Algunos pequeños trozos de vidrio todavía se podían apreciar esparcidos por el asfalto, brillando como diamantes.
No cabía duda de que el auto había recibido un impacto antes de salir de la carretera y caer por el barranco.
El detective Dan Weiss se encontraba de cuclillas, observando el lugar como si alguna especie de milagro o epifanía le hiciera ver algo que no había podido descubrir en los últimos tres meses de investigación.
Las marcas de neumáticos casi habían desaparecido. Pero aún se podían apreciar como una leve sombra. Como si se rehusaran a la idea de no haber podido develar la verdad. Sin embargo, era Dan quien se rehusaba a admitir la derrota.
Era un hombre terco, tosco y con un sentido de la justicia catastrófico. Tan molesto como un mosquito en tus oídos, o como esa persona que se empeñó en hablar contigo cuando ibas en el bus y solo querías tener tus audífonos puestos para callar su voz.
Dan tenía cierta adicción al gimnasio y a decir lo que pensaba sin medir las consecuencias. Era bueno en su trabajo, además. Lo que significaba que nunca iba a aceptar que el caso de los White estaba a punto de ser cerrado por falta de pruebas.
En medio de aquel silencio enardecedor de la carretera, el teléfono de Dan empezó a sonar.
-¿Que quieres, Marcus? -Contestó, poniéndose de pie.
-¿Donde estás? El jefe está en la estación, lleva toda la mañana preguntando por tí.
-Estoy... Ocupándome de un asunto.
Un auto a toda velocidad pasó por la carretera en ese momento.
-¿No estarás otra vez en la escena del accidente?
-Es una escena del crimen, Marcus. No fue un accidente. Lo sabes.
-Dan... Dan, ya hablamos de esto. El caso ya está por cerrarse. Olvidalo, ¿quieres? No llegamos a nada, nadie sabía nada.
O todos sabían pero nadie quería hablar.
-¿Entonces sugieres que deje todo como está con un posible asesino (o asesinos) suelto en las calles?
-No te lo estoy sugiriendo. Te lo estoy pidiendo, por amor de Dios... Mira. Yo sé que no te importa si pierdes tú trabajo. Pero piensa en mi, ¿si? Soy tu compañero. Y si sigues haciendo preguntas y molestando a esos ricachones en sus mansiones, yo también saldré perjudicado. Tengo una familia que mantener, por favor. Solo... Deja de obsesionarte con este caso.
Dan se presionó la base de la nariz con los dedos.
-Bien... Bueno -Se dió la vuelta y caminó hacia su auto-. No te preocupes. Dile al jefe que estaré ahí en diez minutos -colgó la llamada.
Dan Weiss no podía dejar las cosas así.
Los ricachones de Wellwood podían destruir su vida si seguía haciendo preguntas, pero no iban a hacer nada si no sabían que él seguía investigando en secreto.
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GEMELOS MALVADOS© [Terminada] ✔️
Fiksi Remaja¿Besarias unos lindos labios que guardan horribles secretos? Los Gemelos Hellblack son los chicos más queridos del pueblo. Son atractivos, perfectos, famosos y amados. Pero ocultan terribles secretos. Luego de ausentarse durante todo un trimestr...