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Ahora la casa estaba limpia, había visto que su madre le había sonreído.
Se veía cada vez más con ese chico, le traía felicidad, y paz a la casa.
La casa estaba iluminada, podía ver el jardín lleno de flores, ya no veía la luna, veía el sol, veía a su familia, y sus pies ya no sangraban.

Ojos oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora