capítulo 20.

852 81 4
                                    

.....

-Así que aquí estabas escondido-

-Vete a la mierda Itachi, déjame en paz-

A punto estaba de estrellarle la puerta en las narices cuando me empujo con violencia dentro del departamento y tras entrar y cerrar la puerta me toma por el cuello, sus ojos parecían querer tomar un tono rojizo y su agarre es tan fuerte que no puedo zafarme

-¡¿pero que pasa contigo?!-

-¡No te interesa! ¡Lárgate!- grite con todo lo que me daba la voz

Maldita sea en que me he convertido. Me veo tan abatido tan completamente destruido.

Desde ese día que llegue al departamento de Suigetsu no he vuelto a salir, no quiero salir. Siento que me moriré del maldito dolor que me inunda el pecho. Jamás en toda mi existencia había experimentado semejante dolor, es como si me faltara el aire, si mi corazón se negara a palpitar haciéndome sentir al borde de la muerte.

Itachi soltó su agarre, lucia preocupado.

-nuestro padre esta vuelto loco-

-eso no me interesa en lo más mínimo- Escupí aquellas palabras con el mayor desdén posible.

-si sigues así y te encuentra te matara, sin dudarlo-

-tal vez me haga un favor-

Apenas y hube pronunciado aquello y un gran puño se estampo contra mi rostro, luego otro y uno al estómago provocándome una arcada y mandándome directo a besar el piso.

-¡eres un maldito crio!- gritó, perdiendo la compostura y el porte civilizado que lo caracteriza- ¡¿Que no te das cuenta? Todo mi esfuerzo lo quieres mandar a la mierda, cuando estoy tan cerca de liberarte totalmente vienes y la cagas!-

¿Esfuerzo?

¿Liberarme totalmente?

¿De qué rayos me está hablando el a mí? Si toda su maldita vida solo ha sabido ser un perro de mi padre.

-¡De que estas hablando!- mi voz se elevó producto de la ira que estaba acumulada en mi interior –si tú eres el perrito favorito de nuestro padre, esperas que crea que en algún momento pensabas ayudarme, no soy un idiota-

Frunce el entrecejo y me mira lleno de dolor – eres mi hermano pequeño Sasuke, y aunque no lo creas eres lo más importante para mí. Y sí, tenía planes, planes que llevo trabajando desde hace menos de un año, planes que no te conté porque sigues siendo un puto crio que no sabe controlar sus impulsos-

Eso me enfureció, y planeaba borrar ese rostro perfecto de su cabeza pero me detuvo el puño en el aire

-ves, a esto me refiero-

Joder. Está jugando conmigo y con mi paciencia.

Me relajo un poco y tras levantarme y sacudirme la ropa me dirijo a la puerta y la abro, invitándole amablemente a largarse de aquí.

-Si colaboras conmigo podrás ser libre para ir por ella sin temer que nuestro padre le haga nada-

¿Qué?

Pacto de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora