-¿Vas a reaccionar de una vez?-
-¿Cómo?-
No era la primera vez que escuchaba aquellas palabras, pero a la misma vez, cada una de las conversaciones sonaban terriblemente lejanas, por no decir que creía que esta era la única vez en la cual me había dignado a responder. Me di cuenta de que estaba en el patio del instituto pero había poca gente ¿Estaríamos a la salida? ¿Sería el final del recreo? ¿Alguna clase en la cual el profesor hubiera faltado? ¿O estaríamos en clase de educación física? Las dos últimas opciones me parecían casi imposibles, por no decir imposibles del todo, ya que con quien estaba hablando y quien me había formulado la pregunta era Christian y no compartía clase con él.
-Ya te lo he dicho ¿Qué si tienes intenciones de reaccionar o piensas quedarte cual zombie toda tu vida? - Estaba sentado en el pie de un árbol, pero se acababa de levantar, no es como si lo hubiera visto o al menos no recordaba haberlo echo, pero sabía que era así – Llevas dos semanas sin reaccionar, sin ser persona... No has llamado a Max para tener sexo, ni has intentando nada con León, de echo hasta has cancelado hasta nuevo aviso las clases particulares que te iba a dar y ya has suspendido un examen – Me miró serio – Y me cuesta incluso que hables conmigo o que quieras quedar. Hasta Klaus me ha dicho que estás más raro de lo normal -
No tenía ni idea de que me estaba hablando, pero lo único que quería era irme a mi casa, no tenía ganas de hacer nada ni de estar con nadie, y menos con alguien que me estuviera obligando a pensar. Introduje mi mano en los vaqueros en busca del móvil para mirar la hora, así al menos podría quitarme algo de desorientación y saber si podía irme ya o tenía que quedarme, aunque en verdad solo era para saber si tendría que saltar la valla del instituto. Bajo otras circunstancias me habría ido sin más... Pero ahora mismo no era consciente ni de quien era o de que me pasaba, por no decir que mis fuerzas me habían abandonado, sin saber muy bien que hora era, y eso que me había parado a mirar con detenimiento el móvil, me levanté a mi vez.
-Déjame tranquilo ¿Quieres? Pareces una vieja loca gritando todo el día -
-Aún no he gritado y más te vale que no lo haga -
-Si, ya... Menos lobos caperucita -
Christian era la persona más paciente, calmada y tranquila que había conocido en toda mi vida, solo lo había visto cabreado y enojado una vez en toda mi vida, por lo cual sabía las consecuencias que sus palabras podrían acarrear en mi, no en vano mandó el solo a dos tipos mayores que él al hospital, y todo porque querían abusar de una chica amiga suya, Christian el salvador, o al menos así lo llamaría si no estuviera a punto de pegarme cada vez que lo menciono.
-¡Alejandro!-
Me había cogido de la camisa blanca con una sola mano (cosa rara ya que yo por mi parte jamás hubiera usado una camisa blanca, y mucho menos para ir al instituto, yo mismo castigué a Max sin sexo una vez que la usó y por eso había tirado todas las que tenía), haciendo que mi espalda quedase pegada al tronco del árbol, mientras que su otra mano se había echo un puño y había impactado contra el mismo tronco, justo al lado de mi cara.
-Eso ha estado cerca-
-No me tientes o te juro que el próximo si que va a tu cabeza, ¿De verdad vas a estar así solo porque el brazalete apareció en tu cama? Eso es una tontería -
-¿Y a ti que más te da cómo esté? - Solté con prepotencia y arrogancia, lo que me supuso un mal trago - ¡Joder, Christian! -
Esta vez el golpe no se hizo esperar e impacto contra mi nariz, me había echo sangre así que lo aparté con fuerza para tomarla echando hacía atrás la cabeza para así tratar de parar o al menos de controlar la hemorragia, cosa que parecía algo imposible, el capullo sabía golpear bien.

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El poder del Sexo
RomanceAlex es un chico independiente, fiestero... cree que tiene el mundo a sus pies y que todos los tíos y tias están deseando a tener una aventura con él. Usa a sus ''amantes'' como juguetes solo para sexo y sin darle más importancia a unos que a otros...