Katsuki
VI
Vespertino
—♥——¡Hola, me llamo Hanta Sero! —exclama un pelinegro delante de ella, captando su total atención. Izuku enrojece levemente, después de todo, no tiene mucho acercamiento hacia los chicos. No después de su cambio de turno, el cual, le ha salido bastante agotador. Papeleo, papeleo, papeleo. Jodido asco de sistema.
—Y yo soy Fumikage Tokoyami, un gusto —saluda el otro. Lucen agradables. Se ha tenido que sentar en medio de esos dos después de una presentación incómoda de su persona a los demás. Aunque a simple vista lucen bastante diferentes aquel par.
—Un gusto. —Izuku sonríe nerviosa tratando de no mostrar más su sonrojo. Su nuevo profesor de cálculo entra a clase y esta vez está decidida a prestar atención. Después de todo, ya no hay cierto rubio que le haga perder la cabeza, ¿no? Y da inicio a una clase donde no pierde en ningún momento el interés.
—Midoriya-chan, ¿hacemos equipo? —pregunta Hanta sintiéndole bastante amistoso. Ella sonríe de vuelta.
—¡Claro!
—♥—
—Joder, es muy tarde —susurra al ver el cielo nocturno una vez fuera del salón de clases. Sus demás compañeros lucen acostumbrados mientras que ella siente un gran cansancio. Como si hubiera pasado noches sin dormir.
Pasan al lado de ella, platicando entre ellos bastante entretenidos. Normal. Se conocen. Y ella al ser "la nueva" no tiene muchos conocidos. Si acaso los tipos amables que se sentaron alrededor de ella por pura casualidad.
—Ni tanto, Midoriya-chan —habla Hanta pasando su brazo encima de los hombros de ella sacándola de un par de pensamientos tristes. Extraña hablar con Ochako, su mejor amiga aun a pesar del bullying que le hace—. Eras de la mañana, ¿no? Ten cuidado al regresar, no pasan muchos transportes a veces.
—¡¿Eh?! —exclama ella. ¿En qué clase de lío se ha metido? Inmediatamente busca su dinero dentro de la mochila. Espera llevar lo suficiente.
—Bueno, eso es cierto —habla Fumikage tratando de persuadirla—. ¿En dónde vives? Tal vez si quedamos cerca podamos conseguir uno particular en lugar de ir en colectivo. —Aquello suena bastante conveniente. Pero sabe que no será así.
—Vengo del sectoe diez —susurra ella mordisqueando sus labios desanimada. Los otros dos quedan perplejos.
—¿Sector diez...? Joder, ¿Cómo es posible que una niña como tú viva ahí? —pregunta Fumikage angustiado—. Soy del sector tres, es algo retirado, pero es mucho mejor así.
—Mi madre es soltera y sólo me tiene a mí, por eso... —vuelve a susurrar ella. Está nerviosa. Por ello usualmente no dice en donde vive. Todas las personas reaccionan igual. Sector diez. La última.
Desde hace bastante tiempo, la sociedad se reparte en distritos, regiones, sectores. Siendo la primera para las personas que tienen mejor economía hasta la diez, siendo la última donde no todo es bastante bueno.
Entendía a la perfección porqué su preocupación.
Si bien la sector diez era destinada a gente con economía escasa, también era lugar frecuente de múltiples homicidios, violaciones, torturas y demás. Ahí ha visto de todo, aún así, no le incomoda después de tanto tiempo de vivir ahí.