Olivia

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Andaba de un lado a otro, recorriendo cada estancia de la casa menos su destino final.

Estaba nerviosa, muy nerviosa, nunca llegaría a acostumbrarse a esa sensación, nunca conseguiría controlar sus nervios.

Sabía que Alba había llegado por la tarde noche, después de pasar unos días en Valencia junto a su familia, y el piso para entonces estaba completamente vacío, pues las demás chicas también estaban de viaje y no volverían hasta mucho después.

La morena, presa de un estado de excitabilidad máxima, no pudo aguantar tantas horas esperando en casa y decidió salir a dar una vuelta para hacer tiempo y que la rubia estuviera dormida para el tiempo en el que ella regresase a casa.

Le dieron la una de la madrugada sentada en el portal, hasta que se decidió a entrar, con sigilo, rezando a un Dios en el que no creía por que la fiera estuviera amansada. Se descalzó y empezó a prepararse para entrar en la habitación.

Una vez tuvo el pijama puesto, no sabía de dónde sacar más tiempo, por lo que se decantó por poner una lavadora, con un total de tres calcetines y una sudadera.

Joder, la colonia. Se maldijo pensando cómo se le podía haber olvidado algo tan esencial, y después de darse una buena ducha de perfume, se lavo los dientes durante lo que pudieron ser más de cinco minutos, y se dio un buen baño de enjuague bucal.

Finalmente, avanzó hasta la puerta de su habitación. Lamentablemente en estos momentos, también era la habitación de la rubia, y la puerta se encontraba cerrada, por lo que debía estar dentro.

Pegó la oreja a la madera e intentó escuchar cualquier sonido que le advirtiera de la situación allí dentro.

Sin embargo, no escuchó absolutamente nada.

En un acto de valentía impropio de la morena, abrió la puerta y se adentró en la estancia pisando de puntillas.

La cama estaba vacía, abierta pero vacía.

Después de tanto espectáculo, no está, habrá salido a dar una vuelta o estará a saber dónde. Si lo llego a saber ni me ducho. Pensaba la morena mientras miraba por la ventana, absorta en sus pensamientos.

Un crujido en la madera la asustó.

Se giró rápidamente para encontrarse con una Alba recién salida de la ducha, vestida con una toalla alrededor de su cuerpo y otra alrededor de su cabeza, descalza.

Qué preciosidad. Quedó ensimismada Natalia.

Alba tardó unos segundos en percatarse de la presencia de la morena, pero cuando la vio, no pudo evitar esbozar una sonrisa.

- Amor, no sabía que estabas aquí, ¿cuándo has llegado? - se acercó lenta y sensualmente hasta ella y paso sus brazos por los hombros de la más alta.

El estómago de Natalia era un torbellino, pensaba que su corazón no iba a aguantar preso y encerrado en su cuerpo, notaba un nudo en la garganta.

- Hace un ratín, ¿qué tal el viaje? - Preguntó mientras empezaba a balancearse de un lado a otro con suavidad, haciendo que Alba, por ende, se balancease a su compás.

- Qué raro, no te he escuchado llegar. - Hizo una mueca extraña, pareció entender el por qué de la entrada sigilosa de la morena. - El viaje bien, cansadita, y con ganas de verte - Concluyó dejando un pequeño beso sobre sus labios.

Natalia cerró los ojos y ronroneó, la realidad es que Alba podía hacer de ella lo que quisiera.

- Te he echado mucho de menos. - Hizo un puchero la más alta.

- Podrías haberme esperado aquí, y ahora estaríamos ahí, enredaditas. - Rió la rubia señalando la cama con la barbilla.

- Esto... es que yo... - Fue cortada Natalia por un beso algo más largo por parte de la valenciana.

- Aún te pongo nerviosita, eso es bueno. - Volvió a sonreír Alba, cuyos ojos brillaban esta noche más que nunca.

- Mucho. - Respondió Natalia hundiendo su nariz en el cuello de la rubia.

- Ay, que me da cosa, Nat. - Se estremeció la pequeña.

- Ya no te ríes tanto eh. - Tentó la morena, que siempre se iba creciendo conforme sus nervios desaparecían.

Alba se tensó al ver su toalla temblar mientras Natalia la alzaba colocando una pierna a cada lado de su cintura.

- Vivo en tus huecos. - Sonrió la rubia. - Ya no me puedo dormir.

La morena se rió.

- ¿Aún sigues en ese bucle? - Dijo mientras daba un pequeño mordisco en la mandíbula de la otra.

- Cántame.

- Estás loca. - Contestó mientras cargaba con ella hasta la cama.

Natalia presionó su cuerpo sobre el de la rubia pero Alba no tardó en invertir las posiciones.

- Aquí todo pasa lento, lento. - Canturreaba la rubia en un susurro mientras balanceaba su cadera al ritmo de su voz.

La morena empezaba a sudar.

- Todo aquel que la conoce muere en el intento. - Sonrió la rubia muy cerca de su boca. - Ella lleva su veneno, nunca sabe poner freno... - Seguía susurrando Alba mientras recorría el cuerpo de Natalia con suavidad.

- No le digas que la quieres porque se lo lleva el viento. - Sonrió Natalia para luego pegar a Alba a ella mientras que con la otra mano se deshacía de la toalla que aún cubría la desnudez de la rubia.

Sin embargo, antes de que la toalla se perdiera del todo, la rubia consiguió pillarla y recolocarla sobre su cuerpo.

- La próxima vez que me tengas esperando más de una hora, no entras en esta cama. - Atajó la rubia, mientras hacía el intento de levantarse.

Joder, huyendo del hoyo, caí en el arroyo. No me puede dejar así.

La agarra fuerte y la tira encima suya.

- Que parece, que está loca, que te mata, si la tocas. - Reí, atacando sus labios.

En un movimiento rápido lanza su toalla lejos para que no pudiera alcanzarla y se deshace de su propia camiseta.

Te miro a los ojos y veo fuego en ellos. Eso es todo lo que necesito.

Se toma su tiempo para rozar cada rincón de la rubia, indagando en su piel, buscando nuevas texturas, tocándola con los cinco sentidos.

Y es que ahora que lo inalcanzable Se había vuelto tan cercano, se sentía tan adentro como atrapada.

Pues sí, se me ha ocurrido hacer shoots con las canciones, con los moods que me transmiten.

Además, una chica me dijo que le apetecía leer situaciones ambientadas en la realidad, por lo que ha nacido esto.

He elegido Olivia la primera porque a mí esa canción me dejó super out, y no estaba preparada mentalmente para pensar en la de No te veo, que también me mata poquito a poco.

Si os gusta, hago más de Otras Alas, la que vosotrxs queráis, (en las próximas no tiene por qué aparecer la letra de las canciones pero esta me apetecía así)

¿Qué os ha parecido Olivia? ¿He acertado con la ambientación jaja?

Besos.

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