Little Darling [Minsung]

Epílogo

Todas las emociones estallaron en su interior, haciendo que su mente se nublara y su corazón latiera cada vez más deprisa. Tras escuchar las palabras de JYP, Jisung se arrodilló en el suelo sin poder creérselo.

Chan no se molestó en disimular su alegría. Fue directo a Jisung y, colocando un brazo detrás de su cuello para no hacerle daño, se tiró sobre él, abrazándolo. El resto no tardó en acercarse a ellos. Jeongin se arrodilló al lado y sujetó las mejillas de Jisung, felicitándole con una gran sonrisa y los ojos llenos de lágrimas. Minho, por su parte, consciente de lo que sucedería a continuación, fue directo a Chan. Se subió encima suyo y en seguida Felix fue empujado por Changbin para hacer lo mismo. Cuando notó el peso de Woojin sobre ellos, Minho decidió hacer fuerza hacia arriba para que ninguno pudiera llegar a aplastar a Jisung. Se alegró de haberlo hecho en el momento en el que, tras Hyunjin, Seungmin saltó sobre la montaña de cuerpos sin ninguna preocupación.

Todos se abrazaban entre ellos, sin poder contenerse más. Había sido tanto lo que habían aguantado, que sintieron que la noticia de que todos volverían a ser una familia fue la más bonita que podían recibir.

Jisung se reía con ilusión pese a notar el peso sobre él. No podía escuchar los gritos de emoción de los allí presentes, porque su atención estaba dirigida a los miembros. Estaba y estaría eternamente agradecido a todos ellos: a Felix por haber sido su compañero durante esas dos semanas; a Minho por quererlo incluso cuando lo expulsaron; a Chan por apoyarlo incondicionalmente en todo momento; a Hyunjin por haberlo sabido perdonar y aceptar su amistad; a Seungmin y Jeongin por hacerlo reír con sus tonterías; a Woojin por cuidarlo como si fuera su hijo y por cantar por las noches con él, y a Changbin por enseñarle tanto sobre el rap.

Jamás podría expresar todo lo que sentía hacia ellos, pero por lo menos ahora le habían dado el tiempo para demostrarles algo de todo el cariño que sentía.

Con todo el peso encima, por fin Jisung pudo respirar de verdad. Por fin dejó de ahogarse en el mar de miedos y nervios en el que había vivido durante semanas. Por fin pudo concentrarse en nuevas letras, en sus amigos, en su familia, en nuevas coreografías. Por fin pudo pensar en sus sentimientos hacia Minho, en que la línea que dividía lo correcto y lo incorrecto -el amor que invadía cada parte de su ser y el contrato firmado que prohibía mostrar ese afecto-, era lo menos importante. Siempre había sido partidario de dejarse llevar por su corazón, y mientras nadie se enterara, se permitiría quererlo. Lo querría como se merecía, porque así le quería Minho a él. Porque así sería como funcionarían las cosas.

-Minho hyung -dijo Jisung cuando dejó las maletas en su antiguo cuarto.

El chico se levantó de la cama y dejó el teléfono que había estado usando para acercarse al joven. Le quitó la mochila de los hombros y la dejó en el suelo.

-¿Necesitas ayuda? -preguntó con una pequeña sonrisa.

Jisung negó con la cabeza y dejó escapar el aire por la nariz. Esta vez no pensaba esperar a estar solo para decirlo, esta vez quería que lo escuchara, quería que tuviera completamente claro lo que significaba para él. Esta vez lo dijo en voz alta.

-Estoy enamorado de ti.

Minho tardó unos segundos en asimilar las palabras del menor, pero cuando lo hizo, dejó ver una sonrisa más grande y lo abrazó.

-Yo también estoy enamorado de ti, pequeño -susurró contra su cuello.

Se separaron cuando escucharon la puerta de la casa abrirse y el ruido de las maletas de Felix atravesando el pequeño pasillo. Chan los había acompañado al hostal para recoger sus cosas, pero Felix y él se habían demorado un poco más yendo a una de las tiendas de la calle. No le habían querido decir a Jisung de qué se trataba, por lo que había subido al apartamento para encontrarse con los otros cinco miembros hablando en el salón y con Minho en la habitación.

-¡Chicos, todos a los sofás! -exclamó Chan, asomando la cabeza por la puerta-. ¿Interrumpo algo?

Ambos se rieron, negaron con la cabeza y siguieron al líder hasta donde estaban todos reunidos. Minho se sentó en un pequeño hueco que había sobrado, y al ver que no quedaban más, se dio palmaditas en las piernas para que Jisung se sentara sobre él. Al hacerlo, el mayor le rodeó el cuerpo con los brazos y se recostó.

-Hemos ido a por una sorpresa. Es algo que debería estar en todas las casas. -dijo Felix, que estaba de pie enfrente de la tele.

Chan estaba a su lado, con un objeto rectangular tapado con una sábana y apoyado en el suelo.

Fue destapándolo hasta que todos pudieron verlo bien.

-¡Tenemos retrato familiar!

Jisung escuchó la risa de Minho. Sus mejillas estaban pegadas y todavía lo presionaba contra su cuerpo.

Se trataba de una foto de todos los miembros durante el programa. Algunos miraban al suelo; otros al frente, como si desafiaran al futuro, y otros al cielo. En esos momentos todos tenían sus pensamientos en la misma meta, en esos momentos habían estado más unidos que nunca.

Todavía les quedaba mucho por mejorar, pero con el apoyo de los ocho, Felix aprendería coreano y Jisung mejoraría su baile. Porque eran y siempre serían nueve. Porque eran y siempre serían Stray Kids.