🌸 Sinopsis breve: El frío calaba su lastimado cuerpo y en lo único que podía pensar era en cómo pudo haber evitado aquello.
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Lo único que oía era cuando las gotas de agua caían del techo y se estrellaban sonoramente contra el suelo, al lado de ella, creando un pequeño charco de gélida agua que le mojaba los pies. No podía ver nada más que la inmensa oscuridad de aquella habitación, donde el frío la calaba.
Sus manos estaban fuertemente atadas con una soga; podría desatarse con facilidad, si tan solo no estuviera tan cansada y lastimada. Tenía moratones, rasguños y cortadas en todo el cuerpo y la cara roja de tanto llorar.
Estaba mareada, lo único que pasaba por su mente es todo lo que había vivido en las últimas horas y en cómo pudo haberlo evitado. Si tan solo se hubiera quedado en casa, si tan solo no hubiera perdido el bus, si tan solo no hubiera tomado la ruta equivocada...
Los recuerdos de cómo la habían agarrado entre tres muchachos y la desesperación que recorrió su cuerpo vagaron por su mente, generándole un escalofrío. Volvió a su mente todo lo que le habían hecho durante horas; cómo la golpearon, la tocaron, la profanaron e insultaron mientras se reían en su cara.
Ella no podía hacer nada más que reprimir las lágrimas, porque si lloraba era peor. Se limitaba a aguantar cada golpe, cada rasguño, cada mano que recorría su cuerpo con brutalidad y a controlar el impulso de llorar, de gritar, de pedir ayuda.
Si salía de aquello, los denunciaría. Recordaba sus rostros; ojos escarlata y cabello rubio cenizo, quemaduras en la cara y cabello de dos colores, arrugas en toda la cara y cabello celeste. Sus expresiones sonrientes y perversas quedarían grabadas en su memoria, como la más clara demostración de lo cruel que podría llevar a ser una persona.
La puerta de la habitación se abrió sin previo aviso, dejando a la vista un alto cuerpo masculino; era uno de los secuestradores, el de cabello rubio. Caminó hacia ella a paso agigantado, sin contener la emoción.
Cuando estuvo a pocos centímetros del cuerpo de la muchacha, se puso de cuclillas y la agarró del cabello, tirándola, para verle la cara.
—Igual de gorda que la última vez que nos vimos. Nunca dejas de crecer, ¿verdad, cara redonda? —dijo con malicia. Una ancha sonrisa surcó su rostro, adyacente a unos divertidos ojos rojos.
Ella lo desafió con la mirada. No iba a verse más vulnerable de lo que ya se veía.
—¿Qué expresión es esa? ¿Me estás desafiando? —La sonrisa del rubio se ensanchó—. Esa cara no seguirá ahí luego de esto.
Después de esas palabras, la muchacha no recordaba nada. Había vuelto a desmayarse y, cuando se levantó, todo el cuerpo le dolía más que el día anterior.
Solo podía pensar en la pequeña esperanza de que pudiera salir de allí pronto. Era lo único que la mantenía cuerda.
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si bien aquí no hubo ninguna pareja, este era un escrito que quería salvar o lo iba a perder. es la primera vez que escribo algo... uh... sin final feliz. (?) idk, me inspiré leyendo algunos casos de secuestros, me ponen mal y solté toda la shitt en este relato. ni sé si me gustó el resultado, ¿ustedes qué dicen?
