Con sólo verte

100 13 1
                                    

El destino es muy curioso, siempre logra atraparme, hacerme llorar, sufrir de interminables maneras y, sin embargo, nunca me arrepentiré de haberlo aceptado en mi vida, ya que me ha dado grandes momentos que no cambiaría ni por volver a renacer como un alfa dentro de la familia Kurose...

En ese momento me sentí agradecido de todas las conexiones que hice a lo largo de mi vida como estudiante...

-Ayudame...-Mis labios temblaban y mis ojos no dejaban de tornarse cristalinos, todo parecía ser un sueño.

De un instante a otro, Tamaki me cubrió con su abrigo marrón y me cargó, pero, por alguna razón mi cuerpo aún temía, no podía dejar de sentirme inquieto, creo que por eso él me sujeto aún más con fuerza y no decía otra cosa más que me tranquilizara y que no permitiría que me pasara nada.

Al subir al auto de Tamaki, me colocó con cuidado en la parte trasera y empezó a hablarme un poco nervioso...

-Te llevaré al hospital XXXX, luego llamaré a Minako-san, y avisaré a la agencia de tu idiota pareja y enton...-Lo interrumpí al instante.

-No... no quiero que me lleves al hospital, quiero ver...quiero ver a Haruki... - ¿Por qué mi pecho se sentía tan apresurado por salir del auto?

-¿¡No ves el estado en el que estás ahora!? Además, debemos de saber también cómo está el bebé porque...-No podía seguir escuchándolo...

Me desesperé hasta el punto de dejar salir mi voz ante alguien que no tenía la culpa de nada.

-¡LLEVAME A LADO DE HARUKI! Por favor... Siento que moriré ahora si no soy capaz de verlo.

Tamaki guardo silencio por unos minutos y cambio la dirección del auto.

-Tu ganas, te llevaré a tu casa, he ido varias veces para encontrarme con Minako- san y su esposo.

-Gracias... -Este no era el momento para hacerle preguntas, así que me mantuve callado mirando a través del cristal marcado con pequeñas gotitas de llovía.

Él suspiró por largos periodos y con una voz un poco extraña, como si estuviera a punto de llorar me dijo.
-Te he buscado desde que desapareciste de la universidad, fui con tus padres, pero me prohibieron hablar de ti o acercarme a su casa. Pensé que te había pasado algo muy malo, me sentía perdido, mi mejor amigo tal vez muerto o sólo por las frías calles, todo parecía confuso, hasta que por casualidad conocí a Minako-san y a Ritsu, ellos me guiaron hasta aquí y me ayudaron a colaborar con tu búsqueda... fue un poco complicado, pero me siento tan feliz de poder verte otra vez... Haku...

-No llores Tamaki, estoy bien, tranquilo, luego te contaré todo lo que me ha pasado en estos años separados... por ahora, sólo puedo decirte que estoy muy feliz de que no me olvidaste.

-¿Aún no se te quita lo estúpido? Jamás podría olvidarte... -Esa sonrisa reflejada por el espejo retrovisor, hizo que mi cuerpo se tranquilizara un poco... realmente me sentía feliz.

Tras dos horas en el auto, Tamaki se detuvo justo frente a lo que recordaba como mi hogar, abrió su puerta y después la mía, me sujeto de las manos y me ayudo a apoyarme en él, poco a poco dimos pequeños pasos hacía la entrada y como si de un golpe en mi pecho se tratará, una tremenda sensación vino a mí de repente, intente dar pasos más rápidos y la sensación me estremecía por completo, está desesperación era demasiado fuerte, mi cuerpo temblaba y en un instante un grito hizo que me detuviera... alguien me llamaba.

-¡HARUKI! -Cerré mis ojos y aprete el brazo de Tamaki, mi corazón iba a explotar.

Cuando la sensación se detuvo, abrí mis ojos y a lo lejos, vi lo que más deseaba ver...

Me solté de Tamaki y traté de correr, pero mis piernas y mis caderas me dolían mucho, sin embargo, cuando al fin nuestras manos extendidas se tocaron por primera vez en tanto tiempo, repentinamente un abrazo hizo que todo mi ser se llenara de recuerdos y sentimientos que me hicieron llorar y gritar como loco, Haruki me abrazaba como en mis sueños.

-¡WAAAAA!, ¡HARUKI! ¡WAAAAA! – Creo que en este instante me di cuenta cómo las personas pueden jugar con tu mente y reescribirla a su gusto, por lo contrario, el cuerpo y el corazón conocen aquellas sensaciones que amas y deseas con locura.

El corazón de Haruki se sentía tan acelerado, su rostro estaba cubierto de lágrimas y sus manos no dejaban de temblar...

Su voz temblaba de igual forma por cada palabra que me decía.

-No sabes cuánto añoré volver a tocarte, Haku... - Sin previo aviso aparto mi rostro de su hombro y dirigió su mirada hacia mi,  y sin notarlo, junto su frente con la mía y empezó a hacer esa caricia que tanto me gustaba.

Con mis pequeñas manos torpes, sujeté sus mejillas y con una gran sonrisa y voz temblorosa le dije lo que siempre quise decirle encerrado en esa habitación...

-Te extrañe tanto, Haruki...

Supongo que al tener tantos sentimientos juntos ignoré el hecho de que muchas personas nos veían, y entre ellas, Minako y Ritsu estaban llorando como locos justo tras nosotros, y claro, ignoré el cómo reaccionaría mi cuerpo...

De un momento a otro me desvanecí entre sus brazos y desperté tras unos segundos, Haruki me miraba aterrado, jamás lo había visto así...

-Haku, ¿¡por qué tienes esas marcas en tu cuello y brazos!? ¿¡quién te hizo eso!? – Su mirada me atemorizo un poco... Ya había notado eso...

No podía contestarle, tenía miedo incluso de recordar. Al parecer estaba frustrado, pero trato de calmarse, minutos después de que él acariciara mi cabello y me estrujara, me cargó , y al sentir su calidez nuevamente, está vez perdí por completo el conocimiento.

Extrañamente soy una persona que siempre sueña en algo, no importa si es con comida, galletas, dulces, libros, trabajo, yo siempre soñaba, pero, está vez no pude soñar nada de eso, sólo estaba sentado en la oscuridad escuchando con claridad los lloriqueos de un niño pequeño que estaba sentado frente a mí, nada más que eso... Fue realmente extraño, al final pude percatarme que el niño era yo...

Después de un rato, mi yo pequeño empezó a desvanecerse y de algún lugar empecé a escuchar más voces...

-Es un milagro que hayan sobrevivido tanto tiempo, él tiene un cuerpo muy débil en estos momentos, ha bajado tanto de peso que puedo deducir que todos los nutrientes que recibía iban directo al bebé, dando como resultado este estado tan grave en el que está, supongo que sólo se movía por instinto y fuerza de voluntad, no podría hacerlo de otra manera estado así.

¿Y ese estruendo?

-¡Nitta-san, no haga eso! ¡Está en un hospital!

-¡Voy a matar a ese hijo de...!

Al parecer una mujer lo interrumpió...

-¡Tú cállate idiota!, no digas groserías con Haku aquí...

-¡MIRA SU CUERPO!

-No podemos hacer nada hasta que despierte, así que te quiero tranquilo para cuando él lo haga y pueda contar lo que paso...

-Anciana, yo... no, sus brazos están tan hinchados y lastimados, su cuello está magullado y está tan delgado que me cuesta verlo... quiero matar a la persona que lo dejo así... Minako... yo...

-Sonríe ante mi Haku y dale fuerzas, por favor...

-Con sólo verlo me siento vivo...

Al parecer Minako y Haruki estaban hablando, me siento mal por no poder despertar y abrazarlos a los dos, quiero verlos nuevamente... 

Quiero verte otra vez... Haruki.


¡Gracias por leer este capítulo! 

A partir de aquí se viene el período de histeria de Haku y el nacimiento de Hanae, espero sigan la historia hasta el final :D

Haruki; Mi héroe violentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora