capítulo 1

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Había sobrevivido una semana más en la universidad. Los exámenes finales estában cerca y la entrega de proyectos no se había hecho esperar. Apenas había podido despegarme de mi computador para disfrutar la maravillosa vista que brindaba un día soleado en Bogotá. todos los alumnos parecían ansiosos de que las clases concluyeran y disfrutar del fin de semana. caminé a toda prisa hacía el parqueadero, el profesor de mi última clase avisó que no vendría, así que se me ocurrió ir a recoger a mi novio Sebastián al colegio y darle una sorpresa. Desactivé los seguros del Mercedes color gris que me regaló mi padre en mi cumpleaños. Una vez dentro me dispuse a colocar el maletín que lleva mi Pesado computador en el asiento del copiloto.
—Hola guapa —dijo una voz muy cerca de mí que me hizo sobresaltar. Me giré rápidamente viendo su cara totalmente divertida.
—Juana, eres una tonta casi me matas —dije en tono reprobador.
—Es tu conciencia Daniela calle.
Su comentario me dibujó una sonrisa, ella sabe perfectamente que vida siempre ha girado entorno a la misma rutina.
—Deja de burlarte Juana, algún día te daré la sorpresa y dejaré de portarme bien —solté.
—Espero ansiosa el día. Tú maldita perfección me está matando —dijo rodando los ojos.
—Ya verás que hay una Daniela calle que nadie conoce.
Miré la pantalla de mi celular que ya marcaba las dos de la tarde. Recordando rápidamente que tenía el tiempo justo para recoger a mi novio.
—¿porque tienes tanta prisa amiga a dónde vas? —preguntó intrigada.
—Quise aprovechar que salimos antes para sorprender a sebas. La entrega de proyectos me mantuvo ocupada toda la semana y no tuvimos oportunidad de vernos, me ha dicho que me extraña Juana.

—Dani eres mi mejor amiga y te amo. Pero no entiendo porque eliges estar con Sebastián que es un inmaduro, cuando aquí en la universidad hay montones de chicos que mueren por salir contigo.
—Juana que sebas sea un año menor que yo, no significa que sea un inmaduro —le dije un poco seria.
—Bien no quiero entretenerte más. Hablamos luego bebé, cuidate mucho —me dijo con un destello de resignación en la voz.
—claro bebé —dije con voz tierna antes de despedirnos con un beso en la mejilla.
La actitud que tomó Juana al hablar de Sebastián me hizo pensar que sabe algo que no quiere contarme. pero ahora tenía tanta prisa que lo único que pude pensar era en salir rápidamente del parqueadero. El camino es un poco largo pero encendí la radio para hacerlo más ameno.
Avanzaba lentamente entre la fila de carros que salían del colegio dónde estudia sebas. Bajé del auto y cuando estaba apunto de escribirle un mensaje una voz llamó mi atención.

—chicos ya llegaron por mí  —dijo alardeando con voz seductora.
Las risitas no se hicieron esperar, así que no tarde en darme cuenta que el comentario iba dirigido a mí. Decidí voltear para mirar a la cara al idiota o mejor dicho la idiota que había lanzado ese comentario para encontrarme con un grupo de chicos mirándome muy atentos con expresión divertida.
Entre ellos resaltaba la figura de una chica sentada sobre el cofre de un Audi color negro, las puntas de su cabello teñidas de azúl brillaban intensamente con los rayos del sol, sus labios gruesos pintados de rojo resaltaban su perfecta sonrisa y unas gafas obscuras de sol cubrían sus ojos. La belleza y personalidad de está chica me provocó pensar en esas modelos de las revista para la que trabaja mi hermana. Pero todo el encanto se terminó demasiado rápido.
—¿cómo sabes que vino a buscarte a ti Garzón? —soltó un chico de cabello rubio que se encontraba a su lado.
—¿Existe una mejor opción en todo el campus, Jhohan?—contestó ella con demasiada arrogancia.

No podía creer que una chica tan bonita fuera tan idiota. Sentí como mis mejillas comenzaban a arder y la irá comenzaba a nublar mis pensamientos.
—Que estúpida —dije, mirando con indiferencia en su dirección.
Sus amigos se quedaron mirándome atónitos y en total silencio. Ella no dejaba de sonreír, y de un momento a otro se levantó del Cofré del deportivo y comenzó a caminar hacía en mi dirección.
Su caminar era tan perfecto que parecía que estuviera en una pasarela de victoria's secrect.  Justo cuando se plantó frente a mí, sentí unos brazos rodearme fuertemente por la espalda y al girarme para ver de quién se trataba, Sebas me dió un efusivo beso en los labios.
—Amor ¿ Sucede algo? ¿qué haces aquí?
La voz de sebas parecía dudosa y con un destello de preocupación.
—sucede que... quiero pasar toda la tarde con mi novio —solté en voz alta para que ella pudiera escuchar aunque era obvio que lo haría, pues estába demasiado cerca.
Me aferré a los brazos de mi novio que ahora me envolvían por la cintura.
Sebas notó inmediatamente la presencia de la chica frente a nosotros y la miró con una sonrisa de esas que lo hacen único e incomparable.
—Hey Majo, ¿Ya conociste a mí chica?
—En realidad, no —respondió ella con sinceridad, mientras se retiraba las gafas Ray-ban. Dejando al descubierto sus hermosos ojos verdosos como un par de aceitunas.
Su mirada intimidante hizo que me arrepintiera de haberla llamado estúpida.
—Amor ella es...
—Maria José Garzón, la mejor amiga de sebas —dijo ella sin dejar terminar a Sebastián.
—Mucho gusto, Mi nombre es Daniela calle —respondí, estirando mi mano un poco para saludarla de manera cordial.
Ella tomó mi mano, mientras se acercaba lentamente para dejar un beso en mi mejilla. El olor a menta y perfume que emanaban de ella me inundaron por completo. No podía creer que estuviera dándole un beso en la mejilla a una chica a la que acababa de insultar y que resultaba ser amiga de mi novio.
—sebas me ha hablado mucho de ti, pero creí que era un exagerado cuando mencionaba lo guapa que eres, ahora veo que no mentía.
—Que extraño, a ti nunca te ha mencionado —dije indiferente.
—Amor, te he hablado de Poché un millón de veces.
—¿Ella es poché? Claro... Debí suponerlo.
Llegaron a mi mente los recuerdos de todas las veces que Sebastián la había mencionado y la imagen que tenía de ella no es nada agradable. Aunque él se encargaba de justificar y enaltecer sus acciones y su comportamiento. Lo último que me contó fue la historia de cómo poché enamoró a una chica para ganar una apuesta y obtener un par de boletos para un concierto de Imagine Dragons.
—¿porque lo dices de esa manera amor? —soltó sebas interrumpiendo mis pensamientos.
—Asi es, cuando mensionó que era tú mejor amiga, debí suponer que se trataba de poché, ya que me has dicho varias veces que es tu mejor amiga.
El gesto de la chica se relajó un poco. Quizá pensó que le contaría a Sebastián lo que sucedió antes de que llegara. Pero al notar que no fue así su expresión cambió.
Los ojos de Poché buscaban hacer contacto con los míos y yo en mi intento desesperado de ignorar su acción me aferré a sebas en un abrazo, que él no tardó en responder.
—sebas, llevamos horas esperándote ¿Llevarás a tú chica a casa de Mario? —dijo Poché para llamar nuestra atención. Pero pude notar su expresión un poco Esperanzada.
—Creo que no iré pochosaurus. Mi hermosa novia ha venido por mí, hasta acá y lo mínimo que puedo hacer es invitarla a comer. Creo que los vídeo juegos y mis amigos pueden esperar.
—Está bien, creo que los chicos lo entenderán. Espero que se la pasen increíble —musitó
—Gracias, ustedes también. diviértance mucho —dijo sebas muy animado.
—Bueno, fue un placer conocerte Daniela calle. Espero que no sea la última vez que te mire —dijo ella, acercándose nuevamente a mí. Me tensé un poco al sentir el contacto de sus labios rosando mi mejilla y que decir de su olor era embriagador.
—Gracias, también me dió gusto conocerte —solté sarcásticamente, Pero después de todo, no era mentira. Sentí que muy en el fondo y por alguna extraña razón, me gustó conocerla.
Cuando estaba apunto de marcharse se giró nuevamente hacia nosotros.
—Parce, deberías llevarla mañana a la fiesta de Pau.

KISS MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora