El tiempo como inmortales pasa con lentitud, los días son tan insignificantes comparadas con nuestra eternidad que el paso del tiempo pasa sin ser advertido, se palpa la inmovilidad en el aire y las infinitas motas de polvo sostenidas en él. Aun así he intentado no perder la cuenta de los días que llevamos huyendo. Llevamos casi dos semanas escondiéndonos, hace unos tres días por fin probamos del festín prometido por Saura.
Y parecía que nadie había reparado suficiente en el hambre después de tanta persecución, porque al llegar a la diminuta aldea en las faldas de una montaña helada la devastamos por completo.
Volvimos la nieve roja.
Por primera vez no reparamos en si eran muy viejos o muy jóvenes, nadie era importante para nosotros, solo eran comida fácil, presas y nosotros... depredadores, cazamos por instinto totalmente cegados, peleando por nuestra comida como si fuera la última y ningún humano parecía capaz de saciarnos, todos eran insignificantes, demasiado poco o por lo menos así fue como vi a Zackary. Un asesino nato. Un vampiro en toda su expresión.
Por cierto Zackary es el pelirrojo que Greco transformo y dos días antes de llegar a la aldea despertó.
Su mirada es la de un demonio.
Sus ojos son de un color amatista tirando para celeste, fríos como témpanos.
Si bien Calet seguía pareciendo humano en su actuar, Zackary ya no parece poseer ni una pequeña pisca de humanidad.
Es cruel.
Y es fuerte, es muy fuerte, dicen que el precio de nuestra inmortalidad es el dolor que sufrimos al transformarnos y nuestra debilidad al sol, pero no todos sobreviven así que nuestra fuerza es una recompensa por aguantar, y él había aguantado una semana y tres días su trasformación, más que cualquier otro vampiro del que escuchara y su fuerza asombrosa era su recompensa. Hicieron falta tres vampiros y por ultimo todo el poder mental de la doble voz de orden de Greco para detenerlo cuando detecto el olor de humanos y quiso cazar por su cuenta.
Al lado de él yo casi era civilizada y sobre su físico, antes era muy apuesto para ser humano y ahora también lo era para ser vampiro, parecía más bien un Dios o un demonio.
Y a pesar de este hecho ni siquiera la superficial Micaela se le ha acercado. Todos vemos esa aura demoniaca rodeándolo, es un vampiro poderoso que causara problemas.
Por ahora estamos instalados en la vieja y olvidada aldea que devastamos, después de todo no quedo ni un testigo y nadie vendría en meses a abastecer a los aldeanos muertos. Nadie los encontraría nunca...
Por fin seguros.
O casi... hay muchos lobos cerca de la zona y todos ellos son fieles aliados de los cazadores.
Marcuss dice que no estaremos seguros hasta que lleguemos con el clan de Eleazar, el clan oscuro. Se decía que antes ese era el clan más sanguinario que existía, destruían pueblos de día y noche y mataban hasta saciarse sin protegerse u ocultarse, ese fue el clan que puso en evidencia a los vampiros, es el clan más odiado en el mundo de los inmortales, pero era el clan que teníamos más cerca.
Según Marcuss actualmente es un clan un poco más civilizado su líder Eleazar controla a la mayoría de los integrantes y los mantiene a raya.
Pero el precio por delatarnos a los humanos es el odio. Este clan fue perseguido por cazadores y vampiros y ahora el clan se encuentra escondido.
Ese es el problema es un clan muy reservado y está aislado entre las montañas heladas.
- ¿Cómo encontraremos a Eleazar?- murmuró Saura dirigiéndose a Marcuss, levante la vista hacia ellos, últimamente pasaba la mayor parte del tiempo con Marcuss, Saura y por supuesto Calet cuando no perseguía a Mikaela por los alrededores- la última vez que Jouna se topó con él le dejo bien claro que no quería visitas.
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INMORTALES
VampiriAhora soy diferente. Lo sé, aunque no recuerdo nada de mí, nada antes del dolor que carcomio mi cuerpo y corrompió mi alma. Me convirtieron en algo sobrenatural, mortal y salvaje y no me detendré hasta saber por qué. Y quien lo hizo pagará... Devo...