Amistades Rotas

9-) Planes

No dejamos de correr, nunca nos soltamos la mano, supongo que estábamos muy asustados los dos.

Salimos de el desierto, llegamos a un extenso valle (con poca vegetación, pero tenía), estábamos cansados, sin agua, ni comida, y yo, sin camiseta, confundido y perdido, le dije a la chica que descansáramos un poco, ella asintió de mala gana.

Nos sentamos en el césped, cansados, muy cansados, empezaba a oscurecer, cuando la chica hablo.

- Tenemos que hacer algo, no sobreviviremos a la noche sin calor, y menos tu sin camiseta, yo iré a cazar la cena, tu busca troncos y madera para una foga...

La interrumpi.

- Respuestas (respiración) primero (respiración) - dije mientras me ahogaba de tanto correr, era la segunda vez en un año que hacia esto.

- Ah, ¿que quieres saber?

- Todo, donde estoy, que me paso, porque aparecí ahí, donde esta mi arma y quien eres tu.

- En orden, No se dónde estamos, sólo se que el pueblo de el desierto está al norte de aquí, yo, te vi matar a un hombre, me asuste, y cuando intentaste matarme, te dispare sin piedad, luego, me diste lástima y te lleve hasta ese pueblo, pensaba que te iría mejor ahí que en mitad de la nada, así que te deje ahí, y ya me iba a mi bosque otra vez, pero escuche a las tropas y eche a correr hasta donde te escondí, ya estabas despierto, así que a partir de ese punto sabes lo que paso. - Cruzo los brazos- y tu arma, la deje en el pueblo, en la casa de adelante de donde te deje.

- Aja, bien, gracias, pero aún queda una, ¿quien eres tu?

Ella me miro y se fue al bosque, por alguna razón esta evadiendo esa pregunta, yo me levanté e hice lo que me dijo, busque palos y leña para quemar.

Cuando los tenía, volví a donde nos sentamos a charlar, ella ya estaba ahí, con una gran cantidad de animales muertos.

- Te estaba esperando - Me miro y señalo la fogata, lo había preparado todo, con piedras y unos palos para asar, sólo faltaba lo que yo tenía que llevar.

Me senté y coloque los palos, me habían enseñado a hacer fogatas en el entrenamiento hace....¿cuanto tiempo?

- ¿Que día es hoy?

- Se que hace poco fue año nuevo, pero no se el día exacto.

¿Año nuevo? ¿Ya es el 2058?

Ya tenía 19 años, y mi hermano también, los días han pasado tan rápido... Recuerdo mi cumpleaños 18 muy bien, recuerdo el día en que todo se arruino.

- Mira...- Hablaba mientras encendía y colocaba la fogata - tengo un plan, un plan que puede acabar con esta guerra, pero tienes que ayudarme.

Ella estaba asando una ardilla, había dejado sus flechas de lado, con su arco.

- ¿Que plan?

Le conté todo mi plan, ella pareció convencerle.

- Bien... Podría funcionar, te ayudare, y te acompañare si hace falta.

- Claro que hace falta, por favor, acompáñame.

Juraría que se sonrojó, pero no lo pude ver con claridad con la luz de la fogata.

- Si, te acompañare.

Habíamos comido algunas ardillas y algunas serpientes, cuando después de la cena pregunte.

- ¿Segura que las serpientes no eran venenosas?

- No, no estoy segura.

Comenzamos a reír, a carcajadas, entre la luz de la fogata, todo parecía perfecto, era la primera vez que me reía en un año, ella me caía muy bien, pero no la conocía, no sabia ni su nombre.

- Me llamo Laura.

- ¿Laura? Tienes un bonito nombre -sonreí-

- Gracias

Entonces se apagó la fogata, como si alguien apagara un interruptor. Interruptor...

Sabe lo que era, y no era bueno.

Ella también lo sabía, me observo y vi su miedo, nos levantamos en la oscuridad, ella recogió sus flechas y se las echo al hombro, luego cogió su arco y sacó un cuchillo de madera de su vestido, me lo lanzo, yo cogí la empuñadura con mucha fuerza, me prepare para lo que viniera.

Escuche las respiraciones agitadas, los pasos rápidos, pero lo peor, sus risas, otra vez.

Mire a todas partes, no veía nada, sólo escuchaba.