¿Lo recuerdas?

97 11 0
                                    

La vida es muy curiosa, al igual que los lazos que realizamos con las personas... 

Sabía que debía de prepararme para cualquier cosa, pero, jamás pensé en que un lazo que hiciera durante mi vida pudiera crear a otro ser humano.

Como producto del lazo, tiempo después me percaté que aquellos ojos tan extraños pero bonitos que llamaron mi atención cuando conocí a Haruki entre grisáceos y azules, esa piel tan blanca como la nieve que heredé de mi madre y ese pequeño lunar a un lado del ojo derecho que siempre me ha caracterizado, además de un cabello negro como el carbón, ahora eran de mi pequeño Hanae...

Las noches sin dormir, una pequeña cuna en nuestra habitación, biberones con leche en polvo, pequeños conjuntos de colores amarillos, blancos, azules y rosados, osos de peluche y juguetes... Desde nuestro horario nocturno hasta el horario para las comidas, todo había cambiado.

Por suerte Hanae era un bebé muy tranquilo...

Una mañana mientras vestía al pequeño con un bonito traje color amarillo con estampados de estrellas fugaces y constelaciones, Haruki entro a la habitación y con un tono apenado comenzó a hablarme.
– Haku, perdón por lo del otro día en el que conocieron a mis padres, no creí que la anciana actuaría así.

Recodé ese día con alegría. -Mamá Maya y papá Hatori fueron muy gentiles.- Le dije tratando de calmarlo un poco.

Suspiró y froto su frente, parecía avergonzado. -Pero lo de las fotos...

Comencé a reír al recordar el asunto.
-No esperé que tu madre me aceptara tan rápido y me pidiera que la llamará "Mamá maya", al igual que tu padre, "Papá Hatori"... Es por eso y más que no puedo molestarme por algo tan trivial.

Froto una vez más su frente y sin previo aviso se dirigió hacia mi y coloco su cabeza en mi hombro.
-Quiero que me acompañes a un lugar, le pedí a Minako que me dejara llevar al pulgoso...- Me hizo una petición un tanto repentina.

¿Un viaje? No me había hablado de eso...

-Tan de repente, pero está bien. A Hanae le encanta salir a pasear con Ruth.

Después de varias horas de camino, me temía que Haruki se estuviera equivocando, pero no fue así... llegamos a la ciudad que antes fue mi hogar.

Cuando llegamos, lo miré preocupado al salir del auto.

-No te preocupes, tomé todas las medidas necesarias. Nuestro equipaje está ya en la habitación de un hotel que reserve. Dejarán estar a Ruth, no te preocupes.

-No sé qué traes entre manos, pero está bien... Con que no nos acerquemos a mi antigua casa. - Le advertí un poco nervioso.

Tiempo después, por precaución me coloqué un sombrero playero y trate de ocultar el rostro de Hanae... Aunque al principio estaba preocupado debido a que temía que alguien conocido nos viera juntos, en especial a mi cargando a un bebé, y pudiera ocasionar problemas, nos divertimos mucho los cuatro. Compramos muchos dulces, libros y hermosos trajes para Hanae... fue esplendido.

Al anochecer, Haruki se veía un poco nervioso, sus manos se movían mucho a pesar de que sostenía la correa de Ruth.

Nos dirigimos a pie a un lugar muy nostálgico para los dos...

Ese lugar era...

-¿Lo recuerdas? – Me preguntó mientras sostenía mi mano derecha.

Al caminar por aquel callejón lleno de macetas con hermosas flores, una gratificante nostalgia llego a mi mente.

-¿Cómo olvidarlo? Aquí es donde te vi por primera vez... - No podía dejar de sonreír.

-Y todo por ese perro pulgoso. -Hizo una pausa y volteo la mirada.
- ¿Puedes acomodar el collar de Ruth?, parece que le molesta algo...

Con cuidado me incliné para no molestar a Hanae, él estaba muy entretenido mordiendo su chupón. Al sujetar el collar de Ruth y acomodarlo, algo me llamo la atención...

-¿Y esto? Déjame ver lo que tienes ahí Ruth... – Lo acaricié al ver una especie de cajita en su collar...

Se lo quite y al darme cuanta de lo que era, mi corazón comenzó a latir con fuerza... 

Cuando volví a levantarme, Haruki tomó la caja de mis manos  y se arrodillo frente a mi, al hacerlo, las luces del callejón comenzaron a iluminar nuestro camino. Y de entre la oscuridad, con una gentil y suave voz, Haruki me preguntó...

-¿Quieres casarte conmigo?

-¿Ah? - No pude decir otra cosa en ese instante.

-Sé que soy una persona muy descuidada, no tengo tacto al decir las cosas, y soy muy pero MUY sobreprotector, entre otras malas cualidades,  pero... te juro que los haré feliz a los dos y los protegeré con toda mi vida. - Nunca había visto esa mirada que reflejaba una inocencia que creí no existía en Haruki, pero ahí estaba, justo frente a mí.

Sentía que mi rostro se volvía rojo y mi cuerpo temblaba de felicidad. Sin dudarlo, lo abracé, lo miré fijamente y de mis labios salió un rotundo. -Si, me casaré contigo Haruki.

Sus ojos llenos de luz, las risitas de Hanae, los ladridos de Ruth y un delicioso olor a flores, nos acompañaron esa noche en la que nos colocamos los anillos en la mano del otro y recordamos cada momento que vivimos juntos  gracias a un pequeño perrito que junto nuestro destino sin quererlo en este mismo callejón.

Nunca creí volver a este lugar que vio nacer la relación entre un solitario alfa y un omega tan extraño como yo...

¡Haruki es todo un romántico!

********************************************************

No puedo creer que ya se viene el final, he reflexionado mucho si hacerlo como lo pensé desde un inicio... Nunca creí que se me hiciera tan difícil decidir algo que ya tenía en mente JAJAJAJAJAJA

¡Gracias por seguir leyendo la historia! 🐙💕💕💕💕💕

Haruki; Mi héroe violentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora