GEMELOS MALVADOS© [Terminada] ✔️

8: Los mentirosos nunca dejan de mentir.

-Se ha hundido a mucha profundidad, prueba jalando desde allí.

-Dame el gancho.

-Ten, hazlo con cuidado.

-Bien, eso es. Ven aquí, amiguita.

Los forenses sacaron el cuerpo del agua. Lo arrastraron fuera de la piscina y lo metieron en una funda negra de polietileno.

Calculaban que el cadáver llevaba más de doce horas en el agua. El rigor mortis tarda entre tres y cuatro horas en aparecer, quizás más, debido a la temperatura tibia del agua. Pero Alondra Vega estaba tan dura como una estatua de mármol y su piel estaba pálida y sin brillo. Sus ojos y boca estaban abiertos como los de un pez.

-¿Que tenemos? -preguntó Dan Weiss.

Uno de los forenses abrió un poco la funda por el orificio del cierre y señaló el costado de la cabeza de Alondra.

-Un solo golpe, no tan profundo -dijo-. Quizás se arrepintieron en último momento. Además, viéndolo de paso, creo que el golpe no la mató. Quizás murió ahogada mientras estaba inconsciente. Pero habrá que esperar el análisis final.

-Entonces alguien entró, la golpeó y la lanzó en la piscina.

-O cayó por si sola, no veo señales de forcejeo en su cuerpo. Fue sorprendida.

Dan se cruzó de brazos y resopló. Wellwood se estaba empezando a volver un pueblo demasiado interesante.

La lista de sospechosos era aún más interesante: Estudiantes que se habían quedado hasta tarde en la escuela ese día pero no tenían relación con la víctima, el hermano de la víctima y por último, nunca podía faltar un Hellblack.

-Muy bien, hagamos esto -Dan Weiss tomó asiento y dejó una carpeta amarilla sobre la mesa de metal-. Para empezar, sé que tú lo hiciste. O quizás no, pero las pruebas sugieren que fuiste tú. Así que hagamos algo: cuéntame una historia sobre lo que hiciste ayer y yo decidiré si te creo o no.

Logan apretó la silla de metal hasta que sus dedos se pusieron blancos.

-Yo estuve con ella durante el día -empezó a decir, ajustandose las gafas-. Tuvimos un día normal. Fuimos a muestras clases, a almorzar...

-Pausa -dijo Dan-. Según sé, ustedes tuvieron una pelea en la hora del almuerzo.

Logan miró sus Vans.

La sala de interrogatorios era oscura y fría. La mesa y las sillas de metal junto con la rigidez de las paredes parecía poder encerrar cualquier esperanza de calma y dejarla morir allí dentro.

-Solo una pelea de novios -aseguró Logan-. No por eso la maté.

-¿Entonces por qué la mataste?

Logan negó con la cabeza. Sus ojos grises lucían apagados.

-Yo no lo hice -tragó con fuerza-. Ni siquiera estuve en la escuela hasta tarde. Fui directo a casa.