💫 9 ; Señorita.

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💫 Pareja: Kirishima x Momo.

💫 Song one-shot inspirado en «Señorita», de Ricardo Arjona.

💫 Sinopsis breve: Nunca pensó que detrás de una señorita tan llamativa habría tanta oscuridad.

💫 Separador hecho por @yeuxdor.

💫 Separador hecho por @yeuxdor

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El inconfundible olor a cigarrillos y alcohol mezclados en el aire, el sonido de la voz humana en medio de una charla y la música a un bajo nivel fue lo primero que atacó sus sentidos al entrar al bar. Al instante divisó las mesas medianamente grandes, siendo casi todas ocupadas por hombres, a la derecha del lugar. A la izquierda se encontraba la larga barra, con bancos de madera de un lado y, del otro, el cantinero, quien brindaba un espectáculo mientras preparaba los tragos. El lugar estaba tenuemente iluminado por unas luces que pendían del techo, aunque no eran muy intensas, por lo que el lugar mantenía un ambiente oscuro y algo oculto.

Su mirada viajó de un lado a otro, cruzándose involuntariamente con el cuerpo de algunas camareras que estaban en lo suyo, hasta que advirtió una mesa vacía. Tocó el hombro de su acompañante y, cuando este se volvió hacia él, señaló el mueble, indicándole que fueran hasta allí. El contrario asintió y, cuando el otro comenzó a caminar hacia la mesa, caminó detrás de él.

Algunas miradas se posaron sin disimulo en los dos jóvenes; viablemente por el cabello llamativo y rojizo de uno de ellos, o por sus filosos dientes que recordaban a los de un tiburón, que dejaba a la vista cuando sonreía; también por el mechón de cabello oscuro parecido al de un relámpago del otro, o por sus brillantes luceros dorados. Fuere lo que fuere, se robaron la atención en todo su recorrido desde el acceso del bar hasta que se ubicaron en la mesa.

El pelirrojo separó los labios, en un amago de hablarle a su amigo, mas se detuvo cuando una camarera se situó delante de su mesa y les dedicó una sonrisa al tiempo que decía con voz cordial:

—Bienvenidos, ¿les traigo la carta de bebidas o comida? ¿O gustan ambas?

Ambos le echaron un rápido vistazo, entornando los ojos; entre la poca iluminación, pudieron vislumbrar que la chica era alta, con un cabello oscuro y atado en una cola de caballo, y unos atractivos ojos oscuros. Era preciosa. Vestía con un simple vestido rojo con falda —dejando ver desde los muslos hacia abajo— y escotado. Ese claramente no era el uniforme que debía usar en su trabajo, pues las otras trabajadoras vestían diferente. Era delgada, con pechos grandes y piernas carnosas; se notaba que cuidaba minuciosamente su cuerpo.

Al reparar en que se habían quedado estafermos, la chica acomodó el peso de su cuerpo en su pierna derecha, haciendo que su falda bailara, y aclaró fuertemente su garganta. Los muchachos reaccionaron al unísono y de la misma manera: dando un respingo.

—Eh... ambas, por favor —pidió el pelirrojo, sonriendo bobamente.

La camarera asintió y se dio la vuelta, dirigiéndose a buscar los menús. Sendos jóvenes la siguieron con la mirada, sin perder de vista cómo meneaba persuasivamente sus caderas al andar mientras su faldilla se agitaba al compás de sus pasos. No quisieron repetir el embarazoso momento de minutos atrás, por lo que cuando ella volvió irguieron sus cuerpos y se mantuvieron estables.

Relatos fugaces | BNHA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora