Capítulo VIII.

289 17 8
                                    

Ambos nos dirigimos a las afueras del campamento hacia el poster donde se ubicaban los caballos.

-Este va a ser tu caballo temporalmente. – Señalándome hacia uno de los caballos que estaban muy mal estado.

Me quede por unos tres segundos mirando hacia aquel devasto animal y débil que casi no se podía mantener de pie de lo desnutrido y maltratados que lo tenían.

-Primero, pobre animal...-mientras lo miro con un gesto desanimada por el estado del animal- Y lo segundo, ¿tú te crees qué estando el pobre caballo así, me voy a montar en el tan fresca como si estuviera en buen estado?

-Mira, déjate de tonterías y montante ya. -Montándose mientras no mantiene un contacto visual hacia mi mirada. - Que estamos perdiendo tiempo.

-Lo que faltaba...-Cruzándome los brazos mientras mantengo mi cuerpo con un gesto de chulería y de vacilé hacía Arthur.

-Mira, no me vaciles que...-Manteniendo un poco la mirada en mí.

- ¿O qué? A ver si te crees que ahora te tengo miedo vacilón, que ya sabes lo que te puedo hacer. Que no estoy para bromas.

-Mira...-Algo serio y empezándose a cabrear por "intentar salvarme el pellejo" de todos los hombres de la aldea- Esto, para empezar, no es como cuando estamos solas y tenemos nuestras tontas peleas de siempre, es decir, discutimos y ahí se queda la cosa. Pero si tenemos aquí una pelea no es lo mismo, ya que, haces un mal movimiento o cualquier tontería y te vas a la mierda, literalmente, puesto que, te puede pasar lo mismo que te paso el otro día con Dutch, o algo muchísimo peor.

-Mira, a mí me da igual el gilipollas ese... - Elevando el volumen. - Como si quiere arder en el puto infierno en estos momentos.

Mientras Arthur y yo discutíamos, todos los habitantes del campamento permanecían mirándonos como si fuesen una estatua.

-Coge ese puto caballo que esta alado de ese. - Señala otro caballo blanco que hay alado del que me había indicado al principio. - Con tal de que no sigamos montando un espectáculo, otra vez de nuevo, daría hasta dineros por no escucharte. -Descendiendo la voz para que todo el mundo les dejase de mirar. - Joder que chica más desquicios eres, con razón no tienes novio ni nada de eso...

- ¿Y tú qué sabes espabilado? -Mientras cambio de montura de un caballo a otro y me monto.

-Me lo imagino. - Manteniendo una mirada al horizonte. - No hace falta que me lo digas.

-Entonces, creo que somos dos que pensamos lo mismo del uno al otro...-Susurro.

- ¿Qué has dicho? -Mirándome con su sombrero de cowboy puesto.

-Nada. -Mirando a otro lado mientras me muestro orgullosa.

-Bueno venga, continuemos, porque si no...-Tira la cuerda del caballo para que se girase y caminase hacia el rumbo que le indicaba. 

Hago lo mismo que Arthur y le sigo durante todo el camino hasta que lleguemos a una especie de río.

-Bajemos. - Bajando del caballo.

Sin rechistar, y aun cabreada sin dirigir alguna palabra hacia su persona, me baje del caballo cogiendo todos los materiales que me hacía falta para pescar mientras me ponía hacia un lado bastante separado de Arthur.

-Bien, espérate un segundo, que me voy a terminar de coger mis cosas. - Rastrea entre su mochila mientras busca sus materiales. - Bien, menos mal que no se me ha olvidado nada. -Suspira mientras reunta todos los materiales necesarios para la pesca. -Y bien, -acercándose a mi intentando evitar lo que había ocurrido antes. - creo que te tengo que dar una clase de pesca, porque estoy viendo que...

Mr. Morgan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora