El Murmullo De Los Árboles

[ Prólogo ]

El corazón de una mujer es...un profundo mar de secretos.

[ Iguro Obanai ]

Escribí sobre ella y el amor antes de haberla conocido, escribí como todo un enamorado, e incluso del cómo me desagradaban los falsos amantes que juegan con los sentimientos para frenar sus miedos e inseguridades y no comprenden que la vida tiene ventajas si aprendes a observar hasta los más mínimos detalles.

Pero como toda fantasía, la vida es un espejo y fuí, desgraciadamente, yo uno de esos tantos falsos enamorados, soy tantas cosas que no le deseo a una persona tan increíble como tú.

Entregaste un corazón con los cientos de sentimientos que tenías guardados en lo más profundo de tu interior, no solo un corazón lleno de amor por mí, antes de ti no existía, no respiraba y tampoco sentía, tratando de detener el remolino que llevo dentro y que solamente a través de los versos me deja vivir, aprendiendo que a cada segundo hay que sonreír incluso en medio de las peores tristezas.

Si te preguntabas quién soy… Nisiquiera yo mismo lo se.

Pero me llamo Iguro Obanai y aún no lo he descubierto del todo, estoy en proceso, no encajo y a veces no quiero encajar.

Estudio literatura y música, tengo un grupo musical que forma parte de mí día a día. Mis cuatro mejores amigos y yo decidimos apostar haciendo lo que amamos y aunque ha sido difícil, tenemos un disco.

Estoy viviendo todo un sueño y desde afuera parece que tengo la vida perfecta: mi carrera, mi deseada profesion, mi soñado disco, una familia que me ama y los más grandes amigos.

¡Es verdad!

Tengo todo eso y soy feliz, pero ciertas cosas me molestan, no creo que tener sea sinónimo de felicidad y aunque puedo pasar horas diciendo: tengo, tengo, tengo, tengo, tengo, en el último tengo mi mente queda en blanco: TENGO.

Creo que estamos en
un mundo desagradecido, contaminado, aunque se que debemos hacer algo, siempre terminó haciéndome la misma sabía pregunta: ¿Hacer qué?

Vivo lleno de preguntas, con irracionales e incesantes pensamientos, con un millón de ideas… si no escribiera ya me habrían internado en algún hospital psiquiátrico.

Pero soy un tonto, las personas trabajamos para sobrevivir, todos buscan sus intereses propios primero, y por eso cada segundo muere alguien más.

Se llama ciclo de la vida.

Millones de veces me dijeron que si triunfaba sería por mi físico y no por mi talento y millones de veces más me dijeron que moriría de hambre por ser artista, menos mal que soy terco hasta los huesos: seguí mi intuición.

Aveces las palabras duelen más que las acciones, en cierto sentido creo que es verdad.

Sólo hubiera querido comprenderlo...

Antes del gran desastre que armé.