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Jisung no podía dormir esa noche, y eso que estaba exhausto. A las nueve de la mañana debían encontrarse con JYP para finalizar la misión, y para eso quedaban, según su reloj, diez horas. Todos debían estar ya dormidos, pero a él le parecía excesivo el número de horas que Chan les había impuesto. Sí, el líder solo pretendía que estuvieran descansados antes de un momento tan importante, pero Jisung, que era el único miembro con posibilidades de ser eliminado, solo pensaba en continuar.

Había hecho todo lo que había podido, pero aún tenía unas cuantas horas más para practicar. Como solo él estaba despierto, apartó las sábanas y se puso en pie. Todo estaba a oscuras, pero se sabía el camino perfectamente. Antes de atravesar la puerta, se giró hacia sus compañeros y observó a Minho en la penumbra. Se lo debía. Le debía conseguir elogios por parte de JYP, porque le había ayudado como nadie nunca lo había hecho. También quería hacerlo por los demás, incluso por Hyunjin, por mucho que quisiera permanecer alejado de él. No podía fallarle a ninguno, ni a sí mismo.

Fue al baño para ponerse un pantalón de chándal negro y una camiseta de tirantes del mismo color, y sin coger nada más, se fue directo a la empresa.

Media hora después se encontraba buscando una sala abierta. El lugar estaba prácticamente vacío, así que no le costó mucho y, como una rutina más, fue a reproducir la música.

Cogió el mando para utilizarlo como micrófono y se colocó en el medio de la sala. Ensayó y ensayó durante tanto rato que le daba miedo mirar el reloj. Sentía las piernas débiles y el cansancio comenzaba a superarle.

«Es el último esfuerzo», se decía a sí mismo.

Volvió a empezar la canción, y él comenzó automáticamente.

—¿Se puede saber qué haces? —preguntó una voz.

Jisung se giró hacia la puerta.

—¡Hyung! ¿qué haces aquí?

Chan cerró la puerta tras de sí y se quedó mirándolo con seriedad.

—Jeongin y Minho me avisaron de que no estabas en casa. Imaginé que habías venido aquí. ¿Sabes la hora que es?

Jisung negó con la cabeza y miró el reloj cuando el mayor se lo señaló. Eran las cuatro de la madrugada. El joven entreabrió los labios. Se le había pasado el tiempo demasiado deprisa.

—Lo siento —se disculpó—. Siento haber hecho que vengas hasta aquí, pero... necesito seguir.

Si no era en ese momento, no tendría más tiempo para ensayar.

Chan suspiró y se acercó a él.

—Muy bien, nos quedamos contigo.

Jisung miró la sala vacía excepto por ellos dos. ¿Quiénes se quedaban con él?

—Deberías ir a dormir para estar descansado mañana. Puedo hacerlo solo.

—¿Tú sabes lo complicado que es que todos los niños se preparen a las cuatro de la madrugada? Los he dejado a cargo de Woojin, pero estarán aquí en cuarenta minutos como mucho.

—¿¡Los has despertado!? —exclamó Jisung.

Hyunjin debía estar encantado.

—Lo han hecho solos. Minho y Jeongin han venido a mi habitación para avisarme, y Woojin y Changbin se han enterado. En tu habitación solo Hyunjin estaba aún dormido, pero con las luces también se ha despertado.

—¿Y Felix y Seungmin?

Chan rio.

—Ya conoces a Jeongin. Le ha tapado la nariz a Seungmin, así que Felix se ha despertado por los gritos. No te preocupes —dijo, poniéndose serio al ver la expresión horrorizada de Jisung. Él había provocado eso, sus compañeros estaban yendo hacia allá solo porque no había querido quedarse durmiendo—, todos estuvieron de acuerdo en ayudarte. Todos.

Empezaron a ensayar ellos dos, y cuando los siete llegaron, se unieron. Minho le rodeó los hombros con el brazo.

—Qué madrugador.

—No he dormido —respondió Jisung.

—Me refería a mí.

Le sonrió, le dio unas palmaditas en la cabeza, y fue a colocarse en su posición.

En esos momentos, Jisung no era capaz de pensar en nada que no fueran sus compañeros y el baile. Casi ni pensaba en lo que había ocurrido horas antes, en una sala unas puertas más a la derecha. Estando todos juntos, y sin tensiones, siempre era más divertido que estando solo. Además, entre risas y bromas, Jisung fue recuperando la confianza en sí mismo.

A las siete de la mañana se sintió lo suficientemente preparado para volver a casa y empezar a arreglarse.

Y, aunque no habían dormido, todos se sintieron satisfechos por haber hecho sentir bien a Jisung.

Cuando volvieron a la agencia, media hora antes de la audición, todos notaban el cansancio, pero estaban llenos de ganas de demostrar todo lo que sabían, porque gracias a Jisung y a su insistencia de cada día, todos habían practicado más de lo necesario.

Little Darling  [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora