubieran seguido picado a Can de no ser porque en un movimiento rápido Sing rescató a Can logrando cortar con algo de dificultad las cuerdas y haciéndolo correr hasta el río que no estaba muy lejos de donde se encontraban, Lee por su parte se quedó estático y no fue hasta que otro de sus amigos lo volvió en sí haciéndole correr con el resto de ellos que reaccionó.

Una vez en el río todos se sumergieron esperando que las abejas no los hayan seguido, pasando al menos un minuto porque tampoco es que pudieran aguantar tanto bajo el agua salieron a la superficie, fue entonces ahí que Sing soltó el agarre que había mantenido a Can pero algo le llamó la atención, Can no quería que lo soltará, extrañado, Sing volvió a intentar zafarse pero nada.

-P’ Sing, no me siento bien.- Articuló con dificultad Can, su pecho subía y bajaba de forma muy acelerada, no era porque hubieran corrido, pues la distancia no era tanta, era otra cosa y Sing sospechó lo peor.  Sing agarró con facilidad a Can por los hombros.