La verdadera cara de Henry

20 27 0
                                    



Nos habíamos olvidado del resto. Recorrimos el camino de vuelta contándole a Rex lo que había pasado después de que fuera absorbido por el martillo. Hasta que finalmente llegamos.

Para nuestra sorpresa la pelea estaba controlada. Más o menos, David corría a lanzarse contra Henry y Julia estaba en el suelo sin un brazo. Que diablos acababa de pasar ahí.

-veo que habéis derrotado a mi amigo-dijo Henry-no obstante a mí no me derrotareis, siempre estaré presente.

-oye nunca fui el chico popular, esa fue otra de las cosas que me impulsó a matarlos a todos.

Me recorrió un escalofrío, los había matado a todos y ni siquiera mostraba una sola emoción en su rostro lleno ahora de cicatrices. Se había convertido en alguien despiadado. Y ya no se podía hacer nada para impedirlo.

Gabriela saltó por detrás de él para golpearlo, pero él la agarró del brazo y la lanzó hacia atrás. Seguidamente saltó Charlotte que tampoco pudo golpearlo, hizo lo mismo, la agarró del brazo y pronunció unas palabras.

-te antes me caías bien, me aceptaste antes que nadie, no me hagas acabar contigo.

Charlotte intentó darle un cabezazo, pero no pudo, aunque había estado a punto de darle la cabeza de Henry se desvaneció, como si hubiese muerto, pero de la nada se formaron distintos trozos de su cara que se juntaron de nuevo.

-mi turno.

La soltó y le pegó un cabezazo que la mandó unos tres metros hacia atrás estampándose contra un árbol y cayendo al lado de Julia. Apuntó su mano hacia el sitio en el que se encontraban los cuerpos de Charlotte y Julia.

Pero algo lo frenó, Adrián y Alfredo saltaron hacia él y lo agarraron de los brazos.

-vaya, supongo que no utilizaré el truco de desvanecerme porque se vería repetitivo, no creéis.

Una expresión de furia se formó en sus caras, Rex aprovechó y disparó a Henry en la cabeza.
-oye eso duele.

No se había muerto, ni siquiera le importaba el disparo. Seguidamente sus brazos se iluminaron con un tono negro y Azul. Y los de Alfredo y Adrián se quemaron un poco haciéndolo caer.

Todo su cuerpo se iluminó y un millón de rocas rodeadas de fuego cayeron alrededor de él sin llegar a darnos. Pero antes de que pudiésemos hacer nada las rocas estallaron y nos hicieron volar hacia atrás golpeándonos con unos árboles dejándonos inmóviles.

Lo último que vi fue a Gabriela acercándose a Henry.

Gabriela: mi pierna ya no servía para nada, estaba rota. Vi como el resto salía volando a excepción de Adrián y Alfredo. Ellos seguían ahí en pie. Recuperándose.

-vaya, seguís aquí. Pensé que habíais salido todos a dar un paseo marcha atrás. Bueno quiero que sepáis que no quiero matar a nadie más. Así que me voy de aquí y todos tranquilos, ¿vale?

Adrián y Alfredo se enfadaron y corrieron hacia el, y como si algo me estuviese reteniendo me quedé quieta. Casi al instante de los brazos de Henry salió un resplandor.
Y ellos no pudieron esquivarlo.

Sus cuerpos cayeron al suelo, habían muerto. Las lágrimas salieron de mis ojos. Mis únicos amigos habían muerto. Él los había matado.

-lo lamento, sé que eran tus amigos, pero los que solo buscan resaltar deben ser aplastados. Yo nunca e buscado eso, y parece que al fin e encontrado a alguien que tampoco, es persona eres tú.

Las lágrimas seguían cayendo de mis ojos, y yo seguía sin poder moverme.

-únete a mi y cumplirás lo que la gente normal no hace, ser sutil y una buena persona, se que no piensas que yo sea una buena persona, pero tuve que matarlos. Simplemente nos iremos en busca de ese poder anhelado.

-Y finalmente podremos volver y enseñarles a todos que si que somos importantes. Lo que si no eres maligno y egoísta no se puede conseguir. Excepto nosotros, nosotros si podemos enseñarle al resto que la gente como nosotros si puede resaltar.

Al fin había encontrado a alguien que sintiese lo mismo que ella. No debía desaprovechar la oportunidad. Era única.

-acepto.

-perfecto, al fin alguien racional, tu finge que me has matado, solo ponte el anillo y escóndelo. Yo estaré en el.
Hice exactamente lo que me pidió, Henry puso su mano sobre la mía y su cuerpo se desvaneció. Solo quedó el anillo que seguidamente me puse. La mente se me sacudió, y me vinieron un montón de recuerdos.


Recordé cuando me estrellé con mi nave cerca del campamento. Y seguidamente de eso me vino a la mente una voz que no era la mía, era la de Henry.

-bien hecho, ahora vuelve como si estuvieras muy dolida despiértalos y diles que me has vencido a costa de la vida de tus amigos.

Avancé hacia donde se encontraba el resto. Y los desperté.

-e vencido. Pero por desgracia...

-vayamos hacia los cuerpos, cojámoslos y nos vamos de aquí-dijo Rex.

Storm Donde viven las historias. Descúbrelo ahora