capítulo 2

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…DOLOR…

"confuso destino, es lo que me queda

Perdida en mis lágrimas me veo hoy

Mi alma esta herida y en agonía

-Ya basta- susurra mi corazón"

-0-

-Sasuke espera por favor-

-ya te dije que no-

-Sasuke me estas lastimando-

-Quiero que te quede bien claro que yo soy tu dueño-

"tu dueño" esas palabras me calaron en lo más profundo del alma, pero sentía que tenía razón, que había veracidad en sus palabras, él me había comprado, como quien escoge una muñeca de la juguetería, la usa y re usa a su antojo.

Pero mi sacrificio; si con mi cuerpo yo compre el bienestar de mi familia, su estabilidad económica; debería estar feliz… pero… pero… ya no lo soporto más.

-0-

Al salir de la velada nadie dijo nada, el interior del vehículo se sentía más frio de lo normal. Y la tención hacia que se me dificultara incluso respirar.

Que hermosa suerte tengo, en un momento estoy contemplando a un adonis de ojos de cielo, y al otro instante voy sentada en la limosina con mi esposo que no ha osado dirigirme la palabra.

Llegamos a la casa, y el silencio seguía reinando. Suspire hondo, realmente esto es demasiado para una sola noche.

Me dispuse a dirigirme a la habitación cuando sentí la mano de Sasuke detenerme por el brazo.

Volteé y sentí que mi corazón se acelero, se aterrorizo, jamás había visto esa expresión en el rostro de Sasuke, se veía furioso, hasta podía jurar que sus ojos parecían querer adquirir un tono carmesí.

-Sa…sa…sa…su…-

Sus labios se apoderaron de los míos, con fuerza, con exigencia, como si deseara devorar mi boca.

Sentía sus dientes aferrarse a mis labios, y su lengua exigir cabida en mi interior, parecía absorber cada gemido que emitía (que no era de placer, aclaro) cada palabra de suplica, cada susurro.

Por fin su boca libero la mía, pero su mirada permanecía igual, provocando que mi cuerpo comenzara a temblar, temblaba de pánico, de ver el monstruo al que me había atado, al que estaba condenada a soportar hasta el último día de mi vida.

No pude evitarlo, mis ojos se cubrieron de lágrimas, quizás añoraba que mi dolor le detuviera, menguara su furia, pero tuvo un efecto inverso al que deseaba.

-Deja de lloriquear que no es la primera vez-

Su voz era tan grave, y potente, solo opte por poner mis brazos frente a mi cuerpo, deseaba tenerlo lejos, muy lejos de mi.

-Sabes que puedo tomarte cuando se me dé la gana, y lo hare hoy, lo hare para que tengas en claro, bien en claro que tú solo eres mía, que solo debes estar a mi lado, que solo debes obedecer a lo que te diga, sin refutar, eres de mi propiedad, eres un objeto que yo compre, soy tu dueño, tu Señor, que te quede bien claro Hinata-

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