capítulo 7.

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CAPITULO VII

Una semana…

Una semana ha pasado desde que vi a Naruto-kun.

A veces me parece que todo eso fue un sueño, una fantasía como las que suelo imaginar, en las que me encierro yo misma para consolarme un poco.

Sueño con él, con sus cálidos labios sobre mi frente. Un simple gesto, un simple tacto y hace que mi cuerpo se estremezca… Dios que efecto tan descomunal tiene ese hombre en mi interior. Nunca, nunca antes me había sentido así.

Siento que lo extraño…

Siento que le necesito…

Como si un vacío inmenso creciera en mi interior al saberlo lejos de mí…

Al saberlo ajeno a mí…

Si… creo que soy un ser egoísta… soy malvada… como puedo pensar esto estando casada…

Pero…

Aunque fuera solo un segundo... un instante nada más… deseo ver esa mirada, deseo perderme en el azul de sus ojos… deseo contemplar esa sonrisa que tanta paz le da a mi alma.

Naruto-kun…. Naruto-kun…. Naruto-kun

El sonido de la alarma me saco de mis cavilaciones, retornándome a mi cruda y fría realidad.

Viernes, 6:30 de la mañana.

Gústeme o no debo levantarme

Me doy una ducha rápida. Mientras Sasuke sigue en un profundo sueño.

Jejeje es normal, pues anoche llego casi de madrugada.

¿Qué tanto trabajo tiene que hacer para llegar a esas horas? Jamás lo había hecho antes.

(Acaso eso es importante, deberías sentirte aliviada, llega a deshoras de la noche, sin ánimos ni fuerza para obligarte a responder como su mujer, eso es un consuelo ¿no crees?)

Es verdad. Hace varios días que Sasuke no me pone un dedo encima, es extraño, pues él no pasaba más de tres días sin… bueno… qué más da, es un alivio para mí.

(Si Hinata, agradece al cielo que no has tenido que volver a intercambiar fluidos con el)

Ca…ca…cállate, que cosas dices.

No es que él sea feo, la verdad es muy atractivo, supongo que cualquier mujer desearía estar en mi lugar.

Pero…el corazón no se puede mandar… y mi cuerpo se aferra a no responder igual. Sin importar cuanto me toque, sin importar cuanto me bese… yo no logre sentir deseo por él, no logro… jeee quizás ni en eso sirvo.

-0-

7:30 de la mañana.

Dos huevos, una pizca de sal y pimienta… roció un poco de queso… mmm muero de hambre.

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