Epílogo

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Habían pasado diez años. El Resurgir estaba casi igual a como lo habían dejado. Unas ruinas, a diferencia de que varios tanques llenos de un líquido verde extraño y un montón de armas experimentales estaban allí ahora.

Ya no quedaba nadie allí, Rex Jeck y Triple A se habían ido. Los tanques habían sido apagados recientemente por alguna razón desconocida. Sin duda para Hugo eso era una buena noticia.

Uno de los tanques se resquebrajó y estalló. Una persona cayó de él, el Dios del tiempo había vuelto. Se incorporó lentamente sin ver nada, cuando sus ojos empezaron a funcionar miró hacia los lados.

Como era posible que su casa estuviera así, solo deberían haber pasado unas horas.corrió buscando a sus amigos, llegó a su oficina que casi no seguía en pie. La mesa estaba intacta.

El cartel de bienvenida seguía igual, se miró en un trozo del espejo que tenía detrás y comprobó que su pelo ahora le llegaba a la espalda.

Su ojo izquierdo anteriormente solo un poco rojo ahora lo era del todo. Aunque una cosa era cierta, parecía que hubiese dormido más que nunca. Buscó algo que lo ayudase a saber dónde estaban sus amigos.

Sólo encontró su móvil guardado en un cajón. Lo encendió, solo le quedaba cinco de batería y por ahí no había ningún enchufe. Miró la fecha. El móvil se le cayó de las manos, habían pasado diez años.

Corrió a la sala del portal para encontrar alguna pista, quién fuera quien había estado en su casa no había bajado hasta ahí. Miró hacia el portal, aunque había pasado mucho tiempo se acordaba de las coordenadas exactas de Hutemberg.

Las introdujo. El portal emitió un zumbido raro y empezó a funcionar.  La luz dejó entrever un Hutemberg moderno. Los parques por los que había paseado ya hacía años. Pasó por delante del parlamento en el que habían elegido a Com Bagner  de presidente.

A continuación pasó por la calle en la que había librado su primera batalla junto a los Ángeles de la guarda enfrentándose a un monstruo del mundo descodificado. El suelo de la calle ya estaba bien.

Exceptuando un pequeño homenaje que era un cártel delante de la grieta que quedaba en el suelo. Y con homenaje quiero decir que pasaban de gastar cinco euros más.

Llegó al edificio de su hermano. Sacó su llave y abrió la puerta. La cerró y trancó detrás de él. Subió por las escaleras puesto que nunca le había gustado usar el ascensor. Llegó al último piso desatrancó y finalmente abrió la puerta de la oficina de su hermano.

Encendió su ordenador. No esperaba encontrar nada. Entró en los perfiles de los héroes después de poner cinco contraseñas.

Paintju: desaparecido
Time Lord: ¿muerto?
Jeck: Canarias
Rex: Canarias
Triple A: Hutemberg calle Roca número 7
Borrón: Planeta Bambú
Pandi: Planeta Bambú
Pablo: ¿muerto?
Ricardo: muerto
Aitana: muerta

Dejó de mirarlos. Las últimas personas habían muerto. Ya no habría más Resurgir, ya no habría más héroes.

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