Parte 5

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Doppo esa mañana se fue a la oficina preocupado. Venía pensando en demasiadas cosas, en especial en el asunto de su nueva relación. Se sentía algo egoísta al prestarle tanta atención al asunto y tan poca a lo de Hifumi, y lo hacía sentir culpable el no haber podido desarrollar los mismos sentimientos que él, o tampoco el darse cuenta desde antes de lo que sentía. Su día apenas estaba empezando y él mismo se encargaba de volverlo gris.

No tuvo, sin embargo, que caminar demasiado, antes de que el Ford Focus Sport de Jyuto se estacionara a un lado de su paso. Le miró entonces, siendo que Jyuto solamente llamó su nombre, de una manera cariñosa.

—Doppun, sube, te llevaré hoy.

El pelirrojo le miró por un momento, antes de hacer como dijo y subir al asiento del copiloto. Bien, al menos no se tendría que estresar más por el cúmulo de gente en el tren, y eso era una enorme ventaja. Y una vez dentro del auto, se enteró de la intención de su novio.

—Toma —Jyuto le extendió su celular al pelirrojo—, llama a tu trabajo y di que te enfermaste o algo.

— ¿Ah? Pero, no debería faltar... —que la oferta era tentadora, sí, pero le interesaba mucho la cantidad que le podrían descontar de su salario.

—No te preocupes, una vez en la vida no te hará mal salir de pinta, Doppun —Jyuto lo miró de reojo, sonriendo entonces. Siguió así conduciendo a una velocidad prudente, yendo por supuesto a la dirección contraria del trabajo de Doppo.

No tuvo otra opción, conociendo a Jyuto sabía que no lo dejaría ni siquiera escaparse del auto para ir a su trabajo, y entonces marcó. Tuvo que inventarse la excusa de que su hermano menor había tenido un problema de gravedad y debía resolverlo cuanto antes. Aunque el supervisor intentaba convencerlo, Doppo se mostró insistente, cosa que logró que le concedieran el permiso. Colgó entonces, recostándose en el asiento del auto con una expresión de alivio.

—Tendré que ver ahora cómo conseguir un documento con el sello de la universidad de Tokio —dijo Doppo, intentando no estresarse por ello.

—Te conseguiré uno, incluso del Emperador si es necesario —Jyuto le contestó. Se detuvieron en una luz roja, y aprovechó el rato que tenían ante el semáforo para besar al pelirrojo—. ¿Cómo te has sentido? ¿Algo ha mejorado?

—Le pregunté esta mañana a Jakurai-sensei cómo estaba Hifumi. Me dijo que estaba bien, así que le pedí que cuidara de él, pero ya no me contestó. Supongo que lo recibió cuando iba en camino a su trabajo —Doppo ya no se veía tan decaído ni triste como el día anterior, pero el aura de preocupación seguía ahí. Era de entenderse que no pudiera reponerse tan fácil de esa declaración repentina.

—Supuse eso —Jyuto al momento volvió a avanzar—. Por eso vine a recogerte, pensé que podría llevarte a relajarte al onsen de Manyo Club, luego a comer y en la noche ir a Cosmo World.

—Jyucchan... —murmuró ligeramente al escuchar el plan que tenía. Había de suponer que ese día era su día libre, claro, si es que él también había huido de sus labores en la policía, pues iba vestido de manera un tanto más informal. Camiseta blanca de cuello en v, sin sus guantes rojos usuales ni su saco. A cambio de éste, traía un suéter casual color marrón.

Para estar «a juego», Doppo se quitó su saco y su corbata verde, y se remangó la camisa, abriendo los botones superiores de ésta. Jyuto lo notó al verlo de reojo, y al dar con otro alto, lo volteó a ver mejor.

—Te ves mejor así. El traje te queda bien, pero también luces bien en ese estilo más descuidado.

—Es bueno escuchar eso. Usualmente mis superiores dicen «deberías comprar otros trajes, todos los días vistes igual, mejora tu imagen, eres un vendedor». Aun cuando rara vez trato con personas, se la pasan quejándose de mi apariencia. Llegué a creer que de alguna forma yo podía ser feo en general... pero Hifumi siempre decía que lo que pasaba es que siempre estoy cansado, que los días que dormía como era debido, lucía realmente hermoso.

Unrequited [JyuDoppo] [HifuJaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora