4-) Ataque Sorpresa

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El hombre me observaba, desde ahí, parado sin hacer otro movimiento que rasgar el vidrio lentamente.

Pasamos así unos 4 minutos, 4 minutos de sufrimiento, el hombre comenzó a caminar, a rasgar el vidrio con sus uñas mientras caminaba, caminaba lento, muy lento, cuando lo perdí de vista en la oscuridad, trate de tranquilizarme, pero pensé en una cosa.

Iba caminando en dirección a donde estaba la puerta, la puerta de la casa en donde estoy yo.

Mi cerebro pensaba demasiado rápido

"¿Qué hago?" Me levanté de la cama y encendí la luz, la de el cuarto y el pasillo, luego me quede ahí, parado, no sabía que hacer.

Entonces la puerta comenzó a moverse, la manija, luego la puerta entera, como si tratara de botarla, corrí hacia el cuarto, cogí a BlackZone y me escondí en la pared, cuando estaba listo para que el hombre entrara, pasó lo que nunca esperaría.

Se apagaron las luces, todas, me fundí en la terrible oscuridad de la noche, no veía absolutamente nada, el tejado evitaba que entrase luz de luna por la ventana, todo oscuro, salvo un pequeño agujero en el techo.

Apunte a donde escuchaba la puerta, me guiaba solo por el sonido, escuche donde la puerta se abría, escuchaba ligeros gruñidos y pasos, gotas cayendo al suelo de madera y una respiración agitada, cada vez más cerca.

No estaba listo, soy un adolescente (bien, lo fui hace 24 horas), no estoy listo para dispararle a un hombre, a una persona, una persona que tiene o tuvo familia, una persona como yo.

Pero entonces el hombre entro al cuarto, estuvo 7 segundos ahí, olisqueando, como un perro.

Luego se acercó poco a poco a mi, mi arma pesaba, yo estaba temblando, no podía apuntar bien.

Se acerco cada vez más, el hombre llego tan cerca que casi podía verlo, pero en definitiva, podía olerlo, un olor desagradable, un olor horroroso.

El hombre se encontró con mi pistola, lo tenía directo, mover un dedo y esto se acaba.

Pero el fue más rápido.

Se movió demasiado rápido, bajo la cabeza en el momento que yo dispare, el tiro dio en el vidrio y el vidrio se vino abajo. El hombre me lanzo al suelo, se subió en mi colocando las piernas de una manera que yo no podía mover las mías, comenzó a rasguñarme, por el agujero en el techo veía su cara, su expresión, seguía sonriendo, levanto el cuchillo sucio y oxidado, si no me mata la apuñalada me mata la infección, el hombre, con una voz áspera y horrible como su olor, todavía con el cuchillo en alto dijo:

- Hace mucho que no mato a una víctima tan joven, pobre de ti.

-¿De mi? Prefiero morir así que vivir como tu.

Esto pareció insultarle.

-¿Cómo te atreves?

Comenzó a bajar el cuchillo con gran rapidez, pero esta vez yo fui más rápido.

Levante el arma con un movimiento brusco, la pistola iba por medio camino , cuando me di cuenta que aunque lo matara, la puñalada me daría directo a lado izquierdo del pecho, directo al corazón.

Levanté el brazo y lo interpuse entre el cuchillo y mi pecho.

Pasó todo muy rápido, el cuchillo se incrusto en mi brazo, mi brazo sangraba, el cuchillo se enterró hasta el fondo, paso al lado de mi hueso, para cuando paso eso, yo ya tenía el arma apuntandole a la cara.

-Mala....Suerte.

Era demasiado dolor, no soportaba el brazo izquierdo.

La sonrisa se borró de el rostro de el hombre, su expresión adapto una expresión de odio, de miedo y pánico, sabía que iba a morir, a morir por mi culpa.

-¡ERES UN HIJO DE....!

No le di tiempo a terminar la frase, le disparé, en la mitad de el pecho.

El hombre quedo sentado, con expresión de miedo, me observo una última vez con los ojos como platos, extendió la mano como si quisiera tocarme la cara, y se derribó hacia un lado.

Por suerte no me cayo encima, cayo en el suelo de madera, empezó a susurrar cosas inentendibles.

-.....Zon.....cap.....enem....es el ele.....do.

Y murió.

Me levanté de ahí, mi brazo estaba cubierto de sangre, camine hacia el vidrio roto y salte, caí entre pedazos pequeños de vidrio.

Me quite la camisa y la use de venda, me vende el brazo en ella y camine hacia la luna, lentamente.

Había llegado a una pacífica cabaña entre los bosques nevados, al oeste de el pueblo fantasma, llegue en la mañana, por donde estaba el sol diría que a las 6:30, entré a la cabaña, dentro no había nadie, me senté en el mobiliario viejo, puse a BlackZone en la mesa y me acosté a dormir. Un sueño profundo de los que no había tenido en días.

Pensé que era la hora de descansar, de pensar en un plan, de entrenarme para enfrentar a los imperialistas, ellos me habían echo esto, y quien sabe que le habrán echo a mi hermano, ¿estará muerto?

No lo sé, pero lo averiguare, encontrare a mi hermano y lo salvare, destruiré a los imperialistas y ganare esta guerra.

En ese entonces, no sabía lo equivocado que estaba.

HOLAAAA! Soy Nacho, escritor de esta historia :) solo quería agradecer las 80 visitas a la historia en 24 horas, muchas gracias!

Amistades RotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora