Dulce Cumpleaños

Regaló

Tony estaba boquiabierto, viendo a su mocoso usando lencería y con una de sus camisas puesta. La imagen era realmente sexy, provocando que sus ojos se pusieran dilatadas. Llevo sus manos a cada lado de las caderas del contrario acariciando lentamente esa zona, sintiendo la suave piel de su bebé y el encaje que hacia juego con su tono de piel.

— Tony — susurro Peter, sintiendo como su piel se erizaba con cada toque. Era tan sensible al tacto del mayor, es como si su cuerpo se pusiera a su merced.

— Bebé, te ves tan sensual así — tiro de las caderas del menor para sentarlo a horcajadas encima de sus piernas — el negro se te ve tan bien — acaricio con sus manos los muslos de Peter sobre las medias, haciéndolo ruborizarse.

— Yo, mmm, feliz cumpleaños Tony — comento el castaño sin saber realmente que decir en esas circunstancias. En todos los años de su relación, nunca llegaron a hacer este tipo de cosas, siempre lo hacían de la manera, "tradicional" quizás era la palabra.

El mayor soltó una risita por la ternura que provocaba Peter. A pesar de los años, no pierde su esencia tierna y dulce. Y por más que su novio diga que ya es un adulto no lo parece ni físicamente.

— Gracias por todo mi niño — hablo con los labios cerca del contrario, pudiendo oler el chocolate en sus labios entreabiertos, el menor se había puesto un brillo de ese sabor. Se acerco más para pasar su lengua por esos finos labios rosados, probando su dulzura.

— Yo no sé actuar sexy — confeso el menor de repente, mirando a su novio mientras sus dedos se enterraban en el pelo del mayor. Peter sentía que su cuerpo aumentaba de temperatura.

— Sólo actúa como siempre, no quiero que fijas ser lo que no eres — dio un beso en cada mejilla sonrojada, tratando de relajarlo — además tú eres el único que logra excitar me de esta manera — tomo la muñeca de su niño y la llevo a su entrepierna — ¿Lo sientes? — Peter toco con pena el pene sobre el pantalón de Tony, quien quería lanzarse sobre su novio. Verlo vestido como estaba no se lo esperó, pero daba gracias.

— Amor, quiero ser tuyo — no se hizo del rogar cuando beso con tanta pasión al menor. Acariciando de arriba a abajo su espalda hasta llegar a sus glúteos, apretando los de vez en cuando. Peter soltaba uno que otro gemido que moría dentro de la boca del mayor y con sus manos exploraba cada rincón del cuerpo de su novio.

El menor fue abriendo la camisa del contrario, quitándosela para terminar tirándola en cualquier lugar de la habitación. Recorrió con la punta de sus dedos el pecho y poco trabajado abdomen, tal vez no sea como de joven, con un cuerpo musculoso, pero le encantaba como es ahora. Siguió su recorrido sin dejar de besar a Tony en ningún momento. Llego hasta los pantalones y tomo el botón abriendo el pantalón y bajando la cremallera de una, estaba ansioso por tenerlo dentro. El mayor lo notó sintiéndose bien, su orgullo seguía creciendo al sentirse deseado por Peter.

Se levanto para que el mayor se quitara de una vez por todas el pantalón. Tony por su parte se fue bajando el pantalón despacio, viendo la expresión de urgencia en el menor, mas no espero que el contrario tomara el elástico de su boxer bajándolo de un tirón. Sintió un empujón que lo sentó de nuevo a la orilla de la cama.

— Hoy te toca disfrutar — Peter se fue arrodillado separando las piernas del mayor, acomodándose entre ellas y acerco su rostro a su entrepierna.

Tony estaba un poco en shock, pero no dijo nada y dejo al menor seguir con lo suyo. De pronto sintió la punta de la lengua de su bebé que estaba probando su ingle con pequeñas lamidas. Se sentía tan excitado, pero a la vez enternecido por las acciones de su pequeño. Poco a poco pudo sentir la lengua de su amante recorrer todo su pene, como si estuviera lamiendo una paleta. Por ratos chupaba su ingle, haciendo un sonido al soltar la punta de su miembro.