Podría ser mejor.

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Les pido imaginar a Newt y Tina casados, con una hija ya adolescente (aprox unos dieciocho años).  Bueno, son magos por lo tanto longevos, así que no creo que luzcan tan diferentes. 
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—¿De donde dijiste que era? 

—Iba en Hogwarts también, mamá. 

La joven bruja se sentó a desayunar y lo primero que la recibió fueron preguntas sobre un tema que, por su parte, ya había dado por finalizado. 

Newt revisaba el periódico en silencio, haber vivido y sobrevivido con dos brujas de alto carácter le había enseñado a guardar silencio cuando se enfrentaban, bueno, Tina y sobretodo Helena sabían que el magizoólogo tenía su carcater el cual era mejor no desafiar.  

—¿Vino cuando celebraste tus diecisiete años?  –inquirió la madre con curiosidad mientras acercaba las tostadas a la mesa. 

—Si madre. 

—¿De que casa era? 

Newt levantó la vista y las observó a ambas con la misma expresión retadora, la típica, ceja alzada. 

—Querida, deja de hacerle preguntas, de todos modos el muchacho vendrá hoy, ¿no es así?  –inquirió él, con algo de sorna. Estaba algo celoso. 

—Ajá, vendrá hoy papá y les pido enserio... ¡Sean normales! 

Newt y Tina rieron con ganas, divertidos, los adolescentes eran bastante graciosos cuando se lo proponían. 

—¿Normales?, eres graciosa bebé.  –espetó su padre, jalandole una mejilla.

—Ay papá, basta de eso, ya no soy una bebé, soy una bruja adulta que puede defenderse perfectamente bien. 

—Vale, bruja madura, se te hace tarde para tus entrenamientos como Auror, tu tío Theseus se molestará.  –su madre le acercó un bolsito y lo dejó junto a ella. 

—El tío Theseus es un dulce, mamá, nunca me regaña.

Ambos padres pusieron la boca en forma de "o" habían advertido a Theseus mucho antes de que Helena empezará con su reclutamiento, "no seas ligero con ella, no la mal acostumbres". Y vale, lo primero que hacía. 

Antes de poder regañarla ella desapareció, dejando sólo el olor de su perfume en el aire. 

—Eso explica muchas cosas, ¿sabes?  –musitó el magizoólogo mientras dejaba el periódico en la mesa. 

—¿Que cosa?, ¿sobre qué, querido? 

—Su forma de vestir, su cabello, su falda el último año de Hogwarts.  –bufó molesto, rojo hasta las orejas– Sí, estoy celoso. 

Tina sonrió de manera agradable, se levantó de su silla, rodeó la mesa y tomó asiento, con cuidado, en las piernas de su esposo. 

—Tenía que pasar, lo sabes. 

—Pero no tan... pronto, es mi pequeña bruja... 

—Y la mía, pero, ¿que podemos hacer?.

Newt levantó la mirada y se encogió de hombros. 

—Hechizarlo y correrlo de la casa. 

—¡Por Morgana, estás loco! 

Ambos comenzaron a reír y por primera vez en aquel día se besaron en la boca, con tranquilidad, en la comodidad y calidez de su hogar. 

El día pasó tranquilo, el atardecer daba paso a la oscura noche y con ella la cena junto con el misterioso novio de Helena.

Tina se esmeró particularmente en la cocina ese día y Newt, de ambas celoso no lo podía creer. 

One Shot Fantastic Beast. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora