Una nueva vida (SasuHina) (Terminada)

Capítulo 17

Karin había buscado por todas las calles de la parte que le tocaba y en esos momentos estaba empezando a buscar por el bosque mas cercano que había en la aldea. Enseguida sintió un pequeño efluvio de chakra y con todo su corazón esperaba que fuese Hinata y que realmente estuviese bien y sin ninguna herida, ya que no sabría como reaccionar a aquel hecho. Al llegar vio a Hinata sumamente acurrucada dentro de un árbol hueco para resguardarse del ambiente. Karin se acercó de manera lenta y pausada, no quería que Hinata escapase de nuevo o qu e fuese una trampa.

-Hinata-sama, ¿se encuentra bien? -Hinata levantó la vista y enseguida la miró casi furiosa.

-¿Enserio tienes la cara de llamarme así después de besar a mi marido? -Preguntó mientras la miraba a los ojos y tenía la voz furiosa y rota.

-Hinata, estaba bajo un genjutsu. Yo no quería besar a Sasuke, para eso tengo a mi esposo y no iba a fastidiar mi vida y la de Sasuke por un estúpido beso – dijo Karin sentándose enfrente-. Hinata, ese hombre te ama desde siempre, desde la primera vez que sus miradas se encontraron. Le dolió mucho abandonarte cuando se fue, pero necesitaba hacerse fuerte para cumplir su venganza y para protegerte a ti. Soportó los experimentos de esa serpiente por ti. No lo comprendes realmente.

Karin se puso en pie al sentir la presencia del Uchiha. Se acercó a él diciéndole que se la dejaba, mientras ponía su mano en el hombro y le infundía valor. Cuando Karin se fue Sasuke se acercó a ella y se sentó enfrente. Hinata se reacomodó para quedar frente a él viendo como él le tendía su capa. La azabache se cubrió con ella sintiendo el calor y como llegaba a sus fosas nasales el aroma de su esposo.

-¿Pensabas lo que me dijiste? -Preguntó Hinata mirándolo a los ojos.

-No, solo quería hacer lo que siempre hago, destrozar todo lo que está a mi alrededor – contestó mientras bajaba la mirada, ya que lo que diría a continuación no sería capaz de decírselo a la cara-. Hinata, jamás te engañaría. Yo no soy como Naruto, yo nunca te haría eso a ti. Cuando salgo a las misiones lo único que quiero es llegar a casa para estar contigo y con nuestros hijos, ¿de verdad piensas que podría reemplazar la sensación de verte cada mañana abrir esas lunas por un rollo pasajero? ¿De verdad piensas que soy así? – La vio negar.

-Yo os vi y no pude razonar lo que pasaba. Yo no soy bonita, estoy subiendo de peso y las cicatrices y las estrías son horribles. Karin es tan bonita, pasasteis tanto tiempo juntos que no pude evitar pensar que realmente se querían y ...

-Eres preciosa, me da igual si subes de peso, ya sea por nuestro hijo o porque simplemente subes; y ¿quién te ha dicho que no eres hermosa con tus cicatrices y tus estrías? Para mi eres hermosa por muchas razones y no precisamente las físicas. Físicamente, ¿acaso no te das cuenta de lo excitado que me siento cuando intimamos? – Ella se sonrojó al escuchar eso.- Tengo que contenerme porque si me dejase llevar te haría daño, ¿comprendes? – Preguntó él mirándola a los ojos ahora.

-No debes de contenerte, no conmigo.

Después de decir eso, la azabache se acercó a su esposo subiéndose el vestido hasta la cadera y sentándose en las piernas de su esposo con una pierna a cada lado. Eran tapados por la capa que aún estaba sobre ella. Sasuke atrapó los labios de ella en un beso necesitado y pasional, la azabache pegó su cadera al torso de su esposo todo lo que su abdomen le permitía. Como el escote del vestido que llevaba era muy pronunciado Sasuke solo tuvo que bajar las mangas para dejar sus pechos al descubierto bajo aquel sujetador de encaje que él tanto amaba.