El regreso del tiempo

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Seguían pasando los días y yo a su vez me deprimía cada vez más. Hasta que un día bien entrada la mañana Triple A nos llamo a Pandi, Pablo y a mi.

-Chicos se acerca el barco de Hugo, tal vez alguien a podido sobrevivir al campamento-dijo Triple A.

-al fin podré matarlo-dije entre susurros.

-¿que has dicho?

-nada nada

El barco se acercaba cada vez más hasta que llegó al puerto de El Resurgir. Fuimos hasta allí y yo ya llevaba mi tornillo para matarlo.

-buenos días-dijo Hugo alegremente al bajarse-e encontrado supervivientes, aunque recuerdo claramente que me dijiste Ricardo que los habíais matado. En mi opinión es un destino cruel para cualquiera, pero me pasa por no especificar.

No me lo pensé dos veces arremetí contra él. Pero él con sus. Reflejos paro mi brazo en el tiempo antes de que llegara a tocarlo.

-enserio pensabas que me podías matar, veo que has leído el diario.

Des-paralizó mi brazo y seguí arremetiendo contra él pero nada funcionó. Cogió mi espada y la clavó en la pared. Empezó a mirarme cómo si me comprendiese mientras sonreía. Empece a atacar con los puños pero me agarró y me lanzó a un metro de distancia.

-agradécemelo te e traído nuevos amigos. Sus nombres son: Alfredo, Gabriela y Adrián.

Ellos salieron del barco y tenían aproximadamente mi edad. Pensé en reclutarlos y volar el resurgir en pedazos.

Me dieron igual. Le tiré un rayo al barco y empezó a arder.

-tío, ¿de qué vas?-dijo Pablo-el barco no te a hecho nada.

Me giré hacia Hugo furioso. La rabia subía a cada segundo porque sabía que no podía vencerlo. Ya no sonreía, eso me bastaba. Enfadarlo para que supiera lo que era el dolor.

Fui corriendo hacia el. Se agachó y barrió su pierna por el suelo. Caí sobre su espalda y antes de que pudiera levantarme me agarró y me lanzó al suelo. Mis huesos crujieron.

Su ojo izquierdo el rojo brillaba a la luz del mediodía. Me miraba seriamente. Yo conseguí levantarme del suelo. Y volví a atacar. Cuando barrió su peruana por el suelo la salté y acabé detrás de él.

Él como si nada se dio la vuelta, puso sus manos en el suelo y me dio en la parte de abajo de las piernas de dos patadas.

Mis huesos volvieron a crujir. Me tambaleé un poco y el me pegó en la barriga un puñetazo. Su ojo rojo me impulsaba a seguir golpeándolo. Se lo iba a sacar a golpes.

-¡te sacaré tu estúpido ojo de la cara y haré que te lo tragues!-grité.

-bien, tú crees que decidí que mi ojo fuese así, crees que yo decido todo lo que me pasa. Crees que eres el único que tiene sentimientos.

-vamos, no te pases de gracioso. A ti te da igual que haya muerto Aitana. Tu no sabes lo que es perder a alguien. Eres un monstruo sin sentimientos.

Pareció recordar algo durante un instante y se levantó. La brisa del aire le movía el pelo hacia la derecha. Tan rápido como la brisa se fue lo tuve encima golpeándome por todos lados.

La vista se me fue nublando. Intenté esquivarlo, pero no podía. Me había roto las piernas y seguía en pie porque él me agarraba. Triple A corrió hacia Hugo para detenerlo. Él me agarró del cuello. Y pegó a Triple A en la cara.

Este último salió volando hacia atrás. Estaba empezando a asfixiarme y empecé a llorar. Había llegado mi fin. Cerré los ojos y noté como me recorrían las lágrimas. Perdí la consciencia.

Logré escuchar como se asustaban los nuevos. Y a Triple A diciendo algo.

-bienvenidos al Resurgir-les dijo Triple A.

Me desperté en una camilla de hospital. Tenía el cuerpo lleno de moretones.

-lo que intentas es inútil el es un dios.

Me giré y vi a Gabriela.

-¿como sabes lo que voy a hacer?- le pregunte.

-porque has estado hablando en voz alta durante media hora-dijo Gabriela.

-lárgate-le dije yo ante toda respuesta.

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