19: Asesinos.

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Cuando Logan dejó a Noram sobre la silla de ruedas, este notó que los zapatos nuevos de Noram tenían restos de lodo en las suelas

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Cuando Logan dejó a Noram sobre la silla de ruedas, este notó que los zapatos nuevos de Noram tenían restos de lodo en las suelas. Seguramente había ensuciado su auto. Sin embargo, estaba casi seguro que los pies de Noram no habían tocado el suelo en todo el camino. La sensación de que se le estaba escapando algo importante lo abofeteó de pronto. 

-Gracias -masculló Noram al aterrizar en su silla.

El atardecer llegó junto a ellos a la casa de Valeria Vanderkam. El pasto húmedo del jardín era aplastado por los zapatos de Laian mientas arrastraba sus pies hacia el Jeep. Miró a Noram y notó que este se detuvo a observar fijamente la camioneta negra que se encontraba al otro lado de la calle.

-¿Ese auto es...?

-Es el auto del detective Weiss -afirmó Noram.

-¿Que hace aquí? -Noram miró al suelo, entonces Logan se dió cuenta-. ¿Crees que... piensan que te rapté?

-Bueno...

Logan se volvió y caminó en dirección a la casa.

-Bueno. Resolvamos esta mierda de una vez. Este sujeto se ha vuelto un verdadero dolor en el culo -Se detuvo frente a la puerta y notó que estaba entreabierta. Frunció el ceño-. La puerta está abierta.

Noram se estremeció y se aproximó para entrar a la casa detrás de Laian. Miró a frenéticamente a su al rededor en la sala de estar, que se encontraba vacía.

Mientras tanto, Logan se inclinó para tocar una taza de té que estaba sobre la mesa de la sala.

-Está tibia -dijo, al notar que nadie había bebido de esta.

Frunció el ceño al notar una mancha oscura en el sillón junto a la ventana, era como si alguien hubiera intentado limpiar algún líquido oscuro de la tela color verde olivo. ¿Café, quizás? Lo único que pudo deducir era que la mancha era tan reciente como la taza de té recién servida.

-¿Dónde están? -se preguntó Noram. Se sonrió por lo absurdo-. Esto es raro.

-Cuando menos -admitió Logan.

-Espera aquí un momento.

Noram arrastró su silla de ruedas hasta la habitación de Valeria.

Mientras Logan observaba con incomodidad el estante lleno de feas figuras de cerámica. De pronto escuchó un ruido venir de la cocina y giró la cabeza con rapidez. Avanzó hacia el desayunador y siguió caminando hasta llegar a la puerta de la alacena. Junto a esta había un pasillo corto oculto detrás del muro y, al final del mismo, aguardaba una puerta blanca de madera. Logan caminó por el pasillo en dirección a la puerta.

El piso de madera se quejaba con cada pisada que daba con sus zapatos.

La luz del nublado atardecer  entraba por el ventanal de la cocina y apenas se fundía con la oscuridad del pasillo.

GEMELOS MALVADOS© [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora