Little Darling [Minsung]

10

Dos días después, cuando llegó a su ya habitual sala de ensayo, no se la encontró vacía. Felix estaba sentado en el centro con las piernas cruzadas. Miraba su reflejo en el espejo y no parecía haberse dado cuenta de que Jisung había entrado.

—¿Qué haces aquí?

Felix se sobresaltó y le lanzó una mirada de reproche. Este le hizo un gesto en señal de disculpa y cuando se calmó y Jisung se sentó delante suya, fue capaz de hablar:

—Me han eliminado.

—¿Qué?

El capítulo de esa semana salía al día siguiente, así que Jisung no sabía nada.

—JYP dice que no sé suficiente coreano.

El australiano agachó un poco la mirada y sonrió sin alegría. Jisung estaba indignado.

—¿Y qué? ¡Eso se aprende!

Felix tenía una mirada triste y no parecía querer seguir hablando, así que cambió de tema.

—No sabía dónde ir. He pensado que quizá podría practicar contigo durante el día.

El otro asintió. Al menos tenía a alguien y no seguiría estando solo, pero Jisung prefería la soledad de los ensayos antes que estar con Felix por haber sido eliminado.

—¿Te has mudado ya? —preguntó entonces, recordando que sus padres, al igual que los suyos, no estaban en Corea.

—No —respondió volviéndose a mirar al espejo—. Todavía estoy con los chicos, pero necesito encontrar un sitio cuanto antes. Es más difícil no pensar en que no podrás estar con ellos viviendo en la misma casa. Pero no tengo ni idea de qué hacer, siempre hemos vivido allí.

Jisung suspiró. Llevaban mucho tiempo viviendo en esa casa, incluso antes de empezar con el programa y de que se mudara el resto de miembros. Eran demasiados recuerdos, y el único hogar en Seúl.

—Estoy viviendo en un hostal... y hay dos camas. No es muy caro, y si vienes podemos dividirnos los gastos.

—¿En serio? —Jisung asintió y Felix sonrió. Le dio la impresión de que hacía mucho que no sonreía—. ¡Sí! Gracias.

El mayor se levantó y dio una palmada.

—Y ahora vamos a ponernos a...

Tocaron a la puerta y una mujer de estatura media entró. Felix se puso en pie y los dos chicos saludaron.

—¿Han Jisung? ¿Lee Felix?

—Sí —dijeron a la vez.

—Tengo un mensaje para vosotros. —Se acercó y les tendió una memoria USB—. Aquí hay dos canciones que necesito que practiquéis. Felix te enseñará tanto la coreografía como la letra de la primera, ¿de acuerdo? —Los chicos asintieron, pero no comprendían de qué estaba hablando—. De la segunda canción todavía no hay coreografía, pero id adelantando y memorizando la letra. Volveré en unos días.

Fue hacia la puerta, pero la voz de Jisung le frenó:

—Perdona, ¿esto para qué es?

—No lo sé —contestó con sinceridad—. Me han mandado aquí para entregároslo y daros la información.

Después se retiró.

—No entiendo nada.

—A ver, dame —dijo Felix, quitándole el objeto de la mano y yendo hacia el ordenador de la sala. Reprodujo la canción y su cara cambió drásticamente—. ¡Yayaya!