INMORTALES

4. Emboscada

 

 

-         Quien ríe ultimo ríe mejor ¿no?- susurre con malicia e ironía.

-         Felicidades- agrego ella con una sonrisa dibujada en su cara. No entendí, pero tampoco me importaba. La mataría.

-         Detente- emitió Jouna, detrás mío, mientras se acercaba lentamente con las manos levantadas en señal de paz, pero yo ignore el gesto. "por supuesto" pensé "se habían divertido viéndome perder contra Saura, pero ahora saldría uno a uno a intentar defenderla"

Lo mire con recelo, con los colmillos afuera en señal de advertencia, no podía dejar que se acerque pero...

Mierda! Saura se libero y se puso de pie de un salto. Se encontraba alerta, con la mirada llena de pánico, lo que me desarmo. Casi 20 personas se acercaban.

-         esto solo debía ser un entrenamiento...- susurro un segundo antes de que las presencias extrañas se sintieran.

-         Pero ya se ha salido de control- continuo Saura intercambiando una mirada significativa.

Gruñí, apenas podía escucharlos en mi frenesí y Saura se había acercado.

Mis brazos volaron a su cuello, en un impulso por arrancarle la cabeza, pero esta vez Jouna me detuvo agarrándome de los brazos por detrás. Enseguida mi cuerpo se giro hacia el en un intento por defenderme y atacar desde mejor posición.

Le di la cara intentando no darle la espalda a Saura.

-         tranquilízate, sabes que no te atacare- pronuncio fríamente Jouna, mirándome directo a los ojos, con esa mirada tan intensa, que me hacía temerle.

-         ...-no conteste y me limite a sostenerle la mirada, algo un tanto difícil, el era demasiado atemorizante a veces. Proferí un aullido leve como de cachorrito herido. No podía desobedecerle desde esa posición.

Me soltó, enseguida olvide a Saura, que por cierto había desaparecido y me gire completamente hacia Jouna, apretando los puños con fuerza, tratando de liberar con ese acto la furia de sobra, que durante la batalla había acumulado.

Jouna me agarro la mandíbula con ambos brazos intentando que me concentre en lo que iba decir, pero sin querer me hizo todo mas difícil, mis brazos los coloque a mi espalda procurando mantenerlos alejados de su cuello y  mi respiración se hizo más acelerada, aunque no podría asegurar si solo fue por su cercanía.

Unos aullidos lobunos rasgaron la atmosfera, resonando en el bosque, a corta distancia.

-         somos un clan, TODOS somos parte de él- miro hacia la entrada del bosque con aprensión y se apresuro aun mas-  nos cuidamos entre nosotros y confiamos los unos en los otros...

Me tense sobremanera, Saura me había agarrado de la muñeca. Le mostré los colmillos rencorosamente, pero ella no se inmuto y Jouna volvió a inmovilizarme y me obligo a mirarlo. Sus ojos del color de la amatista brillaban con tanta determinación que me hipnotizaron por los segundos en que me hablo.

-         llego el momento de que demuestres que puedes ser parte de nosotros.

Asentí, realmente quería ser parte de algo. Volví a asentir. Realmente necesitaba dejar de sentir esta soledad en mi interior. Yo entre todos los demás vampiros, realmente empezaba a vivir, no recordaba nada además de ser vampiro, no existía nada que me atara a mi vida humana. No tenía recuerdos... Yo sí estaba realmente sola.

-         vamos- emitió Saura volviendo a tirar de mi- y por cierto, nada personal- continuo aparentemente como disculpa, por la pelea anterior.