One Shot Fantastic Beast.

Cita Doble.

Con una sonrisa triunfante Queenie se paseaba hasta la Oficina de su hermana mayor, ya no faltaba nada para salir aquel viernes y aunque Tina se negara aquella semana había sido sin duda agotadora. 

Rogó, rogó y rogó a su novio y a Newt que dijeran que sí a salir en una cita doble, con Jacob en realidad no tuvo mayores problemas, en cambio el magizoólogo se limitó a responder "si Tina acepta, claro que voy... De todos modos es una cita doble, ¿no? ". Vaya que se la había puesto difícil. Convencer a Teenie, ay,  que la buena suerte esté de mi lado. 

Golpeó un par de veces la puerta y del otro lado un suave pero firme 'pase' le dio la libertad de abrir la puerta y adentrarse a la Oficina. 

—¡Teenie!...

—Queenie, ¿que te trae por este lado del edificio? 

—Ay Teenie... Por supuesto que no quiero que me hagas un favor, ay Dioses, que desconfiada eres hermanita...

—No leas mi mente, Queen. 

La rubia, a saltitos, se dirigió frente a su hermana y tomó asiento, la observó por un momento, leyendo perfectamente lo que pensaba lo cual era una combinación de "Que bueno que es viernes, tengo hambre, no entiendo estas planillas y que quiere mi hermana ".

—¡Exacto!, ¿no es buenísimo que sea viernes?. 

—Ahí vamos de nuevo...

—Ay, sabes que no puedo evitarlo Teenie...

De nuevo se quedó en silencio, aquello ponía nerviosa a la morena. Tanto silencio, con Queenie, era como estar hablando en voz alta y completamente normal, solo que con la desventaja de que ella no sabía lo que la cabeza dispersa de su hermana menor pensaba.

Tina levantó su vista y cerró la carpeta que tenía entre sus manos. 

—Anda, ¿que tienes? , dímelo ya.

—Bueno, venía a... en realidad yo... ¿Se te apetece salir esta noche? 

—¿Salir?  –espetó con hastío mal disimulado– Yo solo quiero mi cama...

—Hermanita, no seas aguafiestas. Va Jacob. –comentó la rubia, con felicidad desmedida.

—Con mayor razón. –miró a su hermana como si fuera obvio– Estoy de sobra.

—Ay no seas boba... También va Newt, obviamente. 

Antes de que la morena pudiera agregar algo, Queenie prosiguió con esa gran sonrisa en su rostro.

—Mira, se trata de una cita doble, tú con Newt y yo con Jacob.

—Newt, ¿aceptó? 

—Dijo que lo dejaba en tus manos, ¿no es adorable? 

—Así es mi novio, adorable... ¿Se veía entusiasmado? 

Queenie levantó ambas cejas y exageró demasiado sus expresiones.

—¡Pero claro que sí!, se muere de ganas por pasar la noche contigo.

—¡Queenie! 

—Ah, no me expliqué bien... lo siento... me refería a todo juntos, la noche, música, ay ya sabes, ¿no te parece entrenido? 

—La verdad es que sí.  –aceptó sonriendo felíz– Vale, acepto. Pero temprano volvemos al Departamento.

—Lo juro, Teenie... ¡Ay te amo! 

La bruja rubia rodeó el escritorio de su hermana y le beso en la mejilla para después abrazarla.

—Nos juntamos en la entrada, Jacob llegará con Newt, no tardes, no te quedes trabajando demás.