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Lo primero que hizo Jisung al levantarse fue darse una ducha rápida. Después se colocó una camisa a cuadros y un gorro y fue a desayunar. Estaba hambriento, hacía muchas horas que no comía nada.

—Buenos días —dijo Seungmin.

—Te has despertado pronto.

—Quería haceros el desayuno. Siéntate, en seguida estará.

Jisung obedeció y esperó pacientemente hasta que el joven le puso en la mesa un montón de platos. Seungmin se sentó frente a él y se quedó mirándole unos segundos.

—Tú también te has levantado pronto.

—Tengo que ir a ensayar.

—Chan ya está allí.

Jisung asintió y ambos se pusieron a comer en silencio hasta que llegaron Jeongin y Minho.

—¿Os vais a comer todo eso sin nosotros? —preguntó el maknae.

—Esa era nuestra intención —respondió Seungmin.

Jeongin se sentó a su lado y le quitó los palillos de las manos. Seungmin intentó recuperarlos, pero terminó lanzándole una mirada enfadada y dándole un golpecito en el brazo. Minho y Jisung se rieron al ver la expresión de orgullo del pequeño.

—¿Compartes conmigo? —preguntó Minho en voz baja mientras los otros dos volvían a pelear.

—Claro, hyung.

Cogió algo de comida con los palillos y se lo llevó a la boca al mayor, que sonrió y masticó con rapidez.

—Dame.

Le arrebató los palillos sin obtener algún tipo de resistencia y repitió el gesto de Jisung. El chico abrió los labios para recibir la comida, pero Minho se la comió por él en el último momento. 

Jisung frunció el ceño, haciéndose el molesto, y Minho volvió a coger la comida, pero esta vez sí se la dio.

—Niños —dijo Hyunjin, apareciendo por la puerta y llamando la atención de Jeongin y de Seungmin—. ¿Queréis estaros quietos?

Los dos obedecieron, aunque Seungmin todavía se quejaba en voz baja.

—Me voy —dijo Jisung levantándose.

Salió de casa deprisa, sin esperar a ninguno de sus compañeros. Quería ir a la empresa y encontrar una sala vacía donde ensayar solo. Cuando la encontró, puso la música bastante más fuerte de lo normal, para evitar distraerse. No sabía qué iba a bailar, porque todavía quedaban dos horas para que el resto del grupo fuera a preparar la coreografía y la canción para la siguiente misión, pero le valía cualquier cosa con tal de sentir que estaba haciendo lo posible por mejorar. Lo haría por todos, incluso por él, pero sobre todo lo haría por Minho, para ver su cara de felicidad.

Bailó y bailó, intentando disfrutarlo, aunque lo único que logró fue sentirse cada vez más frustrado consigo mismo. ¿Qué sería de él si JYP lo eliminaba?

Un buen rato después, alguien abrió la puerta de la sala y se asomó.

—Hannie, han llegado los demás, ya es la hora del ensayo.

Jisung estaba inclinado sobre sus rodillas intentando coger aire. Se incorporó y fue a por la sudadera que había dejado a un lado. Mientras tanto, Chan apagó la música.

—¿Estás bien?

—Sí, solo un poco cansado.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?

—Dos horas —respondió. No quería mostrar debilidad por su cansancio ya que Chan llevaba mucho más rato que él, trabajando en alguna de las otras salas, así que se encogió de hombros con indiferencia y fue hacia la puerta—. ¿Vamos?

Fueron juntos a la sala de ensayo, donde los otros siete chicos estaban sentados en círculo. 

Jisung fue al lado de Minho, que lo observaba con confusión, y se sentó.

—¿Qué hacías?

—Nada.

Minho se colocó detrás del pequeño y puso las manos en sus costados. Miraron a Chan, que daba vueltas de un lado a otro, hablando con Felix sobre la base que había hecho esa mañana. Al parecer, querían ajustarla todo lo posible a las capacidades de Jisung.

—Seungmin me ha dicho dónde estabas —susurró Minho en su oído.

—¿Si lo sabías por qué me lo preguntas?

Minho se acercó más a Jisung, rodeándole el cuerpo con los brazos y este se recostó sobre él, poniéndose cómodo. Sus mejillas se tocaban y las manos de Minho estaban sobre las suyas, por lo que su pulso se aceleró. Solo deseaba que él no lo sintiera.

—Porque me preocupo por ti.

Jisung giró su cara hacia él, quedando a pocos centímetros de su piel, pero Minho miraba cómo Changbin y Hyunjin hablaban a unos cuantos metros de distancia.

—Muy bien, chicos —llamó la atención Chan, esperando a que Felix se sentara junto a los demás para proseguir—: Os voy a mostrar una serie de melodías para la misión, así elegimos entre todos, ¿os parece bien?

Todos estuvieron conformes, por lo que el líder colocó su ordenador en el suelo y también se sentó. Puso unas cuantas, y luego enseñó la nueva.

—¡Esa! —exclamó Jeongin, emocionado.

La verdad es que a Jisung también le gustó, mucho, pero se quedó callado, porque si la atención recaía sobre él, quizá Minho le soltaría.

—Esta la he hecho pensando en Jisung —dijo Chan, y todos se giraron hacia el chico, pero Minho no se apartó—. ¿Te gusta? Creo que puedes mostrar mucho con ella, tanto en el baile como en la melodía.

—Sí —dijo en voz baja.

—¿Estáis todos de acuerdo?

Asintieron y empezaron a trabajar en seguida. Aprovecharon el primer día para decidir sobre qué iría la nueva canción y para empezar a preparar la letra. El segundo la terminaron y empezaron con la coreografía. Ahí fue cuando empezó el infierno de Jisung.

Sentía que todo el mundo estaba pendiente de él y de sus movimientos, lo que era bastante normal teniendo en cuenta la situación. Todos intentaban ayudarlo, y lo hacían con la mejor de las intenciones, pero o hablaban los ocho a la vez, o alborotaban demasiado.

—¡Jisung, concéntrate! —gritó Hyunjin.

El chico dejó de moverse para encararlo. Estaba alterado, y que justo fuera Hyunjin el que le ordenara centrarse, hizo que un sentimiento de rabia invadiera todo su cuerpo. Todo el grupo sabía que no se llevaban bien.

—¡Eso hago!

—Siempre estás equivocándote.

Quizá fue por los nervios y el miedo acumulados de Jisung unidos al enfado hacia Hyunjin lo que lo llevó a lanzarse sobre él. Hyunjin lo empujó justo antes de que Jisung lo golpeara, y cuando este recuperó el equilibrio, volvió a dirigirse a él. No obstante, los chicos se interpusieron: unos sujetando a Hyunjin; otros a Jisung.

Entonces el más joven, sintiendo que podría ponerse a llorar en cualquier momento, se deshizo del agarre y se fue dando un portazo y exclamando cosas sin sentido.

Una vez fuera, dejó que las lágrimas volvieran a caer por sus mejillas, como hacía tan solo tres días. Quería irse de nuevo a casa y meterse en la cama, pero Chan salió detrás suya.

—Cálmate —le pidió—. No podéis pasaros la vida peleándoos o discutiendo. Jisung, tenemos que debutar los nueve, ¿me oyes? Todos. Si no colaboramos juntos y nos ayudamos, no lo conseguiremos.

Jisung apretó los dientes y asintió. Chan tenía razón, pero Hyunjin lo había sacado de sus casillas. Si ya tenía poca autoestima desde que JYP le había advertido que podía ser eliminado, que ahora un miembro del grupo le dijera que siempre se equivocaba lo hizo sentir todavía peor. Con todo, volvió junto a Chan a la sala de entrenamiento y aceptó volver a empezar con la práctica, aunque esta vez se sintió bastante incómodo. 

Little Darling  [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora