Le habían preocupado los mensajes de Jakurai, y si era sincero, a Jyuto también le preocupaban. Apenas llegar al departamento, le llamó.
Cabía mencionar que el doctor había llegado muy tarde al trabajo, y Hifumi no asistió esa noche al club. Después de aquel beso, en su nublada mente Hifumi podía relacionar aquella sensación de pesadumbre con euforia, y por ende con deseo. Se había dejado arrastrar a la habitación del sensei, olvidándose de los compromisos que pudiera tener. En cosa de pocos minutos, se encontraba arrancándole la ropa, pronunciando su nombre entrecortado, y entrando en la intimidad de Jakurai.
Había sido un encuentro breve en lo que cabía, en donde ambos tomaron la curiosa decisión de pertenecerse entre sí. Pero, si esto era lo que querían, ¿por qué en cuanto Jakurai se fue al hospital, Hifumi se sentía tan vacío? El rubio ahora yacía en la cama, solo, meditando si había hecho bien en actuar de una manera tan impulsiva. Sentía en su mente un alboroto estresante, mientras una jaqueca repentina lo atacaba.
Jakurai no era la excepción en ese malestar. Apenas llegar a su oficina, rogó porque no tuviera citas importantes o extenuantes ese día. El recuerdo de lo que había pasado aun rondaba su mente. Las sensaciones seguían llegando a su cuerpo, el recuerdo de las manos de Hifumi y de su interior sintiendo al rubio... no pudo por ello evitar el enviar un mensaje a Doppo, esperando que lo viera en su descanso y pudieran hablar del tema. Al no recibir respuesta, era de esperar que se fuera estresando más, al sentir como si estuviera traicionando al pelirrojo.
Intentó llamarlo también, pero no había respuesta de ningún tipo hasta entrada la noche. Estando de vuelta en su piso, mientras Hifumi dormía, estaba tentado por primera vez a intentar pasar su estrés con alcohol, cosa a la cual renunció apenas pensarlo, pues se conocía bien y sabía que solamente le traería más problemas.
Sus pensamientos se vieron así interrumpidos al sonar de su celular, contestando apenas vio el nombre de Doppo en la pantalla.
—Doppo-kun...
— ¡Sensei! ¿Está todo bien? Vi sus mensajes muy tarde, lo siento tanto, perdóneme por favor, pero... el día de hoy salí y no pude prestar atención a mi teléfono y...
—Tranquilo, Doppo-kun, no hay necesidad de explicar nada. Al contrario, yo soy quien debería dar algunas explicaciones.
—Explicaciones... ¿De qué habla? ¿Pasó algo malo con Hifumi? —preguntó nervioso, siendo que el mensaje que había recibido mencionaba al rubio. Los nervios los tenía a flor de piel, acompañado de un sentimiento de culpa por no haber podido atender las llamadas a tiempo.
—No, no ha pasado nada malo... a menos que así lo consideres. Verás, yo... esta mañana cuando Hifumi-kun salió del trabajo... —por primera vez no encontraba palabras para explicar lo que sucedía. Usualmente estaba sereno, siempre con algo inteligente qué decir. Pero ahora era un manojo de nervios, hasta sentía el sudor brotar de cada poro.
Resultado de ello, Doppo se estaba acelerando más al recibir tantos rodeos con el asunto. Y lo peor es que Jakurai era consciente de ello y aun así le costaba incluso suavizar el tema hasta que, en medio del nerviosismo de ambos, escupió todo.
—Hifumi-kun y yo... hicimos el amor —fue una forma muy impropia, repentina y golpeada de decirle aquello. Se notaba en el silencio que hizo Doppo tras sus palabras.
—Ustedes dos... —musitó entonces en el teléfono, mientras que Jyuto le hacía una señal para que le explicara qué había sucedido.
—Doppo-kun, lo siento tanto. Creo que fue algo demasiado repentino, nos dejamos llevar, no es como si... espero lo entiendas.
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Unrequited [JyuDoppo] [HifuJaku]
FanfictionDoppo ha empezado una relación con Jyuto. Dicha noticia no le hace gracia a Hifumi, quien ha estado enamorado del oficinista durante años. Por ello decide alejarse por un tiempo para poner su mente en orden y dejar a su amigo digerir la declaración...